Nacida en Monterrey
Josefina Niggli es uno de los primeros nombres de una cultura que nos cuesta
trabajo reconocer de ambos lados de la frontera.
Armando Enríquez
Vázquez
Existe y siempre ha existido un muro racista, clasista,
despectivo entre los mexicanos y aquellos mexicanos que nacieron, o tuvieron
por diferentes razones, las de libre albedrio emigrar a Estados Unidos.
Términos como “Pocho” nacen de ese desprecio por el paisanos nacidos en el
extranjero que tampoco son muy bien queridos por los sajones protestantes.
Existen otros que siendo hijas o hijos de norteamericanos nacidos en nuestro
territorio se identifican con él de muchas maneras y la influencia de nuestro
país es parte de su herencia social y cultural, de la misma manera nos cuesta
trabajo reconocerlos y a los americanos también, ese es el caso de Josefina
María Niggli.
Niggli fue una talentosa escritora, dramaturga y también
fotógrafa que nació en nuestro país, en la ciudad de Monterrey el 13 de julio
de 1910, Sus padres fueron dos inmigrantes norteamericanos de origen europeo,
su padre Frederick Niggli era un ingeniero que trabajaba en la naciente
industria cementera regia. Su madre era violinista. Josephina, como también se
escribe su nombre, vivió entre Nuevo León y Texas durante su infancia y
adolescencia, incluso llegó a vivir una temporada en la Ciudad de México, la
incertidumbre y los continuos cambios de poder debidos a la Revolución, así
obligaron a su familia.
Nigli estudió en la Universidad del Verbo Encarnado en San
Antonio, Texas y más tarde en la Universidad de Carolina del Norte. Se graduó
como en filosofía e historia en la primera y se doctoró como dramaturga.
Niggli fue la primera voz exitosa en todos los niveles entre
lo que hoy se conoce como hispanos y que en los años previos a la muerte de la
escritora se conocía como cultura chicana, un nombre con mucho mayor ideología
y postura política que el que hoy se utiliza para rasar a la poderosa cultura
méxico-americana. Niggli escribió tres novelas. La primera “Mexican Village” publicada en 1945, fue
la primera novela de un escritor mexico-americano en ser publicada por una
editorial noretamericana. “Mexican
Village” fue tan exitosa que pronto se convirtió en película titulada “Sombrero” con las actuaciones de Ricardo
Montalbán, Cyd Charisse y Pier Angeli. La segunda se llamó “Step Down Elder Brother” publicada en
1947, en 1964 publicó una tercera novela titulada “A Miracle for Mexico”, fue autora de libros de cuentos y muchas
obras de teatro. Escribió incluso una pastorela llamada “The Defeat of Grandfather Devil”. Con la producción de “Sombrero”
Niggli incursionó en Hollywood y durante muchos años fue guionista de
diferentes empresas productoras de cine y televisión, escribió guiones para la
popular serie Ethel Barrymore Theater
entre otros.
Rodolfo Usigli consideraba que un desierto teatral de cuatro
siglos la voz de Josefina Niggli era una de las tres únicas voces que era
realmente mexicana y se lamentaba que Niggli no escribiera en español para que
sus compatriotas disfrutaran de esa visión y su sentido del humor. A pesar del
elogio Niggli consideraba a Usigli un burgués de la Ciudad de México incapaz de
entender la experiencia de los provincianos del norte como ella, al menos eso
dice Elizabeth Coonrod Martínez en su biografía sobre la dramaturga escrito en
2007 y publicado por la Universidad de Nuevo México. Al parecer la relación
entre ambos dramaturgos era mucho más cordial de lo que pretende la
investigadora norteamericana, Josefina trabajó en la Universidad Nacional
Autonóma de México en la década de los años cuarenta al lado de Usigli. Usigli
escribió el prologo de un libro de obras teatrales de la autora y le dedicó la
obra “Corona de Sombras” sobre el
Imperio de Maximiliano y Carlota.
Josefina nunca escribió en español, pero siempre se sintió
mexicana, y creía que su labor era mostrarle al norteamericano común un México
real y alejado a las fantasías y nociones preconcebidas que en muchos casos
subsisten hasta la segunda década del siglo XXI en el imaginario norteamericano
sobre México y los mexicanos.
Niggli fue profesora de la Universidad de Carolina del Norte
de 1942 a 1944 y de la Universidad del Oeste de Carolina donde además fue la
directora del Departamento de Teatro y profesora de guionismo y periodismo de
1956 a 1975.
Josefina Niggli murió el 17 de diciembre de 1983 en
Cullowhee, Carolina del Norte.
En septiembre de 2010 un bibliófilo y abogado texano llamado
Bill Fisher montó un exposición en San Antonio con la obra fotográfica de
Niggli, existen textos que la escritora publicó en revistas especializadas
acerca de la fotografía y las fotografías que reproduce José Antonio Rodríguez
en su estupendo libro “Fotógrafas en México 1872-1960” muestran una mirada
innovadora, conceptual que tenía la artista al momento de realizar su
fotografías. Años antes, en 2003 bajo la insistencia del extraordinario
escritor regiomontano David Toscana la Secretaría de Cultura publicó la novela
¡Apártate, hermano mayor!
publicado en mamaejecutiva.net el 11 de febrero de 2019
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