Actualmente existen muchas corrientes de pensamiento entre las ciudadanos comunes y corrientes que rechazan los espacios informativos, y con justificada razón.
Armando Enríquez Vázquez.
Iniciar el año, después de haber leído en los principales
diarios y medios tradicionales de comunicación los mejores deseos y éxito por
venir a sus audiencias, leyendo en un portal informativo internacional, que tan
sólo una horas antes resaltaba la pirotecnia con la que el mundo entero recibió
el año nuevo, que una mujer de 91 años en un momento de ira asesinó con un
cuchillo a su hermana menor de 86 años de edad resulta no sólo una paradoja, sino
un claro indicio de que en el mundo en el que vivimos, la agenda informativa
mundial se mueve entre la nota roja y el miedo a nuestro entorno cotidiano.
Conforme avanzan los días las notas de asesinatos, capturas de criminales y
accidentes en lejanas partes del mundo van regresando a la normalidad a los
medios.
Actualmente existen muchas corrientes de pensamiento entre
las ciudadanos comunes y corrientes que rechazan los espacios informativos, y
con justificada razón, por lo negativo, sensacionalista y superficial de la información
que ponen a las manos de los lectores, audiencias y receptores de sus mensajes.
Y junto con las noticias que parecen acrecentar la idea de
una inseguridad social, abundan la de una inseguridad financiera en un planeta
donde el 1% de la población administra las riquezas del planeta ayudado por
organismos manejados por criminales de cuello blanco como el FMI y su
Gerente Directora, Christine Lagarde
quién sin compasión alguna lleva años sentenciando a los griegos a la miseria,
mientras ella tiene cuentas pendientes con la ley en Francia.
El colmo de los medios tradicionales de comunicación es, tristemente,
cuando llegan como lo vemos constantemente, a ser irónicos cuando presentan
ante nosotros una información optimista o que promete un mejor futuro. La
ciencia y la cultura merecen un lugar aparte que parece no tener relación con
el vulgar mundo en el que vivimos dominado por la nota roja, la llamada nota
rosa, la nota amarilla, la política que abarca todos estos colores y la nota de
corrupción que mata a todas las anteriores. La agenda informativa de los medios
tradicionales oscila entre la frivolidad y el enojo.
Por grave que una nota roja parezca, por lo general sucede a
miles de kilómetros de la mayoría de los lectores. Los medios tradicionales buscan
fincar el miedo y la desesperanza entre sus lectores y audiencias y cada día
más basados en la falsa premisa de ser palancas en favor de los señores del
poder, de creer servir como presión a políticos, lo medios se convierten en los
órganos de propaganda que tanto quieren los políticos y hubieran envidiado
Stalin o Hitler. Esto sucede no sólo en México, si no en la mayoría de los
países.
Estados Unidos, es sin duda uno de los mejores ejemplos del
fascismo mediático y de la falsa democracia gracias a una prensa insustancial,
a cadenas de televisión como FoxNews y MSNBC que carecen de análisis y viven en
un miedo nostálgico sobre la llegada del comunismo, hoy difunto, a las tierras
de los paladines de la libertad. No
en vano el surgimiento de todos los súper héroes y comics en las pantallas de
televisión y cine tratando infantilmente de validar una democracia que no es
directa.
Sumergidos en este abuso de ruido dizque informativo, en una
sobreinformación intrascendente, sólo nos queda el ser en extremo selectivos,
leer y cruzar las notas de diferentes medios, aprender a leer entre líneas para
entender que a un gobierno, como el de Enrique Peña Nieto, le importa más
hundir a empresas y empresarios mexicanos de larga trayectoria y orgullo del
país como Bernardo Quintana de ICA y defender a los empresarios corruptos como José
Andrés de Oteyza, ex secretario de gobierno durante la presidencia de José
López Portillo, hoy directivo de OHL o de Olegario Vazquez Raña, soldado
incondicional del partido en el poder desde tiempos de Luis Echeverría y más
tarde de Vicente Fox, cuyas empresas e intereses se han visto beneficiados
durante el sexenio del mexiquense también.
Hoy el periodismo ya no surge únicamente desde la academia,
las aulas de las escuelas o las redacciones de los diarios, como en muchas
otras profesiones y oficios un enorme número de ciudadanos han finalmente
decidido escuchar su voz y ejercer desde la libertad que permite la nueva
realidad; a través de redes sociales, de blogs, videoblogs y podcasts manifestando
puntos de vista diferentes a los dictados por lo intereses empresariales de los
dueños de los medios. Hoy es desde esta trinchera debemos impedir el
florecimiento de la estulticia y la manipulación. Del fácil aplauso a cualquier
acción de gobierno, ser críticos de todas las dictaduras de derecha e izquierda
que se quieren imponer con visiones populistas y populacheras que poco o nada
tiene que ver con el bienestar de la nación. Desde Javier Duarte hasta Ricardo
Monreal, pasando por Graco Ramírez y Francisco Vega Lamadrid, debemos aprender
a puntualizar todos sus actos de autoritarismo y sus logros, porque somos y
debemos demostrar nuestra inteligencia y nuestro amor por México.
Porque en un mundo globalizado no podemos permitir la
tiranía de organismos como el FMI o el Banco Mundial, como también debemos
decirle a los políticos tradicionales del mundo, que ellos y sus medios
tradicionales de comunicación que el mundo ya cambio y ellos no se han querido
dar cuenta.
publicado en blureport.com.mx el 5 de enero de 2016
imagen: DeathtoStock.
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