El primer logo
registrado por una marca de relojes pertenece a Longines y aun es utilizado en
todos los relojes de la Marca.
Armando Enríquez
Vázquez.
Saint Imier, es un poblado suizo, del que ya se tienen
noticias en el siglo IX y donde de acuerdo con la leyenda un par de siglos
antes San Imerio creó su ermita y en torno a la abadía existente se comenzó a
crear la villa, décadas después de la muerte del ermitaño. Con el paso de los
siglos Saint Imier llegó al siglo XIX siendo parte del Cantón de Berna tras la
derrota de Napoleón.
En 1833 llegó al pueblo a vivir Auguste Agassiz, miembro de
una familia protestante de abolengo y hermano del naturalista Louis Agassiz. La
razón fue crear en el pueblo que gozaba de fama por sus artesanos relojeros una
empresa asociado con Florian Morel y Henri Raiguel. Un año antes Agassiz, que
contaba con 23 años y trabajaba en un banco, fue contactado por Raiguel, un
comerciante relojero para unirse a él en su negocio. Florian Morel era el dueño
de una fábrica de relojes. El 25 de febrero de 1833, la empresa comenzó a
trabajar bajo el nombre de Raiguel Jeune & Company. El contrato, firmado a
finales de 1832, tenía una duración de seis años, al cumplirse el Contrato
Raiguel manifestó su decisión por abandonar la sociedad. Agassiz y Morel
decidieron seguir adelante con la empresa por otros seis años, firmaron un
nuevo contrato y compraron los inmuebles de la fábrica a Raiguel, la empresa
cambio de nombre por Agassiz and Co.
Agassiz logró en 1845 conseguir un agente en Nueva York y
los relojes de la empresa comenzaron a venderse en la principal ciudad de
Estados Unidos. El 1º de enero de 1847 Agassiz quedó como dueño único de la
empresa al retirarse Morel de la sociedad. Auguste Agassiz no solo fue un empresario
trabajador, fungió como alcalde de Saint-Imier de 1846 a 1847. Tres años después, aquejado por la muerte de
su joven esposa a la edad de 25 años y con la salud minada Agassiz dejó
Saint-Imier y se dirigió junto con sus tres hijos a Lausana. Antes dejó en
claro y por escrito que con la intención de no entorpecer los negocios de la
empresa dejaba en manos de los diferentes miembros del consejo las decisiones
de la relojera.
En 1852 llegó a la empresa el sobrino de Agassiz; Ernst
Francillón, quien no solo aprendió el negocio e hizo mejoras en la planta, sino
que diez años después compró la empresa a su tío y la llamó Ancienne Maison Auguste Agassiz, Ernest
Francillon, successeur. En 1866, Francillón compró unos terrenos ubicados
en las tierras bajas y cercanas al río Aar, la localidad se conocía por el
nombre de Longines haciendo referencia a la extensa pradera que rodeaba al río.
Poco a
poco, gracias a experimentos, al desarrollo de innovaciones y aguantando años
difíciles de crisis para la empresa, los relojes de Francillón comenzaron a
llamar la atención. Uno de los duros golpes que tuvo que enfrentar la empresa
fue la dramática caída del mercado norteamericano al estallar la Guerra de
Secesión en ese país. En 1876, Jaques David, director técnico de Longines,
viajó a la Exhibición por el Centenario de Estados Unidos en la ciudad de Filadelfia,
con la misión de estudiar a los relojeros de Norteamérica que ponían en riesgo
el negocio de los suizos. que en Estados Unidos el trabajo de los relojeros se
hacía por especialistas, en busca de la uniformidad de los relojes y su maquinaria,
la mayor parte de las relojeras norteamericanas producían la totalidad del reloj
en sus talleres, de la manera más automatizada posible y que las piezas fueran
los más estandarizadas posible para poder intercambiarlas sin ningún problema. Además
hizo énfasis en la inversión en materia publicitaria. El primer informe de David,
publicado en enero de 1877, fue ignorado por los relojeros suizos, por lo que
David realizó un segundo un informe en menos de un mes en el que acusó a los
relojeros suizos de ser autocomplacientes y predijo el fin de la industria
relojera suiza a menos de que su reporte se tomara con seriedad. El informe que
David hizo a partir de sus observaciones en Estados Unidos revolucionó la
industria relojera en Suiza.
Longines
comenzó a trabajar de esa manera. En 1881 el primer anuncio de un producto de
la marca apareció en los periódicos de Estados Unidos. Las innovaciones y
calidad de los relojes Longines provocó que estos fueran falsificados.
Francillón en 1889 registró su logo ante la Oficina Federal de la Propiedad
Intelectual en Suiza. Esto convierte al logo de Longines en el más
antiguo dentro de su categoría aun en uso en su forma original, con 130 años.
El logo consiste en un reloj de arena alado dentro de un doble circulo con las
siglas EFco (Ernst Francillón Company). En 1893 la marca registrada tuvo ya un
carácter internacional.
Además, de los relojes normales, Longines como
otras empresas relojeras, se dedicó a la manufactura de cronómetros. La
expedición italiana al Polo Norte de 1899, comandada por el Duque de Abruzzi,
contaba con seis cronómetros Longines para su hazaña. Longines es desde 1900 la
empresa relojera que más premios ha ganado en exhibiciones mundiales.
En
1982, gracias a un acuerdo con Ferrari y Renault Longines se convirtió en la
marca oficial para la medición del tiempo en Fórmula 1, lo cual hizo a lo largo
de diez años.
Para
dejar claro su mercado en 1999 la marca adoptó el slogan: La elegancia es una actitud.
Hoy
Longines pertenece al corporativo Swatch.
publicado el 2 de marzo de 2016 en thepoint.com.mx
correcciones septiembre 2019
imagen. longines.com
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