La llegada de China a
La Luna, el fracaso israelí por alunizar y los planes de la India para poner
una misión en el satélite natural de La Tierra en los próximos años ha
encendido las alarmas en la NASA.
Armando Enríquez
Vázquez
Este año se cumplen cincuenta años de la llegada del hombre
a La Luna, a lo largo de estos años los norteamericanos han sido los líderes
indiscutibles en el espacio, lograron tras abandonar las misiones a nuestro
satélite natural llegar en varias ocasiones a Marte y desde la segunda mitad de
la década de 1970 se han dedicado a mapear y explorar con sus vehículos el
planeta rojo haciendo importantes descubrimientos.
La carrera por el liderazgo en la investigación y la
colonización espacial que durante los años sesenta y setenta años se dio entre
norteamericanos y soviéticos, terminó a finales de los ochenta. La Unión
Soviética jamás logró poner un cosmonauta en la superficie lunar, algo que
fortaleció la idea de la supremacía espacial norteamericana y que se reforzó al
momento de la disolución de la Unión Soviética, cuando se descubrió el abandono
en que estaban algunas de las instalaciones de la agencia espacial rusa.
La llegada de los chinos a La Luna a principios de este año
ha puesto en entredicho el liderazgo de los norteamericanos, que abandonaron la
exploración lunar por más de cuatro décadas y ha creado una nueva carrera
espacial, en esta ocasión la meta no es llegar, sino quedarse y explotar La
Luna desde el punto de vista de la minería y búsqueda de todo tipo de recursos
no renovables que puedan ser traídos a un planeta Tierra que comienza a tener
problemas con algunos de estos recursos. Establecer colonias de humanos en el
satélite y en planetas fuera de La Tierra. Chinos, norteamericanos, europeos,
japoneses, rusos y hasta los indios, iraníes e israelíes pretenden llegar con
misiones tripuladas a ambos cuerpos espaciales.
El programa espacial chino tiene como objetivo poner
taikonautas en la superficie lunar en una década, así como construir una
estación científica en el Polo Sur de La Luna. A finales de 2019 la
Administración Nacional del Espacio en China pondrá una misión robótica en la Luna
dedicada a la recolección de muestras del suelo lunar y en 2020 los chinos
pondrán su primera sonda para explorar Marte lo que acabará con la hegemonía de
los norteamericanos sobre el suelo marciano.
Por su parte el gobierno de la India, que en 2014 logró
poner un satélite en el planeta rojo, y pretenden en un par de años poner a los
primeros indios en el espacio, los israelís fracasaron de manera contundente en
su primer intento por poner una sonda en la superficie lunar el pasado 11 de
abril. El primer ministro israelí Benjamín Netanyahu animó a los dueños de la
sonda a intentarlo de nuevo y conociendo la tenacidad de los empresarios israelís
que están desesperados por sobresalir y demostrar su poder lo lograran pronto.
Las sondas israelíes llevan el bíblico y arrogante nombre de Beresheet, que
significa Genesis.
Vladimir Putin ha exigido ya la modernización del programa
espacial ruso. Sin embargo, la mirada del presidente ruso no está centrada en
la exploración, sino en el desarrollo de tecnología que se pueda exportar y
generar de esta manera dinero para Rusia.
Irán también tiene un programa espacial, acusado por los
países occidentales de ser un programa armamentista dedicado a construir
misiles, pero que Rusia defiende y que tiene de acuerdo con Terán la intención
en 2019 de lanzar 3 satélites desarrollados por ingenieros y científicos iraníes.
Y por supuesto debemos tener en cuenta a empresas privadas
que están desarrollando tecnologías para viajar fuera de la órbita terrestre
como SpaceX de Elon Musk, Blue Origin de Jeff Bezos, Virgin Galactic de Richard Branson y SpaceIL el grupo israelí que diseñó la
fallida misión de ese país a La Luna.
La NASA preocupada por toda la competencia internacional se
ha aliado con la Agencia Espacial Europea con el programa Orión, el objetivo poner
astronautas en La Luna en cuatro años. A
partir de este mismo programa y las naves diseñadas por la Agencia Espacial de
Estados Unidos se pretende llevar a seres humanos a cuerpos espaciales más lejanos,
como Marte. Pero esto requiere que el gobierno de Estados Unidos aumente de manera
significativa el presupuesto de la agencia espacial, hasta el momento esto ha
sido un problema para todas las agencias espaciales porque la inversión no ha
tenido desde el punto de vista capitalista grandes ganancias. Si lo comparamos
con lo que representó el descubrimiento de América para españoles, ingleses y
franceses, la colonización de África o de las islas del Océano Pacífico, la exploración
espacial es tan sólo fuente de prestigio y nada más.
Los siguientes pasos están encaminados a demostrar que la
inversión en la colonización espacial, no se limita a ser el primero, sino a
ser el que aproveche de mejor manera los recursos del espacio.
imagen:commons.wikimedia.org
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