La funesta y corrupta figura del fuero no parece querer desaparecer con la Cuarta Transformación.
Armando Enríquez Vázquez
Finalmente, y después de casi cinco meses de impunidad, el
24 de abril de 2019, los diputados decidieron quitar el fuero al morenista
Cipriano Charrez, un chapulín que saltó del PRI al PAN al PRD a declararse
independiente y terminar en Morena.
Charrez además de ser el ejemplo clásico de lo que es un
político mexicano a quien no le importa el partido al que pertenece, mucho
menos la ideología del mismo, si no únicamente sus intereses económicos y los
de sus familiares, se convirtió en el primer morenista realmente incómodo para
Mario Delgado coordinador de la bancada de Morena. Cuando en diciembre,
Charrez, provocó un accidente en su natal estado de Hidalgo que costó la vida
de un joven taxista al que el entonces diputado, ni sus escoltas ayudaron pues
estaban preocupados en desaparecer al legislador que se encontraba en estado de
ebriedad, la opinión pública y la prensa le recordaron a Morena su promesa de
acabar con el fuero.
Mario Delgado desde un principio marcó su raya y la del
partido ante el cobarde comportamiento del diputado, pero recuerdo que cuando
alguien pidió al presidente de la nación su opinión al respecto, éste decidió
como es su costumbre salirse por la tangente y contestó con una de sus clásicas
peroratas que nada dicen y si distraen la atención de los dispersos periodistas
que atienden a diario a la mañanera.
Bien por Delgado y la bancada que dirige, pero esto sólo es
parte de un compromiso mayor que el poder legislativo le debe a los mexicanos y
que forma parte de las promesas de campaña del Presidente López Obrador;
eliminar el fuero para los servidores públicos y en especial el del presidente
y el de los miembros del poder legislativos quienes a lo largo de décadas
después de la Revolución y en especial en las décadas finales del siglo XX lo
utilizaron como fiel escudo para cometer todo tipo de tropelías y crímenes. El
pasado 26 de marzo la Cámara de Senadores aprobó reformas constitucionales que
lejos de eliminar este privilegio del presidente y de los legisladores, una
condición que de facto los convierte
en ciudadanos de primera y los separa de la condición del resto de los
mexicanos, fortalece el fuero. La cámara de diputados a un mes de aprobadas las
reformas, no las ha ratificado como le corresponde, de hecho, el sacrificio de
Charrez parece sólo una distracción para evitar discutir lo verdaderamente
importante: La eliminación total del fuero para el presidente y el poder
legislativo, lo que se ve difícil, pues ningún legislador de ningún partido
parece dispuesto a sacrificar su posición privilegiada, ni la del presidente.
De acuerdo con el senador Emilio Álvarez Icaza,
independiente y el único que votó en contra de la modificación de los artículos
referentes al fuero de los 128 senadores; la modificación lejos de eliminar o
acotar el fuero del presidente y legisladores, lo fortalece.
Yo entiendo que los diputados están ocupados en otras cosas
les ha ordenado el ejecutivo resolver a modo, lo que demuestra la carencia de
independencia y de criterio de estos “servidores públicos”, que
constitucionalmente están definidos como un poder independiente y que el fuero
puede esperar, porque no están dispuestos a dejar desnudos a personajes como
Napoleón Gómez Urrutia emulo de Fidel Velázquez y que al parece pretende
establecer una nueva CTM esta vez al servicio de Morena. O a los operadores del
dinero que se mezcla suciamente en programas sociales y campañas electorales a
favor del partido en el poder, de la misma manera que sucedía en décadas
pasadas desde los comités locales y regionales del PRI, o del PRD que López Obrador
organizaba desde la oficina de Jefe de Gobierno del entonces Distrito Federal a
través de personajes como René Bejarano, Carlos Imaz, captados por las cámaras
de vigilancia del también corrupto empresario argentino Carlos Ahumada.
Lo mismo sucede hoy con tanto cretino que ocupa curules y
escaños que con tal de no perder el hueso dicen “sentirse orgullosos de servir,
como eso viles sirvientes, a López Obrador” y por lo tanto en esa construcción
sucia, tramposa y corrupta de las clientelas de Morena para los siguientes
sexenios requieren forzosamente de ese fuero que los protege de la ley.
Como otras tantas promesas de López Obrador muy pronto nos
habrá de quedar claro que no habrá de materializarse y jamás habrá eliminación
del fuero.
publicado en blureport.com.mx el 1º de mayo de 2019
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