Este defensivo de los Osos de Chicago llegó a ser conocido
como “el hombre más malo del futbol americano”, pero su verdadero apodo era La
Garra.
Armando Enríquez
Vázquez
El Salón de la Fama del Futbol Americano decidió reconocer
en el año del centenario a Ed Sprinkle un jugador de los Osos de Chicago, que
jugó de esquinero, linebacker y guardia defensivo. Probablemente no hayas
escuchado hablar de él, pues jugó para la franquicia de Chicago de 1944 a 1955,
pero en sus días gracias a un periodista sensacionalista fue etiquetado como “El
hombre más malo del emparrillado”, refiriéndose a él como un jugador que
gustaba de golpear de más a sus adversarios, Sprinkle aclaró en una entrevista
cuando ya estaba retirado que golpeaba no más que cualquier otro jugador
aquellos años. Un jugador que pegaba lo más duro que podía en cada ocasión,
algo que creo sigue siendo un requisito para un buen jugador de futbol
americano. Golpear duro no quiere decir hacerlo de manera sucia, ni con el objetivo
de lastimar al contrincante. Al interior del equipo y entre los aficionados de Chicago
se le llamaba sencillamente La Garra, por ser un jugador extremadamente
competitivo y rudo.
Ed Sprinkle nació el 3 de septiembre de 1923 en el pueblo de
Bradshaw en Texas. Jugó para una pequeña universidad de Abilene en su estado
natal llamada Universidad Hardin-Simmons y en los años de la II Guerra Mundial
se destacó con la Marina de Estados Unidos. George Halas siempre buscando ganar
talentos a los demás equipos, firmó a Sprinkle en 1944 fuera de reclutamiento
de egresados universitarios.
Sprinkle debutó en la temporada de 1944 y de inmediato comenzó
a cobrar fama como uno de los jugadores más agresivos de la liga, el legendario
quarterback Y.A. Title en una entrevista una vez terminada su carrera declaró
que cuando los quaterbacks jugaban en contra de los Osos, era necesario
mantener un ojo en los receptores porque el otro debía vigilar a Sprinkle.
Halas estaba encantado con el jugador y con la forma en que
detenía a los quarterbacks, a los corredores y receptores.
En 1946, los Osos de Chicago llegaron a la final de la NFL y
enfrentaron a los Gigantes de Nueva York en casa de los Neoyorquinos, los Osos
ganaron esa tarde por marcador de 24 a 14. Este es un juego que además de ser
uno de los más físicos en la historia de los juegos de campeonato, se dice que
tres jugadores de los Gigantes fueron lastimados por Sprinkle y el quarterback
de los Osos, Sid Luckman, lo califico como el juego más violento de la
historia, pero el juego es negramente famoso porque se descubrió un intento por
arreglar el juego de campeonato, al menos dos jugadores de los Gigantes fueron
sobornados para dejarse ganar por la mafia de apostadores de Nueva York.
El juego fue un gran juego y de acuerdo con Sprinkle fue el momento
más brillante de su carrera y uno de los mejores juegos en los que participó.
A lo largo de 12 temporadas Sprinkle jugó 132 encuentros con
el jersey de los Osos. Se retiró al finalizar la temporada de 1955. En 1962 regresó
al futbol americano profesional como entrenador asistente de los Titanes de
Nueva York de la recién formada AFL.
Ed Sprinkle una de las figuras icónicas de los Osos fue
reconocido al interior de su equipo al ser incluido en el circulo de honor del
equipo en 2009.
Ed Sprinkle murió el 28 de julio de 2014 en Palos Heights,
Illinois.
Imagen: wikipedia.org
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