La epopeya castellana cede el paso a un melodrama muy televisivo que al parecer se aleja en ciertos puntos de la historia documentada del periodo.
Armando Enríquez Vázquez
En los libros de texto gratuito de español primaria en los
años setenta, existía una lectura que ejemplificaba la evolución del español en
el tiempo partiendo de El Cantar de Mio Cid. Desde ese entonces la
figura del Campeador está impresa en mi mente como el héroe medieval por
excelencia. La colección de Austral tiene una edición del poema épico con dos
versiones; la original en español antiguo y la interpretación en español
contemporáneo de Alfonso Reyes, el gran escritor mexicano de la primera mitad
del siglo XX.
Por eso ahora que vi que Amazon Prime estrenó una versión en
video de la historia del Cid Campeador no tarde en verla. Como muchas de las
series históricas españolas la pobreza de los recursos de la producción se
complementa con la majestuosidad de las locaciones.
No importa el deterioro de las ruinas de castillos donde se
llevan a cabo algunas de las acciones, todo queda justificado porque el
espectador puede imaginar la grandeza que alguna vez tuvieron esas ruinas, algo
que la producción contrasta con la sobriedad del palacio árabe cuando conocemos
la grandeza de aquello que sobrevive en el tiempo en lo que fue la España árabe.
Ruy Díaz de Vivar, el Cid, está interpretado por Jaime
Lorente, a quien hemos visto en la serie de Netflix, La Casa de Papel
como Denver y quien con un corte de cabello más de rockstar de los ochenta que
de escudero de la corte de Fernando I de León (José Luis García Pérez) mantiene
un personaje neutro que transita a lo largo de la primera entrega. En la
primera temporada la serie nos cuenta en cinco episodios el inició de la vida
del guerrero español, sus relaciones en la corte y los odios que va sembrando.
La epopeya castellana cede el paso a un melodrama muy
televisivo que al parecer se aleja en ciertos puntos de la historia documentada
del periodo. Así, Urraca de Zamora (Alicia Sanz), la hija primogénita de
Fernando parece ser la enemiga jurada de El Cid, cuando en realidad fue la
madrina de armas de El Campeador cuando este fue nombrado caballero, incluso
existen versiones históricas que hablan de como la joven estuvo prendada de
Ruy. En la serie se insinúa que la mujer envenenó a su padre el Rey Fernando I,
algo totalmente falso.
Lo mismo sucede con la conspiración en contra de Fernando
por parte del Conde Flaín Fernández (Carlos Bardem) un personaje histórico
opuesto a Fernando I y quien conspiró y se rebeló en contra del rey más de una
vez. Pero en ninguna de ellas participó la reina Sancha (Elia Galera) esposa de
Fernando I y la existencia del obispo (Juan Echanove) que aparece en la serie
es totalmente ficticia.
Esta primera entrega es ficción antes que historia, pero
muchas veces eso sucede en las series de televisión, habrá que decir también en
honor de la serie que muy poco se sabe con certeza de esa primera etapa en la
vida del guerrero a no ser que en algún momento se convirtió en escudero de
Sancho (Francisco Ortiz), hijo de Fernando. Desgraciadamente uno de los males
de nuestros días es la obstinada necesidad de llenar huecos de orígenes, sin
entender que muchas veces en la historia de la humanidad los personajes han
cobrado importancia a partir de un hecho o momento de su vida y así como
aparecen, desaparecen sin dejar el menor rastro. Una maldición que en tiempos
de la sobreinformación parece imposible de evitar.
Las secuencias de batalla, así como los aquellas de torneo,
no son malas, pero podrían ser más espectaculares dada la importancia del
personaje y de la producción.
En general la primera entrega de El Cid no deja de
ser un melodrama pasable donde las mejores actuaciones son sin duda la de los
antagonistas, Urraca es el gran personaje de la serie, aunque la necesidad de
una interpretación muy estereotipada la vuelve por momentos en villana de
telenovela de Televisa. Carlos Bardem ha hecho tanto el papel de antagonista
que con poner la misma cara de siempre se convierte ya en el intolerable
personaje que suponemos debe haber sido el Conde Flaín.
Muchos españoles se sienten defraudados por la serie de
Amazon Prime y la acusan de ser el intento hispano por crear una especie
bastante pobre de Juego de Tronos. Pero lo cierto es que fuera de las
fronteras ibéricas, la historia de El Cid Campeador puede volverse atractiva
para los jóvenes hispanohablantes y recobrar un interés que los lleve a
descubrir el Cantar de Mio Cid y otras historias relacionadas con el
personaje y su entorno. Por eso esperemos que las siguientes entregas de Amazon
Prime recuperen la grandeza épica del gran héroe medieval con los asegunes del
personaje.
Amazon confirmó la existencia de una segunda temporada de la
serie.
publicado originalmente en roastbrief.com.mx
imagen Amazon Prime
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