El País se fundó hace 23 años, con 65 millones de visitas diarias no hay otro medio digital en español con la penetración del diario español.
Armando Enríquez
Vázquez.
En marzo de 2016, Antonio Caño, entonces director del
periódico El País, publicó una carta abierta tanto a los trabajadores y
colaboradores del diario como a sus lectores que inicia diciendo:
“Hemos conversado esta
mañana sobre la dura realidad a la que se enfrentan nuestro oficio y los
periódicos en todo el mundo. En EL PAÍS hemos venido haciendo ajustes desde
hace tiempo y hemos conseguido llevar a cabo la transformación digital
paliando, en la medida de lo posible, los daños que esta ha provocado en
nuestro sector. Afortunadamente, y pese a las dificultades, seguimos siendo el
periódico impreso más vendido en España con bastante distancia con respecto a
nuestros competidores, y nuestras ediciones digitales han conseguido en los
últimos dieciocho meses crecimientos espectaculares hasta convertir EL PAÍS en
el medio de comunicación en español más visitado y leído en el mundo.”
Después de tres años la premisa se sostiene; El País es el
diario más importante de habla española a nivel mundial y comienza a serlo
también en portugués y catalán. Su slogan: “El
Periódico Global” es una realidad frente al éxito alcanzado por el diario
español a nivel mundial. La pregunta es ¿Por qué ningún diario mexicano,
argentino o colombiano puede replicar este éxito? Y la respuesta de manera
superficial es que en América somos lo suficientemente pueblerinos para darnos
cuenta de lo que realmente significa la aldea global.
El país con más hispano hablantes del mundo es México, con
una población superior a los 120 millones de personas. El segundo es Estados
Unidos con una población que habla nuestra lengua mayor a 50 millones de
personas, la gran mayoría de ellos descendientes o de origen mexicano. Después
se encuentran en estricto orden de número de habitantes; Colombia, España y
Argentina.
Hay sin duda algo muy mal en la estrategia planteada por los
diarios de América Latina que les impide crear un verdadero negocio global como
el de El País, en el caso de Colombia y Argentina desconozco las razones, pero
las de los dueños de los periódicos en México me son claras y tristes de
aceptar: servilismo, incapacidad a ser medios independientes del poder político,
una pésima difusión de su medio y una soberbia que les impide crear audiencias.
Durante años hemos sabido que los tirajes de los grandes diarios mexicanos, El
Universal, El Excélsior, El Reforma, La Jornada son maquillados con la única
finalidad de conseguir inversión de anunciantes, de la misma manera que lo han
hecho las televisoras y en especial Televisa desde hace décadas al ser quien
mide y publica ratings que cada día es más evidente que son falsos.
De acuerdo con las cifras del último reporte de la
Asociación de Internet MX de los casi ochenta y tres millones de mexicanos
usuario de Internet el 76% busca información, lo que de alguna manera implica
un nicho de oportunidad para los diarios, que en sus ediciones impresas dan
cada día más lástima, tanto las modificaciones de formatos y secciones, como
principalmente en esa falta de lectores reflejada en el número de periódicos
que a mediodía aun se encuentren en los puestos de periódicos y tiendas donde
se expenden.
El País se fundó el 4 de mayo de 1976 y 20 años después el 4
de mayo de 1996 comenzó a publicarse en Internet, después de 23 años no hay
otro medio digital en español con la penetración del diario español. 65
millones de lectores consultan a diario las ediciones impresas y principalmente
de Internet del diario en todo el mundo, un número mayor que el de los
habitantes de España. La estrategia que ha seguido El País en sus 43 años de
existencia demuestra la visión y apertura a cambiar de rumbo de sus directivos.
Escuchan a los lectores y a la sociedad que les dictan muchas de las líneas
editoriales, ya no son sólo los jefes de redacción, ni los editores y por
supuesto mucho menos los dueños y accionistas quienes lo hacen.
¿Por qué en México diarios como EL Universal o Excélsior con
más de cien años de existir han sido incapaces de tener esta visión, esta
hambre de ser líderes? ¿Es acaso que la visión de directivos, periodistas de
diarios mexicanos fundados poco después que El País como es el caso de La
Jornada, tan corta y miope que ni siquiera son capaces de atreverse a intentar
descifrar la visión general de lectores en México? ¿Somos los lectores que
queremos seguir teniendo líderes de opinión que nos influyan con su personal
versión de los hechos? ¿Carecemos de criterio en ambos lados de la ecuación
para aceptar que el mundo cambio?
Caño apuntó en otro párrafo de la carta “También en el ámbito digital la situación
sigue siendo aún incierta. La masiva transferencia de lectores de la web a los
teléfonos móviles, así como la aparición de nuevos dispositivos portátiles y de
amenazas recientes como los bloqueadores de publicidad, junto a otras más
conocidas como la instalación de la cultura de la gratuidad, hacen muy complejo
también el horizonte en el terreno de los nuevos medios. Empiezo a tener la
impresión de que el paso del papel a lo digital es solo uno y no el más grande
de los muchos pasos que los periódicos tendremos que dar hasta alcanzar nuestro
verdadero espacio futuro.”
Los medios en México no se entienden si no es por una lucha
de fuerzas entre los dueños de medios con hacer pública información y las
presiones del gobierno para cortar el dinero que hasta hace seis meses otorgaban
los gobiernos a través de la llamada inversión publicitaria. El lector en esta
negociación es lo de menos. Para el empresario y el medio lo importante seguía
siendo negocio. Cuando se tiene una mala prensa como sucede en la mayor parte
de los periódicos mexicanos sin importar la ideología que se quieran atribuir,
la falta de lectores es incapaz de mantener a estos diarios a flote.
La decisión debe ser darle un nuevo valor y diferenciar
entre ediciones impresas e Internet no sólo puede basarse en el dinero que
entre a las empresas informativas a través del dinero del gobierno, que el
presidente ha prometido no habrá, hoy en los tiempos de las Benditas Redes Sociales, creo que lo
veraz, lo contundente, la calidad del reportaje, de la crónica, el análisis y
la columna, la variedad e inclusión de todo tipo de temas en la información. La
voluntad y capacidad de escuchar y leer a los lectores es donde los periódicos
y portales mexicanos pueden tener su evolución en un mundo global, de otra
manera cada vez más ombliguistas los periódicos mexicanos se verán condenados a
convertirse en panfletos y morir. Existen muchas nuevas formas y plataformas
para comunicar y temas más interesantes para los lectores que la política.
La carta completa Antonio Caño se puede consultar en https://elpais.com/elpais/2016/03/03/actualidad/1457031570_991358.html
publicado en roastbrief.com.mx el 29 de mayo de 2019
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