La maravillosa revisión, por parte de la BBC, del planeta en el que vivimos diez años después de la primera serie de documentales sobre La Tierra.
Armando Enríquez
Vázquez
A finales del año pasado, varios medios viralizaron una
secuencia en la que una iguana de las islas Galápagos intenta alcanzar un lugar
seguro después de nacer, evitando ser atrapada y devorada por serpientes.
Muchos incluso la titularon la mejor escena de naturaleza jamás grabada. El
gran descubrimiento que se hizo al filmar esta secuencia fue que esa determinada
especie de serpientes caza en grupo, pero de manera individual, no comparte una
estrategia y mucho menos a la presa en caso de cazarla.
El gran mérito dramático de la espectacular secuencia es obra
de un extraordinario sentido de edición y no de la grabación misma, sin de
ninguna manera tratar de demeritar la calidad y grandeza del trabajo de cámara.
Pero la secuencia es sólo una de muchas asombrosas secuencias de la serie Planet Earth II, producida por la BBC y
que constó de seis brillantes y magnificas entregas sobre la fauna y sus
hábitats en nuestro dañado Planeta en esta segunda década del siglo XXI.
En 2006, la BBC, estrenó Planet
Earth un poderoso programa documental que constó de once capítulos que
revisaban diferentes ecosistemas del planeta. La serie fue un éxito y ganó
diferentes premios en Inglaterra y otros países, se hizo una película y se
estrenaron tres capítulos, titulados Planet
Earth: The Future, a manera de colofón de la serie. De una forma
espectacular la empresa pública británica regresó el prestigio a los
documentales de la naturaleza y demostró que se podían producir materiales
interesantes, innovadores y capaces de tener audiencias a pesar de lo que los
canales especializados en documentales, como Discovery Channel estuvieran
produciendo, en aras más del raiting que de lo que lo hizo famoso.
Diez años después la BBC recorrió de nueva cuenta las áreas
silvestres del planeta buscando que había sucedido, Planet Earth II, retrata en sus seis episodios diferentes
ecosistemas de nuestro planeta; las islas, las montañas, los pastizales, las
selvas, los desiertos y ese nuevo hábitat de miles de especies que son las
ciudades.
Además de la celebrada secuencia de la iguana, la serie
tiene otras muchas imágenes y secuencias impactantes: Águilas en los Alpes,
cabrestos en los despeñaderos de las montañas de Afganistán, lémures en las
zonas desérticas de Madagascar, la vida de roedores en los pastizales, las
penurias de los depredadores en el invierno ártico, entre otros. Las tomas de
los cada día más escasos Leopardos de la Nieve que viven en el Himalaya.
Planet Earth II es
una serie que no tiene desperdicio, cuando uno es aficionado a este tipo de
programas y cuando no lo es también. La fuerza y la belleza de la imagen atrapa
al espectador desde el primer cuadro.
Pero sin lugar a dudas es en el último capítulo donde los
productores de BBC invitan a los espectadores a reflexionar en un sentido en que
no siempre lo hacemos. A lo largo de los años muchos documentalistas y miembros
de agencias protectoras de animales han intentado apelar a un sentido de
culpabilidad e ignorancia de la raza humana acerca de la extinción de numerosas
especies animales y vegetales, gracias a nuestro interactuar con la naturaleza,
basado en más de una ocasión, en el egoísmo, la codicia y la comodidad. Y
finalmente es cierto, los grandes modificadores del medioambiente por lo menos
en los últimos 10,000 años hemos sido los seres humanos. Crear la agricultura y
domesticar especies animales fue solo el inicio de nuestra influencia en los
cambios de ecosistemas y hábitat. Matar animales como trofeo o destruir
especies vegetales por considerarlas joyas con las cuales construir son solo
actos cotidianos que aún existen. Sin duda nuestras ciudades y su crecimiento
en los últimos siglos han planteado el mayor reto a miles de especies y en ese
último capítulo de Planet Earth II
más allá de contar la historia de una tragedia ecológica, nos invita a
reflexionar sobre los beneficios y retos que este crecimiento urbano plantean a
ciertas especies animales. La forma en que BBC decidió contar la historia de
las ciudades es la de un nuevo elemento dentro del marco de la evolución y
adaptación de diferentes especies. Los halcones peregrinos en Nueva York, donde
la población de estas aves ha crecido de manera espectacular. Monos y leopardos
en diferentes ciudades de la India, estorninos en Roma y aunque también habla
de la parte trágica poniendo el ejemplo de las tortugas en Malasia que
confundidas por las luces de las calles, al salir del huevo en lugar de
dirigirse al mar, se encaminan a las calles donde mueren en coladeras o
atropelladas por los autos, la historia que decidió contar la productora
inglesa tiene que ver más con la convivencia entre especies animales de
diferente tipo en un hábitat totalmente artificial.
Planet Earth II en
su capítulo final de temporada no exculpa al hombre del exterminio del que ha
sido protagonista, pero pone sobre la mesa con imágenes y hechos como hay
animales salvajes que se han acostumbrado al hombre y a sus ciudades, logrando
que sus poblaciones crezcan y se adapten a nuevas circunstancias y no solo
animales pequeños; el caso de las hienas en África o de los leopardos en una
ciudad tan grande como Bombay nos hacen también pensar de una nueva manera en
esa forma en que la naturaleza contesta a la arrogancia humana por la
transformación. Y aunque son menos las especies que sobreviven a los cambios
humanos, la serie termina con imágenes de bosques verticales en Milán, y de
Singapur construida para ser una ciudad que aloje a la vida silvestre. En la
narración final de David Attenborough, quien a ha conducido ambas entregas de
la serie, reflexiona sobre esa capacidad de los seres humanos de crear
ambientes a las que las diferentes especies habrán de llegar y poder convivir
con la modernidad en la que vivimos.
La serie es sin duda
una mirada muy optimista, que disfruta la naturaleza en el estado en que se
encuentra, pero ¿acaso no necesitamos ser optimistas de vez en cuando? ¿No
necesitamos todos admirar de pronto la belleza que nos rodea y maravillarnos?
publicado en roastbrief.com.mx el 16 de enero de 2017