Ruth Rivera Marín
tuvo una destacada carrera como arquitecta y docente que es opacada por la
imponente figura de su padre y lo breve de su vida.
Armando Enríquez
Vázquez
La importancia de Ruth Rivera Marín no se basa en ser hija
de dos figuras importantes en la vida cultural de México; Diego Rivera y su
segunda esposa Guadalupe Marín. Ruth brilló con luz propia y es referente en
varios aspectos de la historia de nuestro país.
Ruth Rivera Marín nació el 18 de junio de 1927 en la Ciudad
de México. Tuvo una infancia y adolescencia en la que las figuras de Diego Rivera
y Guadalupe Marín la marcaron a ella y a su hermana Guadalupe. En una
entrevista que concedió Guadalupe al diario El
Universal en el año 2007 declaró acerca de su padre: “Tenía ideas feministas, siempre nos impulsó a ser mujeres libres…”
además de esa mentalidad abierta y en esos años considerada como de izquierda y
hasta comunista, Diego Rivera inculcó en sus hijas un amor por México y por
todo lo que se hacía y realizaba en nuestra patria y eso esta muy claro a lo
largo de toda la carrera y propuestas nacionalistas de Ruth.
Con toda la gente que había a su alrededor Ruth aprovechó y se
nutrió de esa amor nacionalista y renovador que era el fundamento del momento
siguiente al final de la lucha armada, tomó clases de danza moderna con Waldeen
y de teatro con Seki Sano. Pero su vocación se encontraba en la arquitectura y
la docencia, Ruth fue la primera mujer en egresar de la Escuela Superior de
Ingenierías y Arquitectura del Instituto Politécnico Nacional.
Ruth Rivera Marín inició su carrera como docente en 1953 en su
alma mater el IPN, ingresó al departamento de arquitectura del Instituto
Nacional de Bellas Artes en 1952, del que era directora en el momento de su
muerte. Como arquitecta participó en las obras de la reconstrucción del Teatro
de la República en Querétaro en 1954.
En 1959 formó parte del comité que diseñó los planes
nacionales de las enseñanzas artísticas. Ruth estaba interesada en recuperar diferentes
espacios y convertirlos en centros culturales por lo que proyectó y participó
en la transformación de la ex cárcel de Dolores Hidalgo y de el ex convento de
monjas que existía en San Miguel de Allende.
También trabajó junto con Guillermo Rossell en la
reconstrucción y montaje del museo de la Revolución Aquiles Serdán en Puebla. A
lo largo de su vida Ruth Rivera colaboró con distinguidos arquitectos como
Pedro Ramírez Vázquez, Ramiro González del Sordo, René Martínez Ostos y Jorge
Luna en diferentes e importantes proyectos.
Su trabajo más relevante lo emprendió junto con su padre y
el arquitecto Juan O’Gorman al construir y diseñar el museo Anahuacalli, que
esta cumpliendo cincuenta años y en el que el muralista mexicano legó su
colección de arte prehispánico al pueblo de México.
Pero su labor primordial estuvo en la promoción de la
arquitectura mexicana, bajo su iniciativa como directora del Departamento de
Arquitectura del INBA se crearon los Cuadernos
de Arquitectura, así como diversos libros y artículos sobre arquitectura.
Los Cuadernos de Arquitectura, se
convirtieron en uno de los programas de mayor importancia al Interior del INBA
y referente de la arquitectura mexicana.
Ruth Rivera Marín murió el 15 de diciembre de 1969 a la edad
de 42 años.
Ruth Rivera se casó en segundas nupcias con el
extraordinario pintor Rafael Coronel. Con su primer esposo Pedro Alvarado Ruth
tuvo dos hijos; Ruth, quien murió en 2007 y Pedro Diego mientras que con Rafael
Coronel tuvo un hijo: Juan Rafael.
publicado en mamaejecutiva.net el 29 de enero de 2018
imagen mediateca.inah.gob.mx
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