Siendo la Liga Española una de las más atractivas y competitivas del mundo, no es de extrañar que los españoles hayan incursionado en el mundo de las series sobre el futbol.
Armando Enríquez Vázquez
Hace unos meses escribí acerca de la extraordinaria serie noruega,
Heimebane, la cual plantea la
historia ficticia de la primera entrenadora en llevar un equipo profesional de
futbol de hombres a la primera división del país nórdico. En Netflix se estrenó
el spin off de Club de Cuervos, haciendo homenaje al mejor personaje de toda la
serie y que da nombre a este serie alternativa, La balada de Hugo Sánchez. Año de Campeonato Mundial del deporte, año
dominado hasta hoy por el deporte más popular del mundo.
Siendo la Liga Española una de las más atractivas y
competitivas del mundo, no es de extrañar que también los españoles hayan
estrenado una serie acerca del futbol.
Todo por el juego producida
por Directv es una historia de futbol que nos habla como siempre de un equipo
que busca un objetivo trascendental y aspiracional. Para el Deportivo Leonés
ese objetivo es ascender a la primera división de la Liga Española, pero el
Leonés, un equipo de la parte inferior de la tabla en la división de ascenso,
enfrenta una serie de pequeños y no tan pequeños problemas. Un equipo propiedad
de una serie de socios que van desde empresarios, a sindicalistas, a
periodistas, tiene un Presidente corrupto que mantiene negocios con la
alcaldesa de la localidad y la mafia internacional dedicada a lavar dinero en
construcción, compra de equipos y las apuestas en partidos amañados, entre
otras cosas. Un entrenador que cobra una cuota a los jugadores por ser titulares
en los partidos y obviamente los jugadores que los apostadores tiene
infiltrados para que el negocio funcione de maravillas. También está la barra que
sirve como la parte golpeadora del presidente del equipo y no puede faltar el
corrupto promotor argentino encargado de vender a talentos sudamericanos para
hacer negocios.
Como siempre también existe el idealista que junto con un
grupo de socios quiere recuperar la presidencia del equipo para ascenderlo y
sanear su imagen y finanzas. Y otro de los lugares comunes de las series
recientes; iniciar a contar la historia con un crimen que se aclarará al final
de la temporada.
Si la estructura de la serie es un cliché tras otro para una
serie de misterio y las secuencias de futbol, aunque bien filmadas no son las
más emocionantes, ni las más brillantes. ¿Por qué vale la pena ver Todo por el juego?
La razón principal es la reflexión del futbol como un
negocio, como una de las principales actividades para lavar dinero, para crear
mafias, para mostrar que el futbol fabrica estrellas donde no las hay y que
algo que nos gusta ver como un ejemplo aspiracional para niños y jóvenes es
también un nicho de todo lo que no nos gustaría ver en nuestros hijos. Y esta
claro no es el futbol por sí, es la gente que maneja el deporte a todos sus
niveles desde ese entrenador que aumenta su cuenta bancaria con la aportación
semanal de los jugadores que buscan crecer en un sistema que es corrupto en
muchos de sus niveles, hasta esos promotores de los jugadores que tanto negocio
con su mafia han hecho en el mundo.
Todo por el juego esta
perfectamente ejecutada, las actuaciones de Pedro Casablanc, quien encarna a Fernando Saldaña, presidente del equipo,
Patricia Vico en el papel de Nuria,
la corrupta alcaldesa. Roberto Enríquez como el empresario Mariano Hidalgo quien encabeza la petición de cambio en la
directiva del Club Leonés. Marián Álvarez como Suzana, la amante de Hidalgo junto con otros personajes secundarios
como los jugadores sudamericanos de reciente adquisición y de los cuales el
jugador argentino; como era de esperarse, se enamora de la hija de Hidalgo,
relación que gracias a las drogas y no al esperado apantallamiento del jugador
que de pronto se ve con miles de euros en la bolsa y una muchacha infinitamente
más brillante que él, sin hablar ya lo incomparablemente más rica, lo echan a
perder. Los policías apenas dibujados, las mafias locales, centroamericanas y de
europeos del este que son el cerebro y la maldad detrás de todo. Crean un
ambiente xenófobo que no queda claro que sea la intención de creadores,
directores y productores que se esfuerzan por hablar de la diversidad existente
en el futbol, pero parecieran creer que los problemas de la sociedad española
son originados porque existen otras nacionalidades.
Curiosamente la serie creada por el escritor argentino
Eduardo Sacheri y el director de cine y escritor catalán Daniel Calparsoro está
basada en una novela titulada “El futbol
no es así” publicada en 2014 y escrita por un empresario de nombre Pedro
Torrens Otín y el actual Presidente de la Liga Española de Futbol, Javier Tebas
Medrano. No sé si esto habla bien de la serie y mal de la Liga Española o
viceversa. Patadas en el terreno de juego, en los vestidores, al interior de
los clubes y en las negociaciones corruptas que sostienen los intereses
extradeportivos. Lo cierto; patadas y tarjetas de expulsión la historia del
futbol. Ocho capítulos que atrapan al espectador en principio por las
actuaciones y la dirección que son sin lugar a dudas la fortaleza de la serie y
no en sus líneas argumentales que resultan lugares comunes de las series
actuales.
En un año de celebración para los aficionados al futbol
soccer, no esta de más darse una vuelta en como los diferentes productores en
el mundo se acercan a las historias que relacionan con el deporte, no se trata
de los melodramas de éxito como “Gol”
con Bruno Becker, o las comedias infantiles como “Atlético San Pancho”, ni las historias de compañerismo
multinacional como “Escape a la Victoria”
(Victory) de John Houston con Sylvester Stallone, Michael Caine, Max von
Sydow, Pelé, Bobby Moore y Osvaldo Ardiles quienes como prisioneros de un campo
de concentración Nazi juegan en contra de los alemanes. No, hoy la visión del
futbol es más oscura aun para series de comedia como “La balada de Hugo Sánchez” y temas como el machismo, la corrupción
y las apuestas quedan al menos la reflexión para tratar de pensar en como el
deporte profesional uno de los negocios más redituables, pero también más
sucios y opacos. Como muestra todo lo que hemos visto pasar en la FIFA.
“Todo por el juego”
no está a la altura de otras de las grandes series españolas, pero vale la pena
verse, aunque sea sólo por las actuaciones y la reflexión. Al finalizar la
serie quedan hilos argumentales a manera de flojos Cliffhangers, que pueden o no ser interesantes ver como se
resuelven en una segunda temporada.
publicado en roastbrief.com.mx el 10 de septiembre de 2018
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