La caída del rating de medios que han tenido que despedir a alguno de sus conductores por instrucciones del gobierno es clara y contundente.
Armando Enríquez Vázquez
La censura es un acto unilateral y de intolerancia por parte
de un gobierno en contra de sus ciudadanos. Un acto de represión, quitando los
eufemismos. En el caso de dictaduras como la de Venezuela, la censura es la
forma más común de incomunicar y desinformar a la sociedad y con la que el
estado coarta y silencia a sus críticos y opositores.
En la sociedad mexicana actual,
donde se presume de democracia y libertades, un acto de censura por parte del
gobierno tiene muchas más implicaciones que únicamente mostrar la fuerza del
Estado en contra de la libertad de expresión. Como también tiene muchas
repercusiones a terceros.
No se trata de banalizar, ni de
restarle importancia al asunto de acotar y atentar en contra de la libertad de
expresión, se trata hablar en esta ocasión de un daño colateral que una
decisión de este tipo provoca en una sociedad de libre mercado y de
competencia, como la que pretende el gobierno actual y de la relación perversa
y el circulo vicioso que existe en México entre los diferentes órganos de
gobierno y los medios de comunicación.
Cuando el gobierno presiona a un medio para actuar en contra
de uno de sus comentaristas, el gobierno está actuando también en contra de los
empleos de muchas familias mexicanas.
La caída del rating de medios que han tenido que despedir a
alguno de sus conductores por instrucciones del gobierno es clara y
contundente, hay quienes ven esto como parte del Karma a pagar por las empresas
que acceden a las presiones y órdenes presidenciales. De acuerdo con una nota
del pasado mes de agosto de SDP, Imagen Radio y MVS que al inicio del sexenio
peleaban el primer sitio del noticiero matutino con mayor audiencia han caído a
los lugares 13 y 14 en las preferencias del público lo que quiere decir que son
muy pocos los radoescuchas. No hay que perder de vista que la información de
SDP puede estar sesgada pero aun así el comportamiento no puede ser
exageradamente distinto. Además, es fácil comprobar como estas estaciones más
allá de tener anunciantes de productos comerciales basan su pauta comercial en
propaganda del Estado que los ayuda a sobrevivir y es parte del acuerdo por
deshacerse de sus incómodos conductores estelares.
Pero esta “solidaridad” o “apoyo” de propaganda oficial es
ficticia y no responde a lo que verdaderamente sostiene a cualquier medio y qué
es la venta de sus espacios comerciales a diferentes anunciantes. Entre más
fuerte y autónomo pretende ser un medio de comunicación en México, mayor
debería de ser la publicidad y el número de anunciantes que tenga.
Desgraciadamente tanto para los medios, como para el gobierno mexicano lo más
fácil es vivir en una simbiosis perversa.
El abandono de las audiencias de los medios en los que han
sido censurados y despedidos conductores estelares es claro. Cuando un
comunicador o periodista que tiene una gran audiencia es censurado el principal
afectado después del periodista o comunicador y su equipo, es el público, que
inmediatamente se sentirá menospreciado por el medio, y a este lo sentirá como
parte del aparato censor del Estado, por lo tanto, optará a manera de
represalia por vetar el medio de su menú de opciones. La caída de la audiencia
impactará de manera no inmediata, pero sí significante en los anunciantes de la
emisión, e incluso pueden dañar la inversión publicitaria de todo el medio o
grupo de comunicación, porque se crea un efecto domino en la credibilidad del
resto de los comunicadores que trabajan en el medio en la mente de las
audiencias, pues por alguna razón ellos no fueron censurados.
La poca inversión publicitaria en un medio de comunicación
en una economía como la nuestra asegura su lenta muerte, la baja de sueldos en
los empleados y la poca capacidad para producir contenidos novedosos, lo que
sin duda impacta en las audiencias. Cuando en Grupo Imagen han decidido cambiar
de giro a la estación 98.5 de FM, ha sido porque la rentabilidad de la estación
ya no da para más y es necesario tener contenidos más baratos y de menor
calidad. En el otro extremo de la historia cuando un medio de comunicación basa
su principal fuente de ingresos en la propaganda del gobierno federal, de los
gobiernos locales, de instituciones públicas, está permitiendo que llegado el momento
estos puedan presionar y determinar cuestiones editoriales del medio.
Como mencioné anteriormente la caída en los ratings y la
importancia de las emisiones de MVS e Imagen tiene a ambos grupos de
comunicación trabajando en números rojos y con la difícil tarea de una vez
concluido el actual sexenio intentar recuperar la credibilidad perdida. Una de
las causas de la catástrofe en Televisa, no la única y tal vez no la más
importante, es el abandono de audiencias como consecuencia de su descarado
contubernio con el grupo político en el poder. Así como las cuatro décadas de
desprestigio que les ha valido ser un soldado del PRI. Ahora veremos cómo le va
a NRM, tras la salida de su conductor estrella de la mañana Leonardo Curzio y
sus colaboradores María Amparo Casar y Ricardo Raphael.
publicado por roastbrief.com.mx el 16 de octubre de 2017
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