Este es un ejemplo de un producto renovable nacional que ha triunfado en el mundo a pesar de los gobiernos y del crimen organizado. Pro el peligro existe para otros productos también.
Armando Enríquez Vázquez
México es el primer productor en el mundo de Aguacates, muy alejados
de la producción aguacatera de nuestro país se encuentran República Dominicana,
Colombia, Perú e Indonesia. Al interior del país la producción se centra en
Michoacán básicamente con producción mucho menor se encuentran Jalisco, El
Estado México, Guerrero y Chiapas. Michoacán es el único estado autorizado para
exportar aguacates a Estados Unidos. El año pasado la exportación de aguacates
alcanzó un ingreso mayor a 2, 900 millones de dólares.
La historia del aguacate está relacionada directamente con
la historia de México y el nombre con el se le conoce en español surgió en las
regiones prehispánicas que hablaban náhuatl. Ahuacatl significa “testículo”
de acuerdo con la mayoría de los estudiosos del antiguo idioma. El aguacate es
sin duda, en el centro del país un referente a muchos platos gastronómicos y el
guacamole que llena los platones de los norteamericanos que hunden sus totopos
en la salsa mientras ven el Superbowl. El comercial de los productores
michoacanos durante el evento deportivo se ha convertido en una tradición desde
hace ya varios años y muchos años se ha encontrado entre los que se consideran
los mejores comerciales y de los más graciosos que se transmiten durante el
juego.
La producción de aguacate se exporta principalmente a
Estados Unidos, Japón y Canadá. Lo que ha significado el incremento en el
precio de la fruta en nuestro país. Pero también ha creado enormes fortunas
sobre todo en Michoacán. Lo que tiene como consecuencia que las fincas
aguacateras sean objetivo de las mafias del poder y del crimen organizado, ya desde
2014 el New York Times habló de los “aguacates de sangre” y junto con las
huertas de limones fueron una de las causas del surgimiento de los grupos de
autodefensa que reinstalaron por uno meses en 2013 la paz en tierras
michoacanas y las cuales Peña Nieto desmanteló a fuerza de encarcelar a los
líderes ciudadanos e imponer a un corrupto comisionado, Alfredo Castillo, que
aseguró el regreso de la violencia a Michoacán y al que nadie se ha atrevido a
señalar por el daño que hizo a Michoacán.
Los Caballeros Templarios en su momento hicieron de los
agricultores de aguacate y de las fincas una de sus mayores entradas de dinero.
Historias acerca de cómo el aguacate se relacionaba con secuestros, asesinatos
y extorsiones por parte de este y otros grupos criminales recorrieron las
diferentes páginas de diarios del mundo siguieron el ejemplo del New York Times terminaron por acuñar el
término “Aguacates de Sangre” y
convertirlo en su momento en un tema mundial, de la misma manera que se ha
hablado en diferentes ocasiones de “Diamantes
de Sangre” o del “Chocolate producto
de la esclavitud”.
Llamado “El Oro Verde”,
el aguacate ha enfrentado presiones de diferentes sectores internacionales para
limitar o eliminar su consumo. A finales de 2018 un reconocido chef irlandés, JP
McMahon, dueño de la menos un restaurante que ostenta estrellas Michelin, ha
pedido dejar de consumir los aguacates mexicanos por ser aguacates de sangre y
además acabar con los ecosistemas de Michoacán pues, últimamente se demostrado
que la tala de árboles de la región para ampliar las fincas aguacateras que han
crecido en 200% en la última década. Algunos restaurantes en Inglaterra e
Irlanda han dejado de servir platos con aguacate, como una forma de protestar.
El precio del aguacate al interior de México, lo ha
convertido de un producto popular a un producto casi de lujo. Hace menos de un
mes con la crisis de abasto de gasolina y ante la inminente celebración del
Superbowl LIII, la preocupación de los productores de que su producto no llegara
a los Estados Unidos fue una de las presiones para el presidente López Obrador
y por otro lado el precio en los mercados nacionales bajó para evitar mayores
pérdidas que las que se esperaban. Afortunadamente, al final la exportación de
aguacate para el pasado Superbowl logró romper su récord anterior con 121 mil
toneladas, 21 mil toneladas más que el año anterior. Sin embargo, el horizonte
para los aguacateros no se pinta del todo claro, el gobierno de Silvano
Aureoles ha permitido el regreso de grupos criminales que amenazan y piden
cuotas a los empresarios aguacateros.
El reto para el gobierno de López Obrador consiste en apoyar
a los productores de aguacate a limpiar su imagen en ciertos mercados europeos,
lo que es muy difícil para un presidente y un gobierno que no creen en el
comercio exterior y mucho menos en la agricultura. Aunque lo cierto es que con
la cantidad que los productores ganan, ellos deben ser los que propongan la
campaña y el gobierno el que promueva estas campañas por el mundo, sobre todo
ahora que se ven nubes negras en el horizonte para algunos productos nacionales
de exportación como el jitomate. La ventaja del aguacate es que nadie más en el
mundo hasta ahora lo produce en la cantidades que se hace en Michoacán, pero
como siempre todo puede cambiar y voltearse, siempre hay países dispuestos a
llenar los huecos en exportación que otros dejan.
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