“Narcos: México” esta perfectamente producida, hablada en “mexicano” puro y con una gama de actores que vuelven la serie memorable.
Armando Enríquez Vázquez
La nueva serie de Netflix, “Narcos: México” tiene como premisa principal que en México nada va
bien desde nunca y menos desde la aparición de lo que la serie llama el primer
gran cartel de las drogas en nuestro país en los años ochenta del siglo pasado,
y si bien la premisa no es del todo falsa, la serie parte de la falsa y
chabacana idea gringa acerca de la bondad e inocencia de un grupo de policías
gringos de la DEA quienes violando la Constitución, ponen orden, o al menos eso
creen ellos y los guionistas, en un país tercermundista donde impera la ley del
dinero. Algo que a pesar de la sorpresa de los Kiki Camarena y sus camaradas en
el consulado norteamericano en Guadalajara existe también en todos los círculos
políticos, criminales y policiacos de Estados Unidos.
“Narcos: México”,
esta como las temporadas que tratan sobre los carteles colombianos,
perfectamente producida, hablada en “mexicano” puro y con una gama de actores
que vuelven a la serie memorable: Diego Luna como Miguel Ángel Félix Gallardo,
Tenoch Huerta como Rafael Caro Quintero, Joaquín Cosío como Don Neto, José
María Yazpik a quien habíamos visto ya en la última temporada de Narcos como
Amado Carrillo “El señor de los cielos”, Teresa Ruiz como Isabella Bautista, Michael
Peña como Kiki Camarena y Alyssa Díaz como Mika Camarena, como en el caso de
las primeras tres series situadas en Colombia la combinación de actores
norteamericanos con actores mexicanos, colombianos y el brasileño Wagner Moura
quien interpreta a Pablo Escobar y el español Pedro Pascal que estelariza las
primeras tres temporadas como Javier Peña, tiene buenos resultados. Diego Luna
y Tenoch Huerta jugando las contrapartes y las visiones diferentes sobre el
negocio de la droga son también la visión de uno de los grandes actores de
Hollywood en dos personajes similares, mientras Luna nos recuerda a Al Pacino
en el Padrino II; impasible, frío, calculador y capaz de explotar mostrando la peor
de las violencias, Tenoch es una tropicalización de Pacino en Caracortada;
violento, impulsivo, menos cerebro y más tripa, obsesionado. El retrato de los
criminales mexicanos es bueno como en las temporadas colombianas. Lo malo es
que en el caso de México la popularización del Narco, no se nota en la serie.
Como en el caso de las primeras tres temporadas la violencia está cuidada y el
papel de Luna la vuelve una serie mas dialogada que la acción que tienen las
temporadas colombianas. Más allá de estas dos actuaciones, vale la pena
resaltar la extraordinaria actuación de Joaquín Cosío quien crea un personaje
realmente inolvidable. El Don Neto de Cosío es cínico, acomodaticio y realmente
despreciable. La secuencia de su detención sin duda una de las mejores de la
serie basada totalmente en las películas de gangsters más violentas. Las
secuencias entre Luna y Huerta, Cosío y Huerta, Cosío y Luna, Luna y Yazpik,
Luna y Teresa Ruiz, son verdaderamente una delicia en cuanto a la actuación y
demuestran la calidad del guión de la serie, que en ese sentido cubre lo obvio
y melodramático ramplón de la premisa inicial sobre esos gringos buenos y los
mexicanos malos. Teresa Ruiz hace que su personaje sea verdaderamente memorable
y muy probablemente de ese personaje derive en las siguientes temporadas “La Reina del Pacífico”.
Tal vez una de las grandes fallas de la serie es el retrato
de Guadalajara que no es fiel y no se aprecia la ciudad.
La producción de Narcos: México corre a cargo de la empresa
francesa Gaumont como sucede con las temporadas ubicadas en Colombia, y si el
casting fue cuidadoso para dar un buen resultado, también brilla la dirección en
la serie, al menos dos de ellos dirigidos por Amat Escalante.
A diferencia de “Un
extraño enemigo”, o las temporadas colombianas de “Narcos”, “Narcos: México”
se cuida mucho de mencionar a funcionarios del gobierno que aun viven y tienen
poder. Y la advertencia al inicio de la serie sobre lo ficticio de algunos
hechos y personajes así lo demuestra, la historia está viva aún y no hay que
removerle mucho, basta con recordar la desaparición y asesinato de uno de los
productores de la serie en las cercanías de San Bartolo Actopan un lugar entre
los estados de Hidalgo y Estado de México. No se hace mención al poderoso
secretario de gobernación en esos días y futuro director de la Comisión Federal
de Electricidad, Manuel Barttlet sobre el que siempre han existido sospechas de
complicidad en el asesinato del agente de la DEA. Ni se nombra a otros miembros
del gobierno del Presidente de la Madrid, ni al presidente. Se nombra y se
representa a Humberto Álvarez Machain el médico que supuestamente mantuvo con
vida a Camarena a lo largo de la tortura y al poderoso cuñado de Luis
Echeverría Álvarez, ex presidente de México, y diputado local de Jalisco, Rubén
Zuno Arce y quien murió en 2012, en una prisión en Estados Unidos donde cumplía
sentencia por su involucramiento en la muerte del agente de la DEA. No
profundiza como lo hizo en el caso de las temporadas colombianas en esa
simbiosis entre el crimen organizado y las altas esferas políticas, aunque la
entrada triunfal de Félix Gallardo a una junta de narcos mostrando todo el
poder del ejército mexicano deja clara esa relación.
“Narcos: México” cuenta
la mitad de la historia, la mitad donde un criminal supo acomodar la corrupción
institucional a su favor y reunir a las cabezas del crimen ya existente, olvida
o hace a un lado a una de las organizaciones criminales más antiguas del país y
antagonista del Cartel de Sinaloa; el llamado Cartel del Golfo comandado en los
años de Miguel Ángel Félix Gallardo por Juan García Abrego y que fue fundada
por un tío del narcotraficante llamado Juan Nepomuceno Guerra en la década de
los años 30. Alguien también tendrá que algún día contar la historia del crimen
organizado en la costa opuesta del país.
Será interesante ver como se desarrollan las
siguientes temporadas de la serie, si es que las hay, y hasta donde van a
llegar hoy que El Chapo está en juicio y pueden salir nuevos hilos narrativos
que enriquezcan la serie.publicado en roastbrief.com.mx el 20 de noviembre de 2018
Imagen: Netflix
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