sábado, 9 de enero de 2016

Información y democracia; nuestro Internet.



Actualmente existen muchas corrientes de pensamiento entre las ciudadanos comunes y corrientes que rechazan los espacios informativos, y con justificada razón.

Armando Enríquez Vázquez.

Iniciar el año, después de haber leído en los principales diarios y medios tradicionales de comunicación los mejores deseos y éxito por venir a sus audiencias, leyendo en un portal informativo internacional, que tan sólo una horas antes resaltaba la pirotecnia con la que el mundo entero recibió el año nuevo, que una mujer de 91 años en un momento de ira asesinó con un cuchillo a su hermana menor de 86 años de edad resulta no sólo una paradoja, sino un claro indicio de que en el mundo en el que vivimos, la agenda informativa mundial se mueve entre la nota roja y el miedo a nuestro entorno cotidiano. Conforme avanzan los días las notas de asesinatos, capturas de criminales y accidentes en lejanas partes del mundo van regresando a la normalidad a los medios.
Actualmente existen muchas corrientes de pensamiento entre las ciudadanos comunes y corrientes que rechazan los espacios informativos, y con justificada razón, por lo negativo, sensacionalista y superficial de la información que ponen a las manos de los lectores, audiencias y receptores de sus mensajes.
Y junto con las noticias que parecen acrecentar la idea de una inseguridad social, abundan la de una inseguridad financiera en un planeta donde el 1% de la población administra las riquezas del planeta ayudado por organismos manejados por criminales de cuello blanco como el FMI y su Gerente  Directora, Christine Lagarde quién sin compasión alguna lleva años sentenciando a los griegos a la miseria, mientras ella tiene cuentas pendientes con la ley en Francia.
El colmo de los medios tradicionales de comunicación es, tristemente, cuando llegan como lo vemos constantemente, a ser irónicos cuando presentan ante nosotros una información optimista o que promete un mejor futuro. La ciencia y la cultura merecen un lugar aparte que parece no tener relación con el vulgar mundo en el que vivimos dominado por la nota roja, la llamada nota rosa, la nota amarilla, la política que abarca todos estos colores y la nota de corrupción que mata a todas las anteriores. La agenda informativa de los medios tradicionales oscila entre la frivolidad y el enojo.
Por grave que una nota roja parezca, por lo general sucede a miles de kilómetros de la mayoría de los lectores. Los medios tradicionales buscan fincar el miedo y la desesperanza entre sus lectores y audiencias y cada día más basados en la falsa premisa de ser palancas en favor de los señores del poder, de creer servir como presión a políticos, lo medios se convierten en los órganos de propaganda que tanto quieren los políticos y hubieran envidiado Stalin o Hitler. Esto sucede no sólo en México, si no en la mayoría de los países.
Estados Unidos, es sin duda uno de los mejores ejemplos del fascismo mediático y de la falsa democracia gracias a una prensa insustancial, a cadenas de televisión como FoxNews y MSNBC que carecen de análisis y viven en un miedo nostálgico sobre la llegada del comunismo, hoy difunto, a las tierras de los paladines de la libertad. No en vano el surgimiento de todos los súper héroes y comics en las pantallas de televisión y cine tratando infantilmente de validar una democracia que no es directa.
Sumergidos en este abuso de ruido dizque informativo, en una sobreinformación intrascendente, sólo nos queda el ser en extremo selectivos, leer y cruzar las notas de diferentes medios, aprender a leer entre líneas para entender que a un gobierno, como el de Enrique Peña Nieto, le importa más hundir a empresas y empresarios mexicanos de larga trayectoria y orgullo del país como Bernardo Quintana de ICA y defender a los empresarios corruptos como José Andrés de Oteyza, ex secretario de gobierno durante la presidencia de José López Portillo, hoy directivo de OHL o de Olegario Vazquez Raña, soldado incondicional del partido en el poder desde tiempos de Luis Echeverría y más tarde de Vicente Fox, cuyas empresas e intereses se han visto beneficiados durante el sexenio del mexiquense también.
Hoy el periodismo ya no surge únicamente desde la academia, las aulas de las escuelas o las redacciones de los diarios, como en muchas otras profesiones y oficios un enorme número de ciudadanos han finalmente decidido escuchar su voz y ejercer desde la libertad que permite la nueva realidad; a través de redes sociales, de blogs, videoblogs y podcasts manifestando puntos de vista diferentes a los dictados por lo intereses empresariales de los dueños de los medios. Hoy es desde esta trinchera debemos impedir el florecimiento de la estulticia y la manipulación. Del fácil aplauso a cualquier acción de gobierno, ser críticos de todas las dictaduras de derecha e izquierda que se quieren imponer con visiones populistas y populacheras que poco o nada tiene que ver con el bienestar de la nación. Desde Javier Duarte hasta Ricardo Monreal, pasando por Graco Ramírez y Francisco Vega Lamadrid, debemos aprender a puntualizar todos sus actos de autoritarismo y sus logros, porque somos y debemos demostrar nuestra inteligencia y nuestro amor por México.

Porque en un mundo globalizado no podemos permitir la tiranía de organismos como el FMI o el Banco Mundial, como también debemos decirle a los políticos tradicionales del mundo, que ellos y sus medios tradicionales de comunicación que el mundo ya cambio y ellos no se han querido dar cuenta.

publicado en blureport.com.mx el 5 de enero de 2016
imagen: DeathtoStock.

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