Con más de ochenta años de haber sido fundada esta
fábrica de chocolates es uno de los íconos en materia de dulces y chocolates de
la ciudad.
Armando Enríquez
Vázquez
En la Ciudad de México quien no recuerda haber visto en aquellos
pequeños exhibidores giratorios de metal sobre los mostradores de vidrio en la
semioscuridad las antiguas las bolsas de plástico, conteniendo unas esferas
rojas simulando cerezas de la marca Bremen, actualmente se venden en algunos
puestos callejeros y en las pocas farmacias que no pertenecen a los grandes
corporativos farmacéuticos
Bremen además de estos dulces llamados Cerecets es la
responsable de otras golosinas, las famosas lenguas de gato, los malvaviscos
cubiertos de chocolate que sin duda son de sus productos más reconocidos y por
extensión las bolsas de pequeños malvaviscos de colores. Bremen es una empresa
que nació en la década de los treinta, la información en el propio sitio de la
marca resulta confusa, pero sí tomamos la fecha más reciente Bremen se fundó en
1938, como una sociedad entre un ciudadano alemán y uno mexicano.
El hombre de apellido Pillgram, y de que al parecer no se
sabe más, llegó a México para probar fortuna, para ello tenía el conocimiento
para la elaboración de diferentes dulces y en especial de chocolates. Este
hombre era originario de un pueblo cercano a la famosa ciudad de Bremen y por
esa razón se decidió que la empresa llevara el nombre de Bremen. El mexicano
Ramón Álvarez Bravo fue el encargado en esta sociedad de invertir el dinero. La
empresa en un principio se estableció en la calle de Puente de Alvarado.
Desde 1943 en que José Sainz Trapaga compró la empresa, esta
se ha mantenido como un negocio familiar, en 1946 la empresa se establece en el
lugar en el que ha permanecido desde entonces en la colonia Santa María
Insurgentes.
Bremen es una de esas industrias nacionales cuya inversión
en publicidad es casi nula, recuerdo haber visto cierta publicidad en posters
en paradas de autobús en la zona cercana a las oficinas de la empresa y nada
más. Sin embargo, tiene una presencia medianamente destacada. A diferencia de
Turín, de Larín o de La Azteca, empresas que ya no existen y cuyas marcas hoy
son parte de grandes corporativos, Bremen ha permanecido como una marca
independiente, que ha ido creciendo con el paso del tiempo, en su sitio de
Internet se habla de una planta laboral de 350 empleados.
Bremen presume de utilizar únicamente cacao mexicano para
elaborar su chocolate y de acuerdo con el sitio de la empresa a partir de 1968
es cuando la empresa fabrica al interior de sus instalaciones tanto el
chocolate como los pequeños malvaviscos que se recubren con él.
El logo de la empresa es muy sencillo: Una nube roja con un
borde difuminado a blanco que le da volumen a la nube y la palabra Bremen en
una tipografía manuscrita en color blanco en su interior.
publicado en thepoint.com.mx el 12 de agosto de 2019
imagen bremen.com.mx
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