Este importante grupo regio es uno de los mejores
ejemplos de una empresa centenaria sana en nuestro país.
Armando Enríquez
Vázquez
Siempre que se habla del Estado de Nuevo León y de la ciudad
de Monterrey recordamos que el estado y la ciudad son desde hace más de dos
siglos el centro financiero e industrial por excelencia en el norte del país y
uno de los más importantes actualmente de la nación. Monterrey a diferencia de otras
ciudades del centro y oeste del país estaba pacificada y bien establecida a
mediados del siglo XIX.
En ese entonces con el capital de un grupo de
norteamericanos encabezados por William W. Price, David I. Jones y John Price (1) se fundó una empresa
ladrillera en las afueras de la ciudad de la ciudad de Monterrey, que, a
finales ese mismo siglo, en 1895, fue adquirida por otro gringo de nombre J.A.
Robertson quien le puso el nombre de Compañía manufacturera de ladrillos de
Monterrey. Cuatro años después el 2 de noviembre de 1899, nació en la
ciudad de Torreón en el aledaño estado de Coahuila Bernardo Elosúa Farías y el
23 de agosto de 1900 nació Viviano L. Valdés en la ciudad de Monterrey, estos
dos hombres, pasados unos años se convirtieron en socios y dueños de Ladrillera
Monterrey. Esto sucedió en 1929 cuando Robertson y sus socios presionados
por la Gran Depresión decidieron vender la empresa.
Cuatro años después la empresa decidió innovar al introducir
azulejos, pisos y barro bloks, además de sustituir la leña de los hornos de la
ladrillera por gas. Pero sin duda una de las grandes innovaciones de Lamosa fue
la creación del adhesivo para cerámica de alta absorción a la humedad; Crest.
Crest es el líder del mercado y uno de los adhesivos de su tipo con mayor
demanda entre los constructores mexicanos. Crest fue presentado al mercado
mexicano en 1957 y sigue siendo una de las divisiones fuertes del grupo Lamosa.
En 1963, Lamosa creó su división de muebles de baño al
adquirir Sanitarios Azteca. En 1973 la segunda generación de la familia Elosúa
llegó a la dirección de la empresa, Bernardo Elosúa Muguerza sustituyó a su
padre. Bernardo Elosúa Muguerza comenzó a trabajar en la empresa en 1953 a la
edad de 22 años. Al año siguiente el grupo Lamosa adquiere una fabrica llamada
Keramica en el estado de Tlaxcala y la incorpora al grupo.
El 31 de enero de 1979 Bernardo Elosúa Farias murió. Viviano
L. Valdés murió el 25 de enero de 1981. En 1993 murió Bernardo Elosúa Muguerza.
La empresa hoy es presidida por el nieto de Elosúa Farías, Federico Toussaint
Elosúa.
El nombre de Lamosa fue impuesto a la empresa en 1995.
En 2007 la empresa compra a su principal competidor en el
mercado mexicano; Porcelanite.
En 2006 se apagan los hornos de la producción de ladrillos
para siempre. Sin embargo, su producción y exportación de mosaicos, pisos y
azulejos se mantiene hasta la fecha y exporta una buena de parte de ellos a
Estados Unidos y América del Sur. En 2015 Lamosa vendió su división de
sanitarios a la empresa colombiana Corona.
Lamosa se dedica además de los adhesivos y recubrimientos al
mercado inmobiliario.
publicado en thepoint.com.mx el 5 de agosto de 2019
imagen lamosa.com
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