Uno de los más
prolíficos e importantes artistas gráficos del siglo XX en nuestro país
también, colaboró con la firma Bayer en publicidad y comunicación interna,
además de diseñar cientos de carteles para el cine nacional.
Armando Enríquez
Vázquez.
Dentro de la plástica y la gráfica nacional pocos artistas
han tenido la alegría y la sensualidad que dibujó con una elegancia muy lejana
al nacionalismo que proclamaban los tres muralistas socialistas que después de
la Revolución dictaban el estilo de la pintura en nuestro país, como Ernesto
García Cabral, El Chango.
En 1943 en un texto Diego Rivera parece un elogiarlo, aunque
se notan ciertos tintes de reproche:
Si Cabral, hubiera
tenido menos éxitos femeninos en París, probablemente hubiera trabajado más en
los problemas técnicos de la pintura; su alegre facilidad por los placeres lo
empujó a la obra rápida que puede hacerse en unos cuantos minutos de juerga
alegre. De todas maneras, G. Cabral es hoy una personalidad nacional e
internacional
A lo largo de su vida el talento de Cabral lo hizo realizar
murales en México y en el extranjero de la misma forma que lo hizo Diego en su
momento. Cabral fue un personaje extrovertido y carismático que conoció a todo
tipo de personalidades, su obra es muy extensa y abarca no sólo la pintura,
realizó las portadas e ilustraciones para la Revista de Revistas, Jueves
de Excélsior, por más de veinte años pero además es el responsable de
cientos de carteles de cine para muchos de los clásicos del cine nacional, eso
sin contar su trabajo en publicidad que está un tanto cuanto olvidado.
Ernesto García Cabral a quien apodaban el Chango nació en
Huatusco Veracruz el 18 de diciembre de 1890. Demostró su interés y talento en
el dibujo desde los primeros años de vida. A los doce años daba clases de
dibujo en la escuela de su pueblo natal y en 1906 el alcalde de Huatusco pidió
al gobernador de Veracruz, Teodoro A. Dehesa, su apoyo para conseguir una beca
para el joven García Cabral, al año siguiente el gobernador otorgó a Ernesto
García Cabral la esperada beca para estudiar en la Academia de San Carlos en la
Ciudad de México.
Casi desde su llegada El
Chango comenzó a colaborar en diferentes diarios con sus caricaturas, en
1910 trabaja para las revistas Frivolidades
y La Tarántula. Fortunato
Herrerías su jefe fue testigo del levantamiento en armas de los Serdán en
Puebla y se comunicó inmediatamente vía telégrafo con García Cabral para
describirle lo que vio y el dibujante pudiera llevar a cabo una serie de
ilustraciones que acompañaran el reportaje de Herrerías. García Cabral realizó
10 ilustraciones del suceso que hoy se encuentran en el recinto del museo de la
Revolución en Puebla y que son consideradas las primeras imágenes del conflicto
armado.
Las caricaturas que García Cabral hizo de Madero, una vez
que este se convierte en candidato y más tarde en presidente de la República le
hacen ganar una beca del gobierno a Paris. Ya en la capital francesa García
Cabral conoce a una serie de intelectuales y personajes tanto nacionales como
extranjeros. Es en esa época cuando conoce a Diego Rivera, pero más importante
es la relación que entabla con Isidro Fabela que le consigue un trabajo en la
embajada y cuando Madero es asesinado y la beca se termina, Fabela ayudó a El Chango a huir a Argentina donde de
igual manera trabaja en la embajada de México, aunque también en ambos países se
dedicó a publicar caricaturas en diferentes medios. En 1918 regresó a México y
comenzó a colaborar con Revista de
Revistas donde muchas de sus portadas serán claros ejemplo del art deco,
que muestran imágenes distintas a esa visión idílica y campirana que muchos
querían hacer ver de México.
Hay una de una mujer bailando, dibujada en 1925, podemos pensar
que es una striper y la audiencia netamente masculina son siluetas en negro que
hacen pensar en el diseño más de ochenta años después de los primeros posters de Mad Men. Una arlequín de 1927 que es
una obra de arte por su movilidad. Una mujer a la moda cuya silueta es dibujada
por el viento que ciñe su ropa al cuerpo para dejar al descubierto la sexual
silueta de la joven.
García Cabral tiene un papel fundamental en la publicidad de
nuestro país, no únicamente por los cientos de carteles publicitarios que
realizó a lo largo de su vida para clientes de todo tipo y tamaño, sino por la
visión clara y especifica que tenía de la función del cartel publicitario. El Chango, jamás fundó o participó de
manera directa en una agencia de publicidad, pero muestra de su gran talento es
el editorial que hizo para la revista Fantoche
Semanario Loco, de la cual fue subdirector.
Fantoche un payaso chaparro y calvo increpa a los posibles
anunciantes en el cuarto número de la revista:
Un momento señor
anunciante: Intente convencerme de que un anuncio con un humor sano no es
efectivo. Demuéstreme que un anuncio alegre no es del interés general.
Demuéstreme que yo, Fantoche, no soy y nunca seré el más original personaje.
Demuéstreme que sin anuncios graciosos el interés de los lectores está
satisfecho, que leerán sin problema las páginas de una revista. Demuéstreme que
saldré de la circulación y que ya no lo haré de la forma barbará en que lo he
hecho. Demuéstreme que lo gracioso no genera optimismo y de que no revela una
gran cultura. Por último demuéstreme que por estas razones usted retirará su
publicidad. ¡Demuéstreme!
En el transcurso de la semana más de ochenta empresas
contactaron con el caricaturista para anunciar sus productos con él.
La alianza estratégica más importante de García Cabral en su
vida la hizo con la farmacéutica alemana Bayer. García Cabral trabajó con la
marca de 1926 a 1964, haciendo anuarios con caricaturas de los más importantes
médicos en México, carteles comerciales y encargándose de las ilustraciones
para una publicación de Bayer llamada Gacetilla
Bayer.
En 1940, El Chango
García Cabral incursionó en el campo de la promoción cinematográfica al diseñar
la campaña de stills y carteles para la película Ahí está el detalle protagonizada por Cantinflas, dirigida por Juan
Bustillos Oro y producida por Grovas-Oro Films.
Así comenzó otra etapa en la vida artística de Ernesto
García Cabral, hay que mencionar que el Chango había ya tenido un par de
acercamiento con el arte del siglo XX, como actor en películas del cine mudo
mexicano en la década de los veinte, pero su paso como actor fue sin pena ni
gloria, en cambio los carteles que creó para diferentes películas mexicanas
aprovechando su talento artístico son verdaderas obras de arte y de colección.
Entre las películas para las que El
Chango realizó carteles se encuentran; El
Rey del barrio, El revoltoso, Viaje a la Luna, El bello durmiente, todas
ellas protagonizadas por Tin Tán, Las
tres alegres comadres, ¡Qué lindo cha cha cha!, Dicen que soy comunista, Miradas
que matan, Águila o sol, entre muchas otras.
El Chango fue un
hombre de su siglo y también participó en la televisión en dos momentos de su
vida. En dos programas que alineaban a un grupo de caricaturistas. En 1952 en Duelo de Dibujantes Raleigh y seis años
después en Puntadas Pintadas.
Ernesto García Cabral murió el 8 de agosto de 1968.
Gracias a la labor de sus hijos y nietos y bajo la
iniciativa de Juan José Arreola en 1978 se fundó el Taller de Ernesto García
Cabral dedicado a recuperar y promover la obra del artista a la fecha se han
catalogado más de quince mil obras del autor.
publicado por thepoint.com.mx el 11 de mayo de 2015
imagenes: cabral.com.mx
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