Hace ya más de 30
años que viví en la Ciudad de Chihuahua y estas son algunas marcas locales que
recuerdo de aquellos días y su continuidad en el mercado de la capital del estado
norteño y su incursión en el país.
Armando Enríquez
Vázquez
Cuando uno llega a vivir a una ciudad extraña entre las
muchas adaptaciones que debe llevar a cabo es el descubrir las marcas que
satisfagan el gusto del recién llegado ante la ausencia de marcas que le son
conocidas en su lugar de origen pero que son inexistentes en la ciudad a la que
llega, en otros casos entra en el recién llegado la curiosidad por probar
nuevas marcas.
Hace más de treinta y cinco años por razones de trabajo de
mi padre llegamos a vivir a la ciudad de Chihuahua. Más de un año pasé en
aquella ciudad y las consecuentes idas a visitar a familiares y amigos conocí
algunas marcas que son netamente locales y tiene una gran presencia en el
mercado de la Ciudad de Chihuahua y otras que con el pasar de los años han
ampliado su mercado a la República Mexicana o al menos son fáciles de encontrar
en la Ciudad de México y los municipios conurbados.
La más conocida de las marcas de Chihuahua probablemente sea
la Avena 1, hoy parte del corporativo
Granvita. Chihuahua es el principal
productor de avena en México con casi el 70% de la producción nacional. La
historia de una industria que nació en la capital del estado hace más de 100
años se ha perdido en esa mezquina actitud que muchos grupos corporativos tienen
de borrar la historia de las marcas que adquieren, cuando una de las razones
por las que las adquieren es precisamente esa historia que a lo largo de
determinado tiempo las ha posicionado en el mercado.
Mientras el cereal más importante no sólo en el sentido
económico, si no como una de las marcas que se identificaban con la historia de
Chihuahua, existe otro cereal que adoran los niños de Chihuahua y que se ha
posicionado muy bien a nivel del norte al centro del país. Los Chachitos es una
versión regional del Dulcereal de
Kellog’s al que más tarde la marca norteamericana renombró Smacks. Lo divertido de la página web de Chachitos es la narración
que hace de la historia de la marca donde al parecer a partir de 1954 una serie
de hombres visionarios, todos ellos sin nombre, han creado e implementado la
distribución del cereal; “… de la casa
del primer visionario en bolsa de papel a ser un cereal reconocido en casi todo
el territorio nacional y en algunas ciudades del sur de Estados Unidos”, en
donde al parecer, cómo en México ya desconfian de los Smacks después de que Cofepris retiró más de 70,000 cajas por poder
estar contaminados de Salmonella en junio de este año. Pero estos “hombres
visionarios” parecen más una secta de amantes del trigo endulcorado o los “hombres
de negro” de la industria del cereal México pues, así como esta en su sitio de
Internet no sabremos sus nombres jamás.
Chachitos es una buena marca chihuahuense con presencia
nacional a pesar de las pocas luces de quien maneja el sitio web de la marca.
Otra marca local que a diferencia de las otras dos no se
avergüenza de su historia es la Papelería Newberry. Newberry es una papelería
que en los años ochenta se anunciaba en las estaciones de radio locales y tenía
una mascota muy reconocible, un oso al que llamaban “El Osito Newberry”. A diferencia
de las otras marcas de las que ha hablado. El sitio en Internet de Newberry si
hace un recuento de su historia, nombrando al fundador de la empresa Lamuel
Newberry quien llegó a Chihuahua en 1906, al parecer Newberry llegó como pastor
de la congregación Metodista de la ciudad conforme al libro Migrating Faith de
Daniel Ramírez quien marca a un hombre de ese nombre en 1906 en la capital del
estado norteño. Sí Newberry permaneció en Chiuhuahua durante los años de la
Revolución no está claro, pero en 1920 fundó una imprenta en la ciudad, así
como un hospital, ambos con el apellido de un filántropo norteamericano que
vivió en Chihuahua en y cabeza de la iglesia metodista de la ciudad a finales
del siglo XIX; William Beverly Palmore. Durante muchos años el negocio de
Newberry fue conocido como Imprenta Palmore, la gente la comenzó a llamar por
el apellido del dueño y la empresa comenzó a comercializar artículos escolares
y papelería. A lo largo del siglo XX Newberry creció tanto en tamaño como en
negocio como lo destaca su sitio de Internet.
Cada marca cuenta su historia de la manera que cree conveniente
y seguramente los chihuahuenses conocen bien las historias de las marcas
mencionadas en este texto con los claro oscuros que sus actuales dueños no
quieren contarte y que son muchas veces la base de las historias de éxito de algunas
de ellas.
imagenes: granvita.com
chachitos.com.mx
newberry.mx
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