miércoles, 22 de mayo de 2019

El pederasta de otro planeta.



Netflix empeñado en dar salida por medio de su plataforma a diferentes producciones de cine documental de gran calidad estrenó en enero pasado un extraordinario e impactante documental

Armando Enríquez Vázquez

De las historias de horror que surgen de la psicopatía de la sociedad moderna, la contada por el documental de Netflix “Abducted in Plain Sight” (Abducida a plena vista) jugando con la palabra “Abducted” en su sentido de secuestro, así como se utiliza para narrar el supuesto rapto de seres humanos por entes extraterrestres, es sin lugar a dudas una de las más delirantes que existen.
La anécdota es en principio sencilla; una adolescente de doce años secuestrada por un carismático vecino y llevada por diferentes lugares de Estados Unidos y México, en dos ocasiones, con duración de meses bajo la complicidad tácita, ese silencio que aniquila, el egoísmo, el miedo y la estupidez de todos aquellos adultos que se vieron involucrados en la terrible historia que destruyó parte de la vida de Jan Broberg.
Netflix empeñado en dar salida por medio de su plataforma a diferentes producciones de cine documental de gran calidad estrenó en enero pasado, este extraordinario documental que se presentó en las pantallas de Estados Unidos en 2017 y ganador de diferentes premios cinematográficos en 2018.
Dirigido por la documentalista, productora y escritora Skye Borgman la cinta nos muestra a los protagonistas de un crimen que encuentra sus raíces en una serie de ideas preconcebidas de la sociedad norteamericana blanca y anglosajona de los pueblos perdidos. La argumentación criminal premeditada, fríamente planeada y descarnada de quien desde una personalidad atractiva y de líder puede manipular a todos los seres cercanos a su objetivo pensando en todas las posibilidades futuras, para que las cosas jueguen de manera perfecta en su acción criminal.
Robert Berchtold con su familia llegó a vivir a la comunidad de Pocatello en Idaho y se instaló ahí, pronto hizo migas con sus vecinos los Broberg, miembros como él del culto mormón, y se obsesionó con la hija mayor de los Broberg; Jan, a la que visitaba con frecuencia, platicaba con Jan y sus dos hermana y les contaba historias acerca de un tema que apasionaba a Berchtold; los platillos voladores y las civilizaciones extraterrestres. Robert Berchtold construyó lazos y fidelidades entre los diferentes miembros de la comunidad, y de la misma manera al interior de la familia Broberg, lo que permitió a Berchtold secuestrar a Jan en 1974, cuando la niña tenía sólo doce años con el pretexto de llevarla a montar caballos y con el permiso de su madre. Berchtold drogó a la joven y desapareció con ella por meses. A Jan le contó y armó todo un circo para convencerla de que ambos habían sido abducidos por extraterrestres, argumento que con el paso de los días sirvió a Berchtold violar a la joven.
El secuestro terminó cuando Berchtold fue detenido en Mazatlán tras haberse casado con Jan de tan sólo doce años. Extraditado a Estados Unidos y listo para ser enjuiciado Berchtold fue exculpado por los Broberg, Tanto la madre, como el padre de la joven sostuvieron algún tipo de relación sentimental con Berchtold, lo que le permitió tener una forma de chantajearlos.
En 1976 volvió a secuestrar a Jan quien vivía aterrorizada en casa de sus padres, convencida de la misión alienígena de la que formaba parte junto con Berchtold y que tenía que ser finalizada. Las supuestas amenazas que los seres de otro planeta le hicieron por si llegaba a revelar a sus padres su existencia o la misión que ella y Berchtold tenían que llevar a cabo, la hacían vivir en constante temor.
La historia no deja de ser un retrato detallado de una familia, de las relaciones sociales de la humanidad. De esa idea de la sociedad norteamericano de que todo el mal viene del exterior, aunque los testimonios tanto del padre, como de la madre de Jan nos demuestran la enorme culpa que ambos tuvieron en toda la trama que afectó a su hija. Todos los personajes adultos en el momento del secuestro de esta historia cuentan de manera extremadamente civilizada no sólo el crimen, pareciera que no existió ningún momento de angustia en ellos, si no con una calma y una seguridad de una inocencia muy cuestionable en todos y cada uno de ellos. Pero lo que cuentan nos demuestra que las únicas víctimas fueron las tres hijas de los Broberg, pero obviamente y muy claramente Jan.
Leyendo sobre esta mujer me entero de que es actriz y ha aparecido en películas y series de televisión desde 1992. Ha dado entrevistas y escrito un libro acerca de su experiencia, siendo siempre muy abierta acerca del crimen del que fue víctima. Lo que nos muestra que Jan pudo en algún grado la situación más que traumática que sufrió en los años setenta.
Abducted in Plain Sight” es la película de terror de la que nadie quiere formar parte, porque sabemos que no es un argumento de ficción, aunque lo parezca. Se trata de una historia macabra nacida en la mente retorcida de un hombre obsesionado por hacerse de una niña, a la que aterrorizó con su cuento de los seres de otro planeta hasta el año de 1978 cuando la Jan tenía 16 años y ya se había desecho de su secuestrador y a la que sus padres consciente o inconscientemente entregaron a su secuestrador por egoísmo. Una reflexión acerca de una sociedad donde los monstruos no necesariamente tienen cuernos y habría que agregar que muchas veces son los propios padres los que están dispuestos a enviar a sus hijos directo a la boca del lobo, ciegos y llenos de motivos personales para traicionar su misión más que terrestre de proteger a sus crías. En la vida real, el melodrama no forma parte de la ecuación.

publicado en roastbrief.com.mx el 18 de febrero de 2019
imagen Netflix

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