Creada por una actriz española avecindada en México y
como réplica de una popular muñeca española, esta muñeca tiene más de 55 años
de existir.
Armando Enríquez
Vázquez
En las décadas de los setenta y ochenta en la calle de
Parroquia y Avenida Insurgentes contra esquina a la explanada que da entrada al
Puerto de Liverpool de Insurgentes, había una serie de locales unidos por un
pasillo exterior elevado. Uno de esos locales era un restaurante llamado Alden
al que como estudiante acudía con los compañeros de pinta a tomar café. En uno
de los locales aledaños se vendía una muñeca que se llamaba Juanita Pérez.
Juanita Pérez era una especie de celebridad entre los
juguetes para niñas, Lily-Ledy y Plastimarx no competían con esas
muñecas que eran para un mercado menos popular.
En Canal 5, que se especializaba durante mañanas y tardes en
programación infantil, eventualmente se promocionaba a la muñeca. Con la
destrucción de ese corredor de locales en 1999 para la creación de Plaza
Galerías la tienda desapareció.
La historia de esta muñeca que ahora se vende en almacenes y
por internet está relacionada con una mujer que llegó de España a México en los
años 50 y actuó en un puñado de películas en la decadencia de la llamada Época
de Oro del Cine Mexicano.
Guillermina Green nació en 1924 en Sevilla, España. En la
década de los años cuarenta actuó en algunas películas en España y a diferencia
de los exiliados españoles de la Guerra Civil, llegó a México después de
finalizar la II Guerra Mundial y cuando la economía española estaba por el
suelo, creyendo que aquí iba a hacer una gran carrera en el cine, como sucedió
con algunos de sus paisanos, sin embargo, y a pesar de haber participado en
seis películas en un año, 1950, solo una de ellas es recordada, el mediocre melodrama
ranchero También de dolor se canta. Su carrera como actriz terminó
pronto pues se casó con el productor de cine Guillermo Calderón Stell, desde
ese momento Guillermina se dedicó a ser un ama de casa.
En 1962 viajó a España, su situación se lo permitía al no
ser una exiliada política como la gran mayoría de la comunidad española en
nuestro país en esos años. En ese viaje conoció una muñeca española llamada
Mariquita Pérez, lo que le dio la idea de adaptar el concepto a México, en esos
años el comercio exterior mexicano era muy limitado debido a las leyes
proteccionistas que prevalecían en nuestro país y que contribuyeron una década
después a tener un pésimo desarrollo industrial, carente de calidad y de
interés por el consumidor.
Guillermina creó entonces a Juanita Pérez. A lo largo de 58
años la muñeca se ha mantenido en oferta. Juanita tiene diferentes vestuarios y
estilos que se pueden comprar por separado para mantener a la muñeca a la moda o
vestirla de eventos especiales. De acuerdo con un reportaje de Marina Angulo
publicado en 2014 en el diario El Universal, la empresa decidió crear un
universo alrededor de Juanita, de la misma manera que otras muñecas exitosas,
se inventó una familia Pérez con hermanos y hermanas, que con el tiempo
desapareció. Hoy Juanita es la única de la familia.
La muñeca es un símbolo de una época de nuestro país y sobre
todo de la clase media de esos años; blanca, de ojos claros Juanita es un
recordatorio de los complejos de los hoy llamados Whitexicans.
Guillermina murió en 2006 en la Ciudad de México, desde
entonces es su hija Ana Laura Calderón la cabeza de la empresa, que se mantiene
de manera marginal, pero sobrevive.
publicado en thepoint.com.mx el 22 de junio de 2020
imagen juanitaperez.com.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario