Armando Enríquez Vázquez
El gran Martin Scorsese escribió; “El asunto con Robert Johnson es que únicamente existió en sus grabaciones, todo lo demás es pura leyenda”.
Por donde iniciar una historia basada en leyendas, en historias orales, en rumores, en la mala memoria de aquellos viejos que tenían que contarla cuando el interés se despertó de nuevo por el personaje, muchos años después de su muerte. Tal vez, por aquella noche en la que cambió la vida de nuestro personaje. Pero esa noche, es la mayor de todas esas leyendas.
No existe una fecha, apenas vaguedad sobre el lugar donde esto ocurrió, unos dicen que fue en la actual intersección de las carreteras interestatales 61 y 49 en Clarksdale, Missouri, otros dicen que esto no puede ser porque el tipo de blues que interpretaba Robert Johnson interpretaba y que se conoce como Delta Blues, por ser típico de los poblados del delta del Mississippi, no se tocaba en esos años en esa región, entonces ponen el lugar del encuentro en la intersección de las carreteras 1 y 8 en Rosedale, Missouri. Se sabe que tras la muerte de su esposa, Robert Leroy Johnson, que en ese momento contaba con diecinueve años de edad, decidió volverse un músico itinerante. Acompañado sólo de su guitarra Robert caminaba una noche por las oscuras carreteras de Missouri, al llegar a una encrucijada se topó con un hombre negro bien vestido sentado en un tronco a la orilla del camino, que lo reconoció de inmediato y lo llamó por su nombre. Aquel hombre increpó a Johnson preguntándole si quería ser toda su vida un hombre mediocre con una guitarra o quería ser un el mejor músico de la región y tener todo el whisky y las mujeres que un músico podía tener. Johnson temeroso de este hombre aparecido de la nada, en medio de la noche, escuchó la proposición que le estaba haciendo. Al lado del hombre un sabueso aullaba de una manera especial, el hombre le hizo saber a Johnson que aquel sabueso le pertenecía y no estaba a la venta pero el sonido que producía el perro podía ser de Johnson. Ese sonido era el del Blues del delta y el precio que el hombre le ponía era nada más y nada menos que el alma de Robert Johnson. Johnson aceptó y se convirtió en los siguientes años en uno de los maestros y músico de mayor influencia en la escena del blues, el jazz y el rock en inglés.
Otros dicen Johnson molesto por su mala suerte, desesperado por la muerte de su mujer y renegando de Dios fue a la encrucijada a la medianoche y por medio de un conjuro llamó al Diablo para hacer el pacto. El Diablo una vez ahí tomó la guitarra de Johnson y la afinó, dándole de esta manera la maestría que necesitaba Robert Johnson para resaltar en su carrera musical.
Robert Johnson anduvo todos los caminos que pudo, acompañado de otros músicos o solo llegó hasta Canadá, Nueva York y Chicago tocando en toda clase de antros de mala muerte o en las esquinas, por unas monedas, durmiendo en la casa de mujeres a las que seducía o de otras con las que al parecer establecía relaciones que servían para cada vez que pasaba por el lugar.
Se dice que Robert Leroy Johnson nació el 8 de mayo de 1911, al menos esa es la fecha que se cree la verdadera, en un poblado llamado Hazlehurst, Mississippi. Aunque algunos dicen que nació en 1912.
Sobre su muerte también existen variaciones sobre el mismo tema y teorías que con el tiempo van surgiendo. Supuestamente en 1938 durante una de sus giras cerca de otro pueblo sin gloria llamado Greenswood en Mississippi, Johnson fue envenenado por un esposo cornudo, quien supuestamente puso al alcance del guitarrista una botella de whisky con estricnina. A pesar de las advertencias de un compañero músico, que le recomendó a Johnson no beber de una botella abierta y tal vez pensando en que su pacto lo hacía inmortal, Robert bebió. Murió tres días después entre convulsiones en un hospital. Tenía 27 años de edad. Algunos de sus biógrafos creen que el veneno no era estricnina por el tiempo que agonizó y tardó en morir el músico.
De las pocas cosas irrefutables que se saben de Robert Leroy Johnson son las fechas que lo llevarían a la posteridad. En 1936, Noviembre 23, 26 y 27 y siete meses después 19 y 20 de Junio de 1937 las dos veces que grabó su música, para un productor de nombre Don Law, que trabajaba para la American Record Company y estaba ansioso de grabar a los músicos del Blues.
Al momento de su muerte seis sencillos de los que grabó habían salido a la venta, sin mucho éxito.
Nadie sabe donde está enterrado el músico y al menos tres cementerios se disputan el ser el lugar donde los restos del virtuoso de la música se encuentran.
Robert Johnson fue elegido para el salón de la fama del Rock and Roll como una de las primeras influencias de la música en 1986. El mismo salón de la fama ha mencionado 4 de las canciones de Johnson entre las 500 canciones que forjaron al rock: “Sweet Home Chicago”, “Cross Road Blues”, “Hellhound on my Trail” y “Love in Vain”.
El año pasado para celebrar el centenario de su nacimiento Sony lanzo a la venta una versión remasterizada de 2 CD con todos los temas que Johnson grabó en 1936 y 1937.
Eric Clapton, lo llamó: “El más importante músico del blues que haya existido.” Robert Plant se refirió a él diciendo: “Robert Johnson , a quien todos le debemos nuestra existencia, en cierta forma.” Otros como los Rolling Stones han grabado covers de algunos de sus temas o han hecho nuevas versiones de los mismos, reconociendo, así, la importancia de este misterioso hombre que vagó por los caminos y carreteras rurales de los Estados Unidos en la década de los 30 del siglo pasado.
Publicado en the point.com.mx el 1 de Marzo de 2012
Foto: Cortesía latimesblogs.latimes.com
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