Armando Enríquez Vázquez
La empresa productora de podcast Gimlet produjo en
2018 un podcast de ciencia ficción que vale la pena escuchar. El nombre es Sandra
y se puede escuchar de manera directa en la pagina de la empresa o en cualquier
plataforma de podcast.
Sandra es una fábula en 7 capítulos acerca del lado
humano de la tecnología y los errores que cometemos los humanos cuando jugamos
con ella.
Sandra es una metáfora de Alexa de Amazon o Siri
de Apple; una aplicación que puede contestar las dudas de usuario y
“ayudarlo” a lo largo de su diario vivir.
En el caso de la serie la aplicación se llama Sandra,
pero a diferencia de las aplicaciones de Amazon o Apple, Sandra es
operada por cientos de seres humanos dedicados a responder preguntas y resolver
situaciones específicas del usuario. Sus voces son convertidas es una misma voz
que es Sandra
La historia nos cuenta el ingreso de una nueva empleada a la
empresa que administra y opera a Sandra. Helen Perera (Alia Shawkat), es
una joven a punto de divorciarse de un hombre demasiado problemático, el
clásico ignorante, vividor, macho de cualquier pueblo del centro de Estados
Unidos como lo es pequeño pueblo donde vive Helen y donde están las oficinas de
la empresa creadora de Sandra, para Helen que se casó durante su
adolescencia, este trabajo es una luz al final del camino para un mejor futuro
y su única forma de evadirse de su realidad y de su entorno. Tras la entrevista
final por parte de la sección de recursos humanos de la empresa, Helen es
asignada a la sección de pájaros de Sandra. Desde su diadema
constantemente conectada Helen tiene como trabajo el ayudar a los usuarios de
Sandra a resolver sus dudas sobre las aves. La voz de Sandra es la de la
actriz Kristen Wiig, conocida para los aficionados a SNL.
Como es de esperarse no todos los usuarios son ideales:
adolescentes escatológicos, niños que juegan con la aplicación o personas solas
que se comunican con la aplicación en busca de compañía, borrachos obscenos.
Helen, en un momento de impotencia, decide apartarse de su línea de temática
cuando en medio de una consulta y hacer de consejera de una de las usuarias a
la que ayuda a tomar la decisión de separarse de su abusiva pareja, lo que para
sorpresa de Helen en lugar de hacerla merecedora de una llamada de atención,
hace que su jefe Dustin (Ethan Hawke) la aliente a seguir por ese camino pues
así logra que el usuario tenga una experiencia más personalizada y por lo tanto
tenga un mayor engagement con la marca.
Este apoyo aunado a la ciega confianza y arrogante posición
de Helen, junto con las acciones de Donny (Christopher Abbot), el marido de
Helen que pone, como es de esperarse, condiciones absurdas para firmar los
papeles del divorcio y la aparición de un usuario desolado, Tad (Avi Rothman)
que parece dependiente de la aplicación y con el que Helen comienza una
relación a partir de su aparente empática soledad, desatan rápidamente el
conflicto de la historia.
La propuesta de Sandra y la narrativa nos obliga a
reflexionar no sólo en la tecnología, sino acerca de lo realmente confiable que
esta es y si es cierto el asunto del desarrollo de la Inteligencia Artificial
como nos quieren hacer ver. Acerca de cómo son más importantes la ganancias de
una empresa que la verdadera calidad del producto. Acerca de lo humano que aun
hoy esta detrás de la tecnología. Sandra es una especie de Black
Mirror. Más ingenua, menos totalitaria Sandra es una historia que
vale la pena escuchar, con un extraordinario reparto como ya ha quedado en
claro, otra de las ventajas es que ninguno de los capítulos llega a los 23
minutos de duración, lo que hace que uno pueda escuchar Sandra de un
jalón.
Escrita y creada por Kevin Moffet y Matthew Derby el podcast
no produjo nuevos episodios después de esos primeros siete a pesar que su final
que es muy abierto y puede no gustar a los racionalistas millenials que buscan
las razones y explicaciones mal llamadas lógicas de todo, invitaba para algunos
episodios más.
Se especuló si los derechos de Sandra habían sido
adquiridos por una empresa de producción de series de video, incluso se ha
mencionado a un productor de nombre Paul Lee para la adaptación en la pantalla
de tele o computadora. A diferencia de otros podcasts, no existe indicio alguno
que implique que Sandra se esté produciendo, en mi opinión personal. el
encanto de Sandra radica en ser un producto totalmente auditivo y así como en
las viejas radionovelas nos permita imaginar ese infinito call center
perdido en medio de Estados Unidos, que además por su estructura narrativa a
partir de consultas de audio permite que sea más llamativo en su formato de podcast.
imagen gimletmedia.com
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