Entre las grandes
marcas locales que después han llegado a otras ciudades del país se encuentra
esta tienda de autoservicio que nació en Culiacán.
Armando Enríquez
Vázquez
Salir de tu país a instalarte en otro, por más que a futuro
pueda representar una mejora es siempre algo duro, difícil y más sí se trata de
un país xenófobo y si tienes diez años. A esa edad llegó a Mazatlán, Sinaloa
Juan Ley Fong quien habría de establecer uno de los negocios distintivos de Culiacán
y del estado del Pacifico mexicano. Era el año de 1911 y la Revolución estaba
en marcha.
Pero la historia inicia diez años antes cuando Juan Ley nace
en Mazatlán. Sus padres un par de migrantes chinos llegados de Cantón a
Mazatlán intentaron construir un futuro mejor para su familia, sin embargo,
poco consiguieron y al poco tiempo se vieron obligados a regresar a su tierra
con un hijo nacido en México. La historia dice que Juan Ley a la edad de diez
años se peleó con su padre y decidió esconderse en un barco que inesperadamente
zarpó esa noche rumbo a México. Juan Ley (Lee era el original, pero al llegar a
México lo castellanizó para no ser tan obviamente chino) polizón desembarcó en
el mismo puerto que lo vio nacer: Mazatlán, completando uno de esos giros
extraños que tiene el destino.
Pero un niño sólo, sin conocimiento del español y sin
familia en plena Revolución tenía pocas probabilidades de sobrevivir. Un chino
avecindado en Mazatlán llamado Sixto Pang, lo acogió y le enseñó español. Juan
comenzó vendiendo carbón de puerta en puerta y más tarde, aun en la
adolescencia, creó una ruta de comercio entre Mazatlán y el puerto sonorense de
Guaymas. Como otras historias de jóvenes adolescentes que en el mundo han hecho
grandes fortunas tenemos que asumir que seguramente no todo lo que comerciaba
Juan Ley era legal y menos por los tiempos que corrían en el país.
Con la Revolución en marcha y de manera que no se
especifica, Juan terminó siendo asistente del General Álvaro Obregón y
consiguiendo la pastura para los caballos de las fuerzas del revolucionario
sonorense, incluso una vez llegado el sonorense a la presidencia, Juan Ley se
convirtió en el proveedor del forraje para la caballería del ejército mexicano.
En la página oficial se habla de que temeroso de la explosión de racismo y
xenofobia que llevó a la creación de comités en contra de la población de
chinos en México, Ley se refugió en un pequeño pueblo minero de la sierra de
Durango llamado Tayoltita y aunque esto puede tener mucho de cierto, también
las fechas en que Ley decide desaparecer del mapa coinciden con el asesinato de
Obregón y la llegada de la gente de “El Turco” Elías Calles a la presidencia,
quien se encargó de purgar el interior del estado mexicano. Tal vez, soy muy
mal pensado, pero las fechas ahí están y tal vez Ley que gozaba de las
simpatías de Obregón temió además de a la xenofobia al presidente. No deja por
eso de ser una historia fascinante que habría que novelar.
Lo cierto es que Tayoltita era y es una comunidad minera aun
activa, pero que es de muy difícil acceso aún en nuestros días y mucho más hace
90 años. Ley y cualquiera cosa que fuera de la que huía se mantuvo en el pueblo
por más de 15 años. Fue en Tayoltita donde nacieron sus hijos entre ellos Juan
Manuel Ley López. Los Ley se dedicaron durante sus años en el pueblo de la
sierra de Durango a comercializar el oro y la plata que obtenían los gambusinos
de la zona.
En 1954, la familia salió del pueblo y se estableció en la
ciudad de Culiacán donde padre e hijo decidieron poner una tienda de abarrotes
a la que llamaron Casa Ley. Toda la familia trabajó en la tienda. Juan Ley Fong
murió el 26 de marzo de 1969.
Entonces Juan Manuel Ley López tomó las riendas del negoció
y sus hermanos lo apoyaron. En 1970 Casa Ley abrió su primer supermercado y en
1981 un norteamericano de nombre Peter Magowan, dueño de una cadena de
autoservicio llamada Safeway, compró el 49 de las acciones de Casa Ley.
Juan Manuel Ley López murió el 22 de enero de 2016, la
tercera generación de Ley con Juan Manuel Ley Bastidas es la cabeza de Casa Ley.
Juan Manuel Ley López fue también, uno de los grandes
promotores de la creación de la Liga Mexicana del Pacífico de beisbol. Junto
con su padre fundaron en 1965 el equipo de los Tomateros de Culiacán ganador de
11 campeonatos de la liga y de dos campeonatos de la Serie del Caribe y que hoy
es propiedad de Marco, Héctor y Diego Ley López y familia.
Hoy Casa Ley tiene presencia en Sinaloa, Sonora, Baja
California, Baja California Sur, Guanajuato, Jalisco, Nayarit, Colima, Coahuila
y Durango con más de 240 tiendas en los diferentes formatos creados por Ley.
publicado en thepoint.com.mx el 5 de julio de 2018
imagen. casaley.com.mx
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