Sin olvidar tradiciones y reglas sociales de la India
esta mujer rompió el techo de cristal de una profesión considerada como para
hombres justo en los inicios de la misma.
Armando Enríquez
Vázquez
La India es un país de tradiciones y leyes sociales rígidas.
Hace poco más de ochenta años una joven delgada de 21 años y madre de una niña
de cuatro años se convirtió en la primera mujer en pilotar un avión en la
India. Su nombre Sarla Thakral.
La foto más conocida de la piloto muestra a una joven
sonriente vestida con el típico sarí, pero lleva su gorro de piel típico de los
pilotos y los antejos que eran obligatorios en las aeronaves que tenían la
cabina del piloto sin techo. A su lado se encuentra el avión biplano conocido
como Gipsy Moth producido por la empresa británica De Havilland, que
ella piloteo.
Sarla Thakral nació en Nueva Delhi, India en 1914. A los
dieciséis años se casó con un hombre llamado P.D. Sharma que era aficionado a
la aviación y de hecho se convirtió en el primer hombre en la india en conseguir
una licencia de aviación como correo. La ruta que recorría Sharma era Lahore y
Karachi, ambas ciudades hoy parte de Paquistán y separadas por una distancia
mayor a los 1240 kilómetros, un trayecto que en automóvil en nuestros días
lleva más de dieciséis horas. Sarla se interesó por la actividad de su marido. La
familia de Sharma era aficionada a la aviación y nueve de sus miembros eran
pilotos. Sarla no sólo recibió el apoyo de su marido para dedicarse a la
aviación, también su suegro fue un apoyo importante para que Sarla se dedicara
a pilotear un avión. La familia política de Sharma jamás vio con malos ojos las
ambiciones de Sarla y su esposo celebró la posibilidad de un décimo miembro de
la familia piloto.
El día que Sarla surcó por primera vez el cielo en 1936, se
convirtió en la primera mujer india pilota de avión. Ese mismo año Sarla
consiguió volar más de mil horas lo que le permitió obtener una licencia tipo A
como pilota aviadora en India. Tres años después en 1939, cuando iba a obtener
la licencia como piloto comercial, un par de hechos impidieron que la joven
lograra esa meta, la primera fue la trágica muerte de su marido en un accidente
aéreo, la segunda fue la parálisis que sufrió la aviación comercial de la India
ante los preparativos británicos para la II Guerra Mundial. Sarla se mudó a
vivir a Lahore con sus dos hijas. Entró en la Escuela de Bellas Artes de Lahore
que es hoy, La Escuela Nacional de Artes de Paquistán, donde se especializó en
la Escuela de Pintura Bengalí y se graduó, regresó a Nueva Delhi y se dedicó a
la pintura, al diseño de joyería, sarís, y con el tiempo diseño también
vestuarios para la Escuela Nacional de Teatro de La India. Fue una exitosa
empresaria textil y en materia de joyería.
En 1948 se casó por segunda vez.
Sarla Thakral murió el 16 de marzo de 2008. Hoy el sarí es
no sólo una prenda tradicional que portan las mujeres de la India, es en muchos
sentidos un símbolo feminista de la fuerza y el empoderamiento de las mujeres
de aquella nación que lo llevan con la frente en alto en las diversas
actividades que desempeñan sin importar los altos cargos políticos o
empresariales que desempeñen y con esa misma actitud Sarla Thakral lo vistió al
subir aquel día de 1936 al sitio del piloto durante su primer vuelo.
publicado en mamaejecutiva.net el 3 de julio de 2019
imagen wikipedia.org
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