De acuerdo con la NFL
el jugador más temido al momento de taclear en su historia es este hombre que
jugó toda su carrera profesional con los Osos de Chicago.
Armando Enríquez
Vázquez
Alguna vez MacArthur Lane, corredor de los Green Bay Packers,
declaró; si tuviera la oportunidad de elegir,
preferiría enfrentarme uno a uno contra un oso grizzli. Así de fiero fue Dick Butkus en el
emparrillado. Para muchos el mejor Linebacker que ha existido en el futbol
americano profesional.
Dick Butkus, nació en la ciudad de Chicago el 9 de diciembre
de 1942. Butkus fue el menor de ocho hermanos y desde que cursaba el quinto año
de primaria sabía lo que quería ser; jugador profesional de futbol americano.
Desde esa edad se mentalizó para convertirse en el prototipo de un jugador
desde el punto de vista de los aficionado. Un jugador fiero e implacable. En sus
años como jugador colegial para la Universidad de Illinois, donde jugó como
Centro y Linebacker, Butkus se distinguió al ganar de manera consecutiva en
1963 y 1964 el premio All American.
Al iniciar su elegibilidad para jugar de manera profesional,
en 1965, Butkus fue seleccionado por los Osos de Chicago de la NFL y por lo Broncos
de Denver de la recién creada AFL. La decisión para el joven nacido en Chicago
no fue difícil a pesar de que durante su infancia era aficionado a los entonces
Cardenales de Chicago y no a los Osos.
En su primer juego como profesional Butkus sobresalió al
realizar 11 tacleadas por si sólo contra los 49 de San Francisco. Butkus fue
sin duda uno de los linebackers más despiadados que haya pisado alguna vez el
emparrillado, sus oponentes y hasta sus compañeros le temían. De acuerdo con
sus palabras tenía un método para salir cada domingo al terreno de juego listo para
enfrentar al adversario; antes de que iniciara un juego buscaba la manera de
enojarse para poder actuar de la mejor manera. Si, por ejemplo, durante la práctica
final escuchaba a alguno de los miembros del equipo contrario reírse, utilizaba
esa risa para alimentar su furia pretendiendo que se estaba burlando de él o de
los Osos de Chicago.
Casi todos los que jugaron mientras Butkus estuvo activo y
lo enfrentaron tienen una anécdota que ejemplifica la forma en que Butkus
entendía y jugaba el futbol americano.
Tom Landry, el legendario entrenador de los Vaqueros de
Dallas, alguna vez contó la historia de un centro novato de los Vaqueros que
quedó impactado y atemorizado en su primera jugada únicamente con los gruñidos
y ruidos con los que Butkus hacía desde posición para intimidarlo.
Dan Reeves, corredor, también de los Vaqueros y más tarde
entrenador de los Broncos de Denver declaró: Era tan competitivo que no sólo intentaba que no ganaras una yarda,
Butkus hacía lo imposible por qué no recorrieras ni una pulgada. En cuanto
tenías el balón en tu poder sabías que te habías convertido en el enemigo.
Se dice que Butkus conmocionó en una patada de regresó al
famoso LC Greenwood de los Acereros de Pittsburgh.
Bart Starr, el legendario quarterback de los Green Bay Packers
declaró que fue Butkus, quien al llegar a los Oso y gracias a su forma de jugar
quien levantó y de hecho, había creado a la defensiva de los Osos de finales de
los años sesenta, principios de los setenta.
Pero jugar duro, golpear duro, tener los ojos fijos en el
balón buscando la manera de que el adversario perdiera el balón, intimidarlo
para que dudara si volver a agarrar el ovoide, también hicieron que Dick Butkus
pagara un precio y comenzó a sufrir de lesiones en las rodillas, que por su
gravedad obligaron al jugador a retirarse, tras una carrera que no fue muy
longeva,.
En 1974 y sin haber pertenecido a ningún otro equipo fuera
de los Osos de Chicago, Dick Butkus se retiró del futbol americano. La dedicación
con la que jugó durante las nueve temporadas que duró su carrera en la NFL fue
ejemplar. Fueron esos años malos para los Osos y únicamente tuvieron dos
temporadas ganadoras, pero eso jamás se interpuso entre su amor por el deporte
y la dedicación de Butkus.
En tan sólo nueve años de carrera los números que logró
Butkus son impresionantes; 1020 tacleadas, 489 asistencias, 22 intercepciones y
25 fumbles recuperados, marca que a la fecha ocupa el tercer lugar de todos los
tiempos, pero que Butkus logró en tan sólo 9 temporadas, mientras que los dos
jugadores que se encuentran por encima de él en este departamento Jim Marshall
con 29 y Rickey Jackson con 28 tardaron 20 y 15 años respectivamente en
recuperar ese número de fumbles.
Butkus no estuvo conforme con la forma en que los problemas
de sus rodillas fueron tratados y demandó a los Osos. Al final llegó a un
acuerdo. El número 51 que durante nueve años utilizó Butkus es uno de los
números que han sido retirados de la franquicia para que nadie lo pueda
utilizar.
En 1979, Dick Butkus se convirtió en miembro del Salón de la
Fama del Futbol americano profesional y es de los pocos Jugadores que también
es miembro del Salón de la Fama del futbol americano colegial. En 2008 se
instituyó el premio Dick Butkus al mejor linebacker colegial de la temporada.
Dick Butkus vive en Chicago.
Imagenes: nflssick-mike.blogspot.com
suntimes.com
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