Jean Giambrone y Mary
Shane se abrieron camino entre una de las profesiones más machistas del mundo;
la del periodista deportivo.
Armando Enríquez
Vázquez
Para una mujer no siempre ha sido fácil entrar en el
machista mundo del periodismo deportivo, aún hoy en día muchas de las mujeres
que se encuentran en las transmisiones deportivas, es gracias a su atractivo
visual, antes que a su inteligencia o capacidad de análisis y son blanco de
burlas de los hombres que dominan los espacios deportivos mostrando su
misoginia y su incapacidad para tolerar a una mujer en su ámbito profesional. Muchos
espacios en el periodismo deportivo se abrieron a las mujeres hasta bien
entrados en el siglo XX.
El periodismo deportivo un fenómeno nacido en el siglo XX y
que en este siglo se consolidado como una de las actividades más atractivas
para miles de jóvenes que intentan encontrar su profesión en medio de la
revolución industrial en la que vivimos.
Tal vez porque los deportes mismos como espectáculo y sobre
todo los de conjunto excluyeron en un principio a las mujeres de sus ligas, fue
muy difícil y hasta una ofensa para los miembros de la prensa deportiva, los
jugadores, los dueños de los equipos y hasta los dueños de los medios
proponerse siquiera la idea de tener reporteras y/o comentaristas en las líneas
laterales al terreno de juego, o las cabinas de transmisión, ya no se diga en
los vestidores. Aquí la semblanza de dos de las pioneras que rompieron con los
tabús acerca de las periodistas deportivas.
El caso de Jean Giambrone inició cuando la joven se interesó
por la ausencia total de la cobertura deportiva de los deportes femeniles. En
1939 mientras aún era una estudiante de la Universidad de Rochester molesta por
la situación tomó el camión que la dejó a las puertas de un periódico local
llamado Democrat and Chronicle, Jean
Giambrone se entrevistó con el editor de la sección de deportes y con editor
general del diario quienes estuvieron de acuerdo con los argumentos de la joven
y le ofrecieron escribir una columna y las notas que considerara necesarias acerca
de los deportes femeninos, de esta manera y sin ser este el objetivo, pero se
convirtió en su forma de vida, Jean Giambrone se inició en el periodismo
deportivo. Durante más de cincuenta años Giambrone se dedicó a escribir sobre
deportes, no sólo sobre femeniles, aficionada al golf se convirtió en la
primera mujer en cubrir los masters de golf en Estados Unidos. Jack Nicklaus, El Oso Dorado, en 1966 cuando iba a la
sala de prensa se detuvo y contestó las preguntas de Jean como homenaje al
trabajo de la periodista que no tenía siquiera permiso de entrar a la sala de
prensa, como no lo tenía ninguna mujer en la época. Al año siguiente se
convirtió en la primera periodista en tener acreditación a todas las áreas del
Masters. En 1965 se ganó el aprecio de otro golfista histórico; Lee Trevino, al
escribir sobre él un novato que terminó en quinto lugar en su primer torneo, lo
que le valió cuando el golfista comenzó a ganar torneos entrevistas exclusivas.
Giambrone nació el 6 de mayo de 1921 en Rochester Nueva
York, su verdadero nombre era Virginia Cardinale, Jean fue su apodo desde la
universidad y Giambrone su apellido de casada. Murió el 21 de enero de 2013 en
la misma ciudad.
En 1977 Mary Shane se convirtió en la primera mujer en
narrar un juego de beisbol de Ligas Mayores. Shane graduada en historia en la
Universidad de Wisconsin, soñaba desde niña con ser jugadora de beisbol
profesional, pero su altura y peso no fueron suficiente para que Mary pudiera
jugar el deporte, por lo que, durante la secundaria y preparatoria, incluso al
inicio de sus estudios universitarios pensó en convertirse en periodista
deportiva, de hecho, durante sus años en la universidad tomó diferentes cursos
de periodismo. Aunque al principio trabajó como maestra de preparatoria, la
repentina muerte de su hermana, en 1975, en un accidente automovilístico la
hizo cambiar su visión de la vida y de opinión. Salió a buscar una oportunidad
en el periodismo deportivo, misma que consiguió en una estación de radio local.
Empezó haciendo un reportaje sobre las porristas de la Universidad de Marquette,
algo que le molestó, pero en un año ya estaba cubriendo y haciendo reportajes
de los Cerveceros de Milwaukee desde el palco de la prensa donde se encontró
con un viejo conocido durante un encuentro con los Medias Blancas de Chicago.
Este hombre que trabajaba con los medios de Chicago que cubrían a los Medias
Blancas inmediatamente le ofreció un trabajo en la cabina de transmisión de la
franquicia de la Ciudad de los Vientos sólo fueron 35 juegos locales de las
Medias Blancas, pero Shane se convirtió en la primera mujer en narrar un
encuentro de beisbol en Estados Unidos tanto en radio como en televisión. Tras
la aventura en Chicago y sin trabajo, Shane se mudó a Worcester, Massachussets
y comenzó de nuevo desde abajo cubriendo toda clase de deportes para un
periódico local, desde las escuadras preparatorianas a equipos profesionales
como las Medias Rojas de Boston y los Celtics de Boston de la NBA, una vez más
Shane rompió una barrera de género al convertirse en la primera mujer a la que
se le permitió acceso al vestidor de los Celtics. Un infarto acabó con su vida
cuando Shane tenía 42 años.
Mary Shane nació el 17 de mayo de 1945 en Milwaukee, con el
nombre de Mary Driscoll, como en el caso de Giambrone, Shane era su apellido de
casada. Murió el 1º de noviembre de 1987 en Worcester Massachussets.
Ambas mujeres lucharon contra los prejuicios no sólo de sus
colegas periodistas, si no contra los prejuicios de muchos jugadores,
entrenadores y hasta de las audiencias y lectores.
Existe una mujer que anterior a Mary Shane compartió
micrófonos con los cronistas de beisbol, en este caso los que cubrían a los entonces
Atléticos de Kansas City, su nombre Betty Caywood, contratada por el dueño del
equipo, Charlie Finley, Caywood hacía reportajes de color, aunque la verdadera
intención era llamar la atención de espectadores, aficionados y anunciantes.
Caywood había sido modelo y daba el clima en una canal local en Chicago. Esto
fue en 1964, para la temporada de 1965 ya no le fue renovado el contrato. Se
dice que a Caywood se le ofreció el trabajo de conductora de la barra matutina
de una de las grandes cadenas de televisión en Estados Unidos, sin embargo,
como implicaba mudarse a Nueva York Caywood lo rechazó. El puesto fue ocupado
por la periodista Bárbara Walters que iniciaba su carrera. Caywood terminó la
suya demostrando que no era periodista y no le interesaba serlo.publicado en mamaejecutiva.net el 6 de mayo de 2019
imagenes: democratandchronicle.com
sabr.org
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