En la muy dura lucha
que muchas maestras y periodistas mexicanas nacidas en el siglo XIX iniciaron
en busca de la equidad de género Julia Nava fue una de las que luchó más tesón.
Armando Enríquez
Vázquez.
Hoy que el empoderamiento de la mujer es uno de los temas
más importantes y visibles, no está por demás honrar a quienes desde diferentes
trincheras lograron asegurar la equidad de género o por lo menos la pusieron a
la vista de la sociedad machista de Occidente.
Entre la gran pléyade de periodistas y activistas que
fundaron periódicos, lucharon y denunciaron las arbitrariedades de Porfirio
Díaz y más tarde el machismo disfrazado de las huestes de sonorenses que
proclamaron el triunfo de la Revolución y a las que los historiadores oficiales
que decidieron contar la pugna y sus consecuencias desde el punto de vista de
los caudillos, generalazos y demás soldadesca misógina que acaparó el poder, decidieron
obviar, se encuentra Julia Nava de Ruisánchez.
Julia Nava nació el 2 de febrero de 1893 en Galeana, Nuevo
León. Estudio y se graduó como maestra en la Escuela Especial para Maestros de
Nuevo León y para 1900 era ya directora de la escuela Superior en el poblado de
Tula, en Tamaulipas. Tula, fue fundada en 1617, es considerada la ciudad más
antigua de Tamaulipas y hoy es uno de los muchos pueblos mágicos en el país.
Julia se casó en 1906 con José Ruisánchez y se mudó a la Ciudad de México, tuvo
dos hijas y conoció a intelectuales y políticos importantes de la época, entre
ellos a los hermanos Serdán. También, es a principios del siglo XX que Julia
Nava Ruisánchez comienza a desarrollarse como periodista colaborando en el Diario del Hogar, así como en la revista
La Mujer Mexicana.
En 1910 junto con Dolores Jiménez y Muro, entre otras mujeres
maderistas, fundó el club antirreleccionista Hijas de Cuauhtémoc, desde donde apoyó la candidatura de Madero,
realizó labor proselitista en el estado de Morelos, en especial en ciudades
como Cuautla y Cuernavaca. Ahí conoció a otras mujeres que lucharon en contra
de Porfirio Díaz desde la trinchera de la tinta y las ideas en un principio
como Elisa Acuña Rosetti y Juana Belén Gutiérrez. A la presidenta del club,
Dolores Jiménez y Muro, la había conocido antes. Todas ellas fueron muy activas
en las protestas en contra de la detención de Madero y el fraude electoral de
1910.
Tras la muerte de Madero Julia Navarro publicó junto con Dolores
Jiménez y Muro un panfleto en contra de Victoriano Huerta, Félix Díaz y
Aureliano Blanquet que le valió ser aprendida con las pruebas impresas del
panfleto, denunciada por el editor del panfleto fue acusada de sedición, Julia
escapó rumbo a Morelos y se unió a Zapata quien le encomendó la comunicación
con las fuerzas que operaban en Teziutlán, Puebla. También trabajó para los
Constitucionalistas y recaudó fondos para las fuerzas tanto de Zapata como de
Carranza.
Pero además, como otras de su generación como Hermila
Galindo, Elvia Carrillo Puerto y Atala Apodaca Anaya, entre otras, escribió y
luchó por los derechos de las mujeres. Desde 1915 y hasta 1920 no sólo publicó
artículos sobre el tema, si no que participó de manera activa en los diferentes
congresos feministas que se realizaron en el país, comenzando por el 1916 en
Mérida, Yucatán que fue el segundo de su tipo en Latinoamérica.
En 1920 se fundó el Consejo Feminista Mexicano, cuyas
demandas incluían mejores salarios para las mujeres, la creación de comedores y
guarderías para las mujeres obreras y sus hijos, el derecho a votar y ser
votadas. Entre 1921 y 1924 el Consejo tuvo dos revistas que funcionaron como
medios de difusión de las ideas del CFM, La
Mujer y después La Vida, ambas
fueron dirigidas por Julia. También, formó parte de otras organizaciones
feministas a nivel nacional e internacional como el Ateneo Mexicano de la
Mujer, el Club Internacional de Mujeres y la Unión Internacional de Madres,
todas ellas de corte socialista.
Fue en esa época que fue llamada por José Vasconcelos para
formar parte de la cruzada educativa y a partir de 1921 dirigió la Escuela
Nacional de Enseñanza Doméstica de la Universidad Nacional de México donde
fundó las carreras de Trabajo Social y Auxiliar de Enfermería.
Fue reconocida por el gobierno como veterana de la lucha
revolucionaria.
Julia Nava de Ruisánchez fue además autora de cuentos
infantiles, novelas, ensayos y obras de teatro. Murió en la Ciudad de México el
2 de mayo de 1964.
publicado en mamaejecutiva.net el 21 de noviembre de 2017
imagen:loc.gov
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