martes, 14 de mayo de 2019

Dos pioneras del periodismo deportivo en Estados Unidos.



Jean Giambrone y Mary Shane se abrieron camino entre una de las profesiones más machistas del mundo; la del periodista deportivo.
Armando Enríquez Vázquez
Para una mujer no siempre ha sido fácil entrar en el machista mundo del periodismo deportivo, aún hoy en día muchas de las mujeres que se encuentran en las transmisiones deportivas, es gracias a su atractivo visual, antes que a su inteligencia o capacidad de análisis y son blanco de burlas de los hombres que dominan los espacios deportivos mostrando su misoginia y su incapacidad para tolerar a una mujer en su ámbito profesional. Muchos espacios en el periodismo deportivo se abrieron a las mujeres hasta bien entrados en el siglo XX.
El periodismo deportivo un fenómeno nacido en el siglo XX y que en este siglo se consolidado como una de las actividades más atractivas para miles de jóvenes que intentan encontrar su profesión en medio de la revolución industrial en la que vivimos.
Tal vez porque los deportes mismos como espectáculo y sobre todo los de conjunto excluyeron en un principio a las mujeres de sus ligas, fue muy difícil y hasta una ofensa para los miembros de la prensa deportiva, los jugadores, los dueños de los equipos y hasta los dueños de los medios proponerse siquiera la idea de tener reporteras y/o comentaristas en las líneas laterales al terreno de juego, o las cabinas de transmisión, ya no se diga en los vestidores. Aquí la semblanza de dos de las pioneras que rompieron con los tabús acerca de las periodistas deportivas.
El caso de Jean Giambrone inició cuando la joven se interesó por la ausencia total de la cobertura deportiva de los deportes femeniles. En 1939 mientras aún era una estudiante de la Universidad de Rochester molesta por la situación tomó el camión que la dejó a las puertas de un periódico local llamado Democrat and Chronicle, Jean Giambrone se entrevistó con el editor de la sección de deportes y con editor general del diario quienes estuvieron de acuerdo con los argumentos de la joven y le ofrecieron escribir una columna y las notas que considerara necesarias acerca de los deportes femeninos, de esta manera y sin ser este el objetivo, pero se convirtió en su forma de vida, Jean Giambrone se inició en el periodismo deportivo. Durante más de cincuenta años Giambrone se dedicó a escribir sobre deportes, no sólo sobre femeniles, aficionada al golf se convirtió en la primera mujer en cubrir los masters de golf en Estados Unidos. Jack Nicklaus, El Oso Dorado, en 1966 cuando iba a la sala de prensa se detuvo y contestó las preguntas de Jean como homenaje al trabajo de la periodista que no tenía siquiera permiso de entrar a la sala de prensa, como no lo tenía ninguna mujer en la época. Al año siguiente se convirtió en la primera periodista en tener acreditación a todas las áreas del Masters. En 1965 se ganó el aprecio de otro golfista histórico; Lee Trevino, al escribir sobre él un novato que terminó en quinto lugar en su primer torneo, lo que le valió cuando el golfista comenzó a ganar torneos entrevistas exclusivas.
Giambrone nació el 6 de mayo de 1921 en Rochester Nueva York, su verdadero nombre era Virginia Cardinale, Jean fue su apodo desde la universidad y Giambrone su apellido de casada. Murió el 21 de enero de 2013 en la misma ciudad.



En 1977 Mary Shane se convirtió en la primera mujer en narrar un juego de beisbol de Ligas Mayores. Shane graduada en historia en la Universidad de Wisconsin, soñaba desde niña con ser jugadora de beisbol profesional, pero su altura y peso no fueron suficiente para que Mary pudiera jugar el deporte, por lo que, durante la secundaria y preparatoria, incluso al inicio de sus estudios universitarios pensó en convertirse en periodista deportiva, de hecho, durante sus años en la universidad tomó diferentes cursos de periodismo. Aunque al principio trabajó como maestra de preparatoria, la repentina muerte de su hermana, en 1975, en un accidente automovilístico la hizo cambiar su visión de la vida y de opinión. Salió a buscar una oportunidad en el periodismo deportivo, misma que consiguió en una estación de radio local. Empezó haciendo un reportaje sobre las porristas de la Universidad de Marquette, algo que le molestó, pero en un año ya estaba cubriendo y haciendo reportajes de los Cerveceros de Milwaukee desde el palco de la prensa donde se encontró con un viejo conocido durante un encuentro con los Medias Blancas de Chicago. Este hombre que trabajaba con los medios de Chicago que cubrían a los Medias Blancas inmediatamente le ofreció un trabajo en la cabina de transmisión de la franquicia de la Ciudad de los Vientos sólo fueron 35 juegos locales de las Medias Blancas, pero Shane se convirtió en la primera mujer en narrar un encuentro de beisbol en Estados Unidos tanto en radio como en televisión. Tras la aventura en Chicago y sin trabajo, Shane se mudó a Worcester, Massachussets y comenzó de nuevo desde abajo cubriendo toda clase de deportes para un periódico local, desde las escuadras preparatorianas a equipos profesionales como las Medias Rojas de Boston y los Celtics de Boston de la NBA, una vez más Shane rompió una barrera de género al convertirse en la primera mujer a la que se le permitió acceso al vestidor de los Celtics. Un infarto acabó con su vida cuando Shane tenía 42 años.
Mary Shane nació el 17 de mayo de 1945 en Milwaukee, con el nombre de Mary Driscoll, como en el caso de Giambrone, Shane era su apellido de casada. Murió el 1º de noviembre de 1987 en Worcester Massachussets.
Ambas mujeres lucharon contra los prejuicios no sólo de sus colegas periodistas, si no contra los prejuicios de muchos jugadores, entrenadores y hasta de las audiencias y lectores.
Existe una mujer que anterior a Mary Shane compartió micrófonos con los cronistas de beisbol, en este caso los que cubrían a los entonces Atléticos de Kansas City, su nombre Betty Caywood, contratada por el dueño del equipo, Charlie Finley, Caywood hacía reportajes de color, aunque la verdadera intención era llamar la atención de espectadores, aficionados y anunciantes. Caywood había sido modelo y daba el clima en una canal local en Chicago. Esto fue en 1964, para la temporada de 1965 ya no le fue renovado el contrato. Se dice que a Caywood se le ofreció el trabajo de conductora de la barra matutina de una de las grandes cadenas de televisión en Estados Unidos, sin embargo, como implicaba mudarse a Nueva York Caywood lo rechazó. El puesto fue ocupado por la periodista Bárbara Walters que iniciaba su carrera. Caywood terminó la suya demostrando que no era periodista y no le interesaba serlo.

publicado en mamaejecutiva.net el 6 de mayo de 2019
imagenes: democratandchronicle.com
                sabr.org

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