jueves, 29 de noviembre de 2018

Coleman el hombre que nos llevó a acampar.



Esta es a historia de una de las marcas que todos conocemos y reconocemos en el momento de una carne asada en el campo o una salida a acampar.

Armando Enríquez Vázquez.

Quien alguna vez ha salido a acampar o a realizado una parrillada en el bosque o a un simple picnic o lleva los refrescos y cervezas a los campos llaneros, sin duda, conoce algún producto de la marca Coleman; hieleras, lámparas, casas de campaña, sleeping bags y linternas entre muchos otros. Pero realmente fueron las linternas las que dieron inicio a esta empresa, las linternas y la visión de un joven emprendedor llamado William Coffin Coleman.
Coleman nació el 20 de octubre de 1870 en Chattham, en el estado norteamericano de Nueva York. Antes de que Coleman cumpliera el año sus padres se mudaron al condado de Labette en el estado de Kansas. El padre de William murió cunado este tenía 11 años de edad y decidido a pagarse sus estudios William encontró trabajo como vendedor de puerta en puerta en diferentes estados de unión americana. Vendía de todo, biblias, productos de belleza y máquinas de escribir.
Según cuenta la historia, un día que le anocheció durante un viaje de ventas que Coleman realizó al poblado de Brockton en Alabama. Coleman vio una linterna que brillaba más que las otras, de esta manera descubrió las linternas que funcionaban con gasolina en lugar de keroseno. La cantidad y calidad de luz proyectada por esta innovadora linterna llamó mucho la atención de Coleman, quien decidió vender este tipo de aparatos en lugar de la máquinas de escribir y compró mil de estas lámparas. Su primera inversión decidió venderla en un pueblo de Oklahoma, pero para su suerte, mala primero y buena después, los granjeros de esa zona habían sido estafados por otro vendedor de lámparas de gasolina que les había vendido mercancía defectuosa, por lo que nadie quería comprarle a Coleman. Sin dinero para continuar su viaje, Coleman decidió entonces rentar las lámparas por 1 dólar semanal, para demostrar su calidad, si la lámpara llegaba a fallar Coleman no le cobraba nada al cliente. Esta estrategia funcionó y no sólo rento lámparas si no que las vendió todas y pronto se encontró ordenando más lámparas de gasolina a la empresa que las manufacturaba y que ya no se daba abasto para surtir los pedidos de William Coleman.
Con un préstamo de su cuñado Coleman compró la empresa manufacturera de las lámparas, la patente de la lámpara de gasolina y cambió la sede de la empresa de Tennessee a Wichita. Gracias al estudio minucioso de las linternas logró inventar una propia a la que llamó Linterna de Arco, la cual comenzó a vender en 1905. Las linternas de Coleman eran tan buenas que no sólo eran utilizadas en las zonas rurales y lugares en los que aun no llegaba la energía eléctrica, se cuenta que sirvieron para iluminar juegos nocturnos de futbol americano y con la I Guerra Mundial el gobierno de Estados Unidos otorgó a William Coleman dinero y materiales suficientes para producir lámparas que el gobierno pensaba indispensables para los agricultores norteamericanos en el periodo que duró la guerra Coleman manufacturó más de un millón de lámparas.
En 1913 la empresa fue nombrada oficialmente Coleman Lamp Company.
Coleman diseñó otros productos que también funcionaban con gasolina como estufas, planchas, tostadores de pan, waffleras que no fueron exitosas en parte por la llegada de la depresión de finales de la década de los años veinte, pero imagino que también porque eran imprácticas y contaminaban la comida y la ropa con olor a gasolina. Pero las lámparas de Coleman seguían siendo un producto con mucha demanda, acompañaron, o al menos eso dice la leyenda, al Almirante Richard Byrd en su expedición al Polo Sur en 1928. Otro gran desarrollo de Coleman fueron unas pequeñas estufas portátiles y desplegables de las cuales más de un millón fueron compradas por el gobierno de Estados Unidos durante la II Guerra Mundial. Estas estufas se alimentaban de gasolina que podía tomarse de los jeeps o los aviones del ejército y podían calentar y purificar agua para beber o para añadir a las porciones de alimento de dos miembros de las fuerzas armadas. Además, la estufa funcionaba bajo temperaturas de hasta menos 60 grados Fahrenheit y en el otro extremo de la escala hasta 150 grado Fahrenheit. La estufa cabía perfectamente dentro de la mochila de los soldados.
La electrificación de Estados Unidos redujo el mercado de los productos de Coleman, pero le abrió el nicho de los campistas. Además, para los mercados domésticos urbano y rural Coleman comenzó a desarrollar calentadores de piso para casas y oficinas, pronto Coleman se convirtió en líder del mercado en Estados Unidos de este tipo de productos. 
William Coleman fue además político y fue alcalde de Wichita en 1923 y 1924. Como muchos otros empresarios de principios del siglo William Coleman se preocupó por el bienestar de los trabajadores y redujo las horas de trabajo en su planta. En 1951 se retiró y su puesto en Coleman fue tomado por su hijo mayor Sheldon, William Coleman murió el 2 de noviembre de 1957.
Sheldon Coleman era ingeniero mecánico graduado en la Universidad de Cornell. Sheldon Coleman fue el encargado durante las décadas de los años 60 y setenta del siglo pasado de incursionar y desarrollar el mercado de los campistas para la marca creando las hieleras y jarras térmicas, sleeping bags y tiendas de campaña, así mientras el mercado de los calentadores domésticos caía, la empresa volvía a abrir un nicho en el cual pronto se convirtió en líder. En 1988 Sheldon Coleman fue sustituido por su hijo Sheldon Jr. Al año siguiente la participación de los Coleman y la empresa fueron compradas por el empresario y financiero Ronald Perelman.
Coleman sigue siendo líder en productos para el campismo incluyendo sus legendarias lámparas para exteriores, su catálogo incluye muebles para exteriores plegables, colchones infables, tiendas de campaña, toldos protectores, entre otros. Actualmente pertenece al corporativo Newell Brands.

publicado en thepoint.com.mx el 21 de noviembre de 2018
imagen coleman.com


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