domingo, 3 de diciembre de 2017

Una propaganda tristemente honesta.



Pocas veces observamos una propaganda que diga la verdad, pero en esta ocasión la verdad puede resultar más ominosa que una mentira.
Armando Enríquez Vázquez.

Algo que realmente se ha conseguido en este sexenio es crear empleos como en ningún otro sexenio panistas o priísta desde hace por lo menos cincuenta, tal vez sesenta años. Lo que es cierto también es que no es el mejor tipo de empleo para los mexicanos.
Por eso me sorprendió ver el siguiente cartel en las paredes de una estación del Metro la semana pasada. La frase en principio es una más de esas frases triunfalistas que han caracterizado a cada gobierno de nuestro país al menos desde tiempos de Luis Echeverría: Este es el sexenio del empleo. Con el lugar común de un sexenio que quiere contar historias de hadas cuando las únicas que se pueden contar son de terror, de fracaso y en el peor de los casos, como sucede con el empleo, patéticas realidades de un gobierno que desprecia el valor del trabajo de los mexicanos. La frase no suena descabellada, es parte de la ya chabacana idea que tienen los gobiernos del país de presumir hasta el descubrimiento del hilo negro.
Hasta el momento lo descrito parece ser uno más de esos carteles, o spots de radio o televisión que nos cuentan más de lo mismo sin decirnos nada realmente.
Pero lo que es atípico en esta propaganda gubernamental es la fotografía que la acompaña. La cual resulta brutalmente honesta y por extensión si la pensamos bien, patética en cuanto a la realidad en la que estamos inmersos.
La fotografía son las manos y torsos de unos meseros mostrando los platos a servir a los comensales. Y en este caso debo reconocer que tanto los publicistas como los que aprueban esta propaganda en el gobierno federal han sido honestos. Pero también puede resultar ofensiva y agresiva.



¿Quiere el gobierno federal que los mexicanos somos únicamente buenos para empleos de servicio? ¿Qué la mano de obra calificada, los egresados de las universidades y escuelas técnicas pueden esperar empleos de baja calidad? ¿Qué por fin el gobierno reconoce su fracaso en la política laboral y educativa del país? ¿Qué en México el que no es empresario, microempresario o diputado puede esperar solo encontrar vacantes en call centers, restaurantes y obras de construcción? Ningún trabajo es despreciable, ni puede demeritarse, pero ¿debemos conformarnos con los que ha creado el gobierno de Peña Nieto que no permitirán a la mayoría de los mexicanos alcanzar niveles dignos de vida? y mucho menos con el salario mínimo vigente y la mentada de madre que presupone el nuevo aumento.
Pero por primera vez en este sexenio creo que los responsables de la propaganda del gobierno federal están contando de manera correcta la historia y aunque es una historia que cuenta, no vale tanto la pena contarla porque en el fondo es una historia triste y patética del México que somos hoy y el futuro que promete.  

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