Happy! En su segunda temporada confirma su efectividad a partir de una farsa delirada. lo políticamente incorrecto y del splatter.
Armando Enríquez
Vázquez
De vez en siempre es importante romper con el mundo ideal,
maniqueo y manipulador al estilo Disney o Barbie para regresar a historias
donde delirar, eliminar lo políticamente correcto es regresar a ver ese mundo
que cada día más gente se niega a ver a pesar de encontrarlo en cada una de las
portadas de los diarios, en las pantallas de una televisión amarillista disfrazada
de informativa. Reírnos de los otros, de la tragedia exagerada y permitir que
la farsa llevada a los limites más extraños se convierta cada vez más en una
una parte esencial de nuestra vida para enfrentar ese mundo maniqueo y aséptico
con el que ilusamente muchos sueñan o quieren hacernos pensar como ideal.
En los últimos años se han producido series basadas en
novelas gráficas cercanas al teatro del absurdo, a los poetas malditos y a la
más grotesca farsa de las vanguardias de fines del siglo pasado. Novelas
gráficas surgidas de pumas y dibujantes de gran calidad. Estas series son
también herederas del cine Gore y del Splatter tan desdeñado por
las buenas conciencias. Preacher es un buen ejemplo de esto, aunque la
temporada 3 se haya vuelto excesivamente lenta y sin avance hasta los últimos
dos episodios, se exagera este ejercicio de farsa olvidando la trama y la
narrativa de la serie.
No sucede lo mismo con Happy! Una serie que no tiene
pierde en sus dos temporadas que se complementan o más mejor dicho cuentan una
historia redonda.
Nick Sax, (Christopher Meloni) el peor cliché de policía
despreciable que podamos imaginar; corrupto, soplón, adicto, maltratador de
personas, torturador es el protagonista de la serie. En el primer episodio de
la primera temporada, estrenada a finales de 2017, esta joyita de policía y ser
humano, después de morir por unos instantes descubre que tiene una hija y que
esta niña de nombre Hailey (Bryce Lorenzo) acaba de ser secuestrada en pleno
espectáculo infantil navideño en un parque de la ciudad. La noticia no se la da
la madre de la niña, Amanda Hanssen (Medina Senghore), una prostituta con la
que en algún momento Sax intentó llevar una vida normal en común.
Tampoco se entera de ello por boca de un colega, Nick ya no tiene a ninguno en
la policía. La noticia se la da Happy (Patton Oswalt). Claro que Nick tiene
muchas objeciones para creer a Happy, pero la primera, más obvia y más
importante es que Happy es un unicornio azul, a eso hay que añadirle que
asegura ser el amigo imaginario de Hailey. Después de asesinatos persecuciones
Nick logra salvar a Hailey de las manos de perverso Santa Claus que se encarga
de hacer una lobotomía a los niños para que nunca crezcan. Nick acaba también
acaba con una red de traficantes de niños y pederastas encabezada por un
poderoso y muy popular conductor de programas infantiles llamado Sonny Shine
(Christopher Fitzgerald) que además dirige otro grupo, una especie de secta
sexual dedicada a las orgías de la que Amanda es víctima mientras busca a su
hija, esto me recuerda a alguien que se las quiere seguir dando de cantante
después de delitos similares que cometió ella y su pareja que los pusieron tras
las rejas en Brasil, y me lo recuerda por que al inicio de la segunda temporada
Sonny Shine vive fuera de las rejas y contactándose con personajes muy importantes como el Papa y
tratando de crear una nueva fecha de importancia mercadológica que él espera
que sea la Pascua.
La segunda temporada tiene a Nick trabajando como taxista, a
Amanda luchando por eliminar ese momento traumático de la temporada anterior,
los más confundidos de los personajes son Hailey que lucha por equilibrar el
descubrimiento de su padre, su profesión, su forma de ser y su propia
experiencia con los criminales de la primera temporada con la normalidad
que presumen vivir sus compañeras de escuela. Y Happy que se ha vuelto
invisible para la niña por la madurez y su confrontación brutal con la
realidad, ahora el único que puede ver al unicornio azul es el ex detective,
viviendo su triste realidad e intentando ser algo que no es: un padre.
Las aventuras con miembros de diferentes grupos criminales,
la desquiciada mente de Smoothie (Patrick Fischler) quien sobrevive a las balas
de Nick Sax y su antagonista la detective Meredith McCarty (Lili Mirojnick) a
la que traicionó en el pasado, para vengarse de Nick tratando de proteger a
Hailey.
La desvergüenza, el mal gusto y las obsesiones y
perversiones sexuales de Sonny Shine, junto con la irreverencia rayando en la
vulgaridad con la que esta escrita la serie y sus secuencias se complementan y
nos obligan a la terrible reflexión sobre la sociedad contemporánea de consumo
y los grupos de poder que son intocables en sus perversiones y sus acciones
hedonistas y egoístas que afectan de manera directa al resto de la sociedad.
Donde para ellos la vida no vale nada. La premisa de la violencia física contra
la violencia de los grupos del poder, hace que Happy! sea realmente una
serie subversiva y de contracultura.
Happy! En su segunda temporada confirma su
efectividad a partir de una farsa delirada y del splatter. Si es muy
claro que esta serie no es apta para todos y no tiene que ver con un asunto de
madurez o alguna de esas tonterías, es un asunto de gustos torcidos, hay
quienes prefieren historias igual de siniestras disfrazadas y que son sólo
malas y maniqueas producciones, como por ejemplo dos de las principales series
mexicanas para Netflix; La Casa de la Flores y el Biopic de Luis Miguel
que tienen un éxito de pena ajena.
El cuestionamiento final de Happy! tiene que ver como en la premisa de Preacher
: ¿Acaso Dios ha abandonado a la humanidad o no será todo lo contrario?
La novela Gráfica fue escrita por Grant Morrison e ilustrada
por Darick Robertson y consta de 4 entregas, Syfy que fue la encargada de
producir la serie creada por Morrison y Brian Taylor y 8 capítulos fueron
dirigidos por Robertson. Los fanáticos de la serie le han pedido a Netflix que
la retome para su tercera temporada, pero no hay respuesta aún.
publicado en roastbrief.com,mx el 29 de julio de 2019
imagen SYFY
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