martes, 31 de mayo de 2022

El mundo en francés

 


El diario más popular en Francia y de mayor influencia fuera de las fronteras galas tiene menos de ochenta años de existir.

Armando Enríquez Vázquez.

A diferencia de otros periódicos que son referentes a nivel mundial, como el London Times, Il Corriere della Sera, El New York Times o el Washington Post, Le Monde, el diario francés de mayor circulación en Francia es un medio joven que nació al finalizar la II Guerra Mundial.

Hubert Beuve-Méry nació el 5 de enero de 1902 en Paris. Su padre fue relojero y joyero, de 1934 a 1938 trabajó como reportero del diario oficial francés Les Temps, el diario oficial de Francia. Sin embargo, cuando en 1938 el diario alabó la postura inglesa y francesa de aceptación de los planes de Adolf Hitler al invadir Checoeslovaquia. Beuve-Méry preveía ya que ante tal política Alemania podría intentar otras anexiones. Esta visión quedó manifestada en el libro del periodista francés titulado Vers la pus grande Allemagne, publicado en 1939.

Ese mismo año, al estallar la guerra se alisto en el ejército francés, tras la rendición de Francia, Beuve-Méry se unió a la resistencia y a la caída de los Nazis y finalización de la guerra regresó a Paris. A Les Temps, medio que en los años de la II Guerra Mundial se convirtió en colaboracionista. se le prohibió volverse a imprimir y Beuve-Méry bajo instrucciones directas del General Charles de Gaulle, tomó las instalaciones y la imprenta del viejo diario para crear un periódico imparcial digno del país galo. Le Monde salió a la venta el 18 de diciembre de 1944.

Lo que Hubert Beuve-Méry logró en los veinticinco años que estuvo al frente de Le Monde fue crear un periódico con un gran prestigio tanto al interior de Francia, como en el mundo. Ubicado como un diario de centro izquierda la visión personal Beuve-Mèry sobre la labor del periodismo: Cuenta la verdad aún si es dolorosa, especialmente cuando es dolorosa. Escribió en algún momento. Su relación con el mismo de Gaulle no fue sencilla y muchas veces fue muy crítico de las acciones del mismo Charles de Gaulle lo que le valió criticas y amenazas cuando se opuso desde las páginas del diario a las guerras de Indochina y a la Argelia.

Muchas de las columnas de Hubert Beuve-Méry iban firmadas con el seudónimo de Sirius. Hubert Beuve-Mèry se retiró en 1969 y su lugar como director de Le Monde fue ocupado por Jacques Fauvet, quien había sido prisionero de los Nazi y que se incorporó al diario en julio de 1945. Fauvet dirigió Le Monde hasta 1982. Dos años antes fue acusado por el ministro francés de justicia Alain Peyrefitte por cinco artículos que según el político desacreditaban al sistema judicial francés. Fauvet abandonó la dirección de Le Monde en 1980. Durante la dirección de Fauvet, Le Monde mantuvo su actitud crítica al gobierno francés.

Tras Fauvet la dirección del diario fue ocupada por Claude Julien quien era ya el editor en jefe de Le Monde Diplomatique, la revista mensual del diario creada también por Hubert Beuve-Mèry. Julien, ha sido el único director del diario electo por los redactores y tal vez sea así porque resultó un fracaso y una decepción para sus compañeros quienes antes de un año despidieron a Julien.

El cambió de director André Laurens, solo se mantuvo en el cargo tres años, al ser incapaz de revertir una crisis económica que Le Monde tenía desde los años finales de Fauvet y que muchos atribuyeron a la falta de visión de los directores del periódico que se negaban a ver la evolución de los medios y mantenían la costumbre de editar el diario sin fotografías, con una sola caricatura, además de ignorar los cambios en el gusto de los lectores franceses.

La llegada del historiador y periodista André Fontaine a la dirección cambió sobre todo la cercanía que los anteriores directores habían sostenido con la izquierda francesa y en especial con Francois Miterrand. Le Monde se volvió crítico del gobierno lo que no fue del agrado del presidente cuando el diario reveló diversos escándalos que involucraban a miembros del gobierno de Miterrand, pero le hizo recuperar lectores y sanear las finanzas del diario.

En 1991 Jaques Lesourne se convirtió en el primer director de Le Monde en no ser periodista. Lesourne era economista. A pesar de su formación académica, Lesourne fue incapaz de hacer de Le Monde un negocio venturoso. En 1994, Lesourne renunció ante su fracaso y fue sustituido por el periodista Jean Marie Colombani quien mantuvo la dirección hasta 2007. A lo largo de los trece años que dirigió Le Monde, Colombani se convirtió en una figura controvertida, mientras por un lado consiguió una millonaria inversión y la publicación digital de Le Monde en 1995 convirtiéndose en el primer periódico francés en entrar a la era del Internet. A partir del año 2000 Colombani se centró en fortalecer los medios de Le Monde, adquirir otros medios y crear así el Grupo Le Monde actual dueño del diario. Pero, por otro lado, los años de la dirección de Colombani fueron criticados por periodistas del diario que después de abandonar Le Monde fueron muy críticos de Colombani y sus allegados denunciándolos en diferentes escritos y libros acusándolo de haber hecho proselitismo para algunos candidatos presidenciales, los escándalos y y acusaciones no se detuvieron, en 2007 finalmente Colombani ya no fue confirmado en su puesto. La crisis en Le Monde se agudizó en los siguientes años, el número de subscriptores se redujo.

Los siguientes años las condiciones de Le Monde no cambiaron y en 2010 después de diferentes ofertas de grupos internacionales de medios fueron tres empresarios franceses los adquirieron el Grupo Le Monde; Pierre Bergè, Xavier Niel y Matthieu Pigasse, quienes nombraron a Erik Izraelewicz como director.

En 2013 Natalie Nougayréde se convirtió en la primera mujer en ser directora de Le Monde. A partir de ese mismo año Le Monde instituyó el Prix Littéraire du Monde que premia la lo que los jueces consideran la mejor novela del año.

Actualmente Le Monde es dirigido desde 2015 por Jerome Fenoglio. Le Monde es el periódico francés de mayor circulación con más de 393,000 ejemplares diarios en Francia y más de 16, 000 ejemplares fuera de Francia. El Grupo Le Monde es propiedad de Le Monde Libre, un holding integrado por Le Nouveau Monde de Matthieu Pigasse y Daniel Kretinsky, Le Fonds pour l’independance de la Presse, propiedad de Xavier Niel y grupo Prisa. Le Monde Libre posee un 72.5% del diario y el resto a otros accionistas.

publicado el 23 de mayo de 2022 en thepoint.com.mx


martes, 24 de mayo de 2022

Kyocera la tecnología y la cerámica.

 

Una de las principales empresas tecnológicas nació en Kioto con tan sólo 28 empleados y hoy tiene más de 78,000 y su fundador es hoy un monje budista.

Armando Enríquez Vázquez

La ciudad de Kagoshima se encuentra en el extremo sur de la isla de Kyushu, que a su vez es la que se encuentra ubicada más al sur entre las cinco principales islas del archipiélago japonés y es la capital de la prefectura del mismo nombre, en esa pequeña ciudad nació el 30 de enero de 1932 Kazuo Inamori. Inamori fue una más de las víctimas de la II Guerra Mundial cuando en 1945 su casa fue destruida en un bombardeo aliado, a pesar de ello Kazuo Inamori terminó sus estudios secundarios y en 1951 entró a la Universidad de Kagoshima, estudió en la facultad de Ingeniería y se especializó en el programa de Química Aplicada.

Como alumno destacado, la empresa Shofu Industries, dedicada a la fabricación de aislantes le ofreció empleo un poco antes de que Kazuo se graduará y al hacerlo en 1955 se incorporó a la empresa.  

En 1956 Kazuo Inamori se conviertió en el primer japones en sintetizar materiales cerámicos a partir de un metal llamado Forsterita. Los materiales cerámicos se llaman así por ser creados a partir de tierras o metales y su nombre hace referencia al término clásico de cerámica que es la creación de diferentes instrumentos que utilizamos los seres humanos a partir de barro. Estos materiales cerámicos tienen una gran demanda en la actualidad por sus innumerables usos en casi todos los campos y áreas que necesitan de aislantes especializados para circuitos, o materiales para diferentes instrumentos y herramientas.

Este éxito, así como diferencias opuestas en la visión a futuro de la empresa llevaron a Inamori a renunciar a Shofu y con el soporte económico de su supervisor en Shofu y dos amigos de él, Inamori fundó en 1959 en Kioto; Kyoto Ceramics Co.,Ltd. Con 28 empleados se dedicó a fabricar aislantes cerámicos. El primer gran producto de la empresa se llama Kelcima que se ha convertido en uno de los materiales básicos para diferentes industrias.

En 1960 Kyoto Cerramics abrió sus oficinas en Tokio, en 1962 Inamori viajó a Estados Unidos y en 1962, gracias al aumento de pedidos Kyoto Ceramics inauguró su planta en la prefectura de Shiga, en esta nueva planta se impulsó un nuevo método de producción que hasta la fecha es base de la administración al interior de Kyocera y que Inamori bautizó como Sistema de administración Amiba y que consiste en la creación de pequeñas unidades de trabajo con independencia en sus decisiones para cumplir con tres objetivos principales: Incrementar la producción neta de la unidad, minimizar los gastos y tres; maximizar las horas de trabajo para minimizar las horas de trabajo.

En 1966 Kyoto Ceramics recibió por parte de IBM un pedido importante de productos cerámicos para sus circuitos integrados, la observancia en tiempo, forma, cumpliendo con los estrictos estándares del entonces gigante y líder de las computadoras de este pedido, fue un gran paso en el reconocimiento internacional. Pronto Kyoto Ceramics comenzó a innovar y crear mejores productos cerámicos para la nueva tecnología que iniciaba su crecimiento; computadoras.



En 1968 a Kyoto Ceramics se le otorgó el premio nacional de Japón para la mejor pequeña y mediana empresa. Ese mismo año se estableció la primera oficina de Kyoto Ceramics en Estados Unidos, en el estado de California y en 1971 una subsidiaria fue abierta en Alemania en el año que marca la entrada de la compañía a la bolsa de valores japonesa. A finales de la década de los setenta comienza a expandirse como empresa al invertir en otras empresas del sector, incluida la adquisición de la empresa Cybernet Electronics Co.  En esa década también se inauguró en Kagoshima, la ciudad natal de Kazuo Inamori, el Centro de Investigación de Kyoto Ceramics.

Las décadas de los ochenta y noventa fueron de expansión y desarrollo para Kyoto Ceramics, en 1982 con la adquisición de cuatro subsidiarias, el nombre es legal y formalmente cambiado de Kyoto Ceramics Co. Ltd a Grupo Kyocera. En la actualidad Kyocera produce superconductores, paneles solares, cerámica decorativa, productos para las telecomunicaciones inalámbricas, componentes ópticos, equipo y aparatos médicos, equipos periféricos para computación, teléfonos celulares, impresoras, y hasta implemento de cocina. El Grupo Kyocera cuenta con 308 empresas y a partir de diferentes tipos de materiales cerámicos Kyocera ha creado más de 200 productos diferentes.

En 1997 Kazuo Inamori renunció a su puesto como Chairman de Kyocera y de la otra empresa que fundó en los ochenta llamada DDI, para convertirse en monje budista. En 2010 fue nombrado Presidente de la aerolínea japonesa JAL, anteriormente Japan Air Lines para restructura y hacer redituable a la empresa, puesto que desempeñó hasta 2013 y desde 2015 se convirtió en consejero honorario de la aerolínea.

Kazuo Inamori ha escrito varios libros, incluyendo una que explica su proyecto de administración y que se llama Administración Amiba. Kazuo Inamori tiene 90 años de edad y Kyocera la empresa que fundó 63.

publicado el 16 de mayo de 2022 en thepoint.com.mx

imagenes kyocera.com

lunes, 16 de mayo de 2022

Kavli, queso noruego y una empresa internacional.

 


En que se puede parecer una empresa nórdica dedicada a los alimentos a Rolex y a nuestra mexicana Cremería Americana.

Armando Enríquez Vázquez

Existen empresas cuyos fundadores quisieron asegurar la continuidad en el tiempo de su idea y no sólo en la elaboración del producto que les dio origen sino cumpliendo una verdadera labor social en diferentes niveles, así tras la muerte de sus fundadores empresas como Rolex y en México Cremeria Americana crearon fundaciones que extendieran en el tiempo la existencia de sus empresas y sus ideales, en Noruega también existe una empresa de este tipo y se llama Kavli.

Kavli fue fundada por Olav Kavli. Olav nació en Aro cerca de Molde, un poblado en un fiordo a unos 365 kilómetros al norte de Oslo, el 7 de enero de 1872. Su historia es la de un hombre que desde su infancia sabía lo que quería. Los padres de Olav fueron un par de trabajadores dedicados a realizar diferentes labores para mantener a la familia, Olav por su parte consiguió su primer trabajo a los 7 años de edad y en 1890 a los 18 años Olav Kavli abandonó su natal Molde y se trasladó a la ciudad de Bergen 462 kilómetros al sur, para estudiar una carrera en comercio y trabajar como empleado en una empresa todo con el objetivo de formar una reputación que le permitiera con el tiempo crear su propia empresa.

El 28 de marzo de 1893 obtuvo su licencia como comerciante y ese mismo día dio de alta su empresa: O. Kavli, dedicada al comercio de quesos. La empresa tuvo un muy buen inicio y pronto Olav se hizo de una tienda donde además de quesos, vendía jamones y otros embutidos, así como latería. Desde finales del siglo XIX, Olav intentó expandir su mercado fuera de Noruega y se puso como objetivo tres naciones Inglaterra, Suecia y Dinamarca. Sin éxito en los primeros dos, Dinamarca se convirtió en el primer mercado fuera de Noruega para Kavli en 1905.

Con la construcción del tren de Oslo a Bergen promovió sus productos entre los trabajadores, pero además Olav Kavli estudió y aprendió a fabricar otros tipos de quesos de la región lo que benefició a la empresa tanto en ventas como en la creación de nuevos productos para su catalógo.

En 1910 Olav Kavli viajó por primera vez a Estados Unidos y como resultado de ese viaje creó una sociedad con otro noruego, Borge Pedersen Westergaard, un joven migrante, que había establecido a un negocio de importaciones noruegas. Esta sociedad se convirtió en amistad que perduró hasta la muerte de ambos empresarios. Las visitas familiares y de negociones fueron comunes entre Kavli y Westergaard y el conocimiento de Westergaard sobre el mercado norteamericano ayudó a Kavli a desarrollar estrategias y productos para el mercado estadounidense a lo largo de las décadas de amistad.


Durante los primeros años de la segunda década del siglo XX Kavli experimentó un interesante crecimiento al desarrollar nuevos productos tanto para el consumo interno como para exportación. Una de las principales preocupaciones de Olav Kavli, era el poder detener la fermentación del queso sobre todo ante la inexistencia de refrigeradores industriales y la necesidad de exportarlo a Estados Unidos, uno de las mejores soluciones fue recubrir el queso en cera. También en conjunto con la empresa Saebjornsen, propiedad de su cuñado, desarrolló un caviar untable, de los primeros en el mercado. La sociedad principalmente funcionaba para el enlatado de productos.  La I Guerra Mundial frenó el crecimiento de Kavli y la crisis económica posterior al conflicto armado en Noruega llevó a Kavli a la bancarrota en 1920. La estrategia de Olav y su hijo Knut que ya había ingresado a la empresa fue centrar esfuerzas en la exportación a Estados Unidos y en mantener a los acreedores a raya.

En esa tercera década del siglo XX vendría la creación de uno de los productos icónicos de Kavli, el queso untable Primula, cuya característica principal era que tenía una vida de más larga que cualquier otro producto similar en el mercado, Primula salió a la venta en 1924 y en 1926 Kavli obtuvo la marca registrada para el queso.  La historia de la creación de Primula y la carrera internacional por crear un queso de larga vida en anaquel y al mismo tiempo de calidad, merece un artículo aparte, pero fue Kavli quien logró ese tan ansiado producto. El nombre Prímula surgió de la planta y la flor oficial de Hordaland la provincia donde se encuentran las oficinas generales de Kavli. La planta esta asociada a la salud y a la primavera.

En 1924 Knut Kavli, el hijo de Olav, se convirtió en el gerente general de Kavli. Bajo su mandato Kavli se internacionalizó y en los siguientes años inauguró plantas productoras en Suecia, Austria, Dinamarca e Inglaterra. En 1936 comenzó con la producción de mayonesa y en 1938 el queso untable con tocino en presentación de tubo, el favorito de los consumidores hasta la fecha.

Durante la II Guerra Mundial y tras la ocupación Nazi de Noruega todas las exportaciones de Kavli con excepción las dirigidas a Alemania y las naciones aliadas. Las ventas al interior de Noruega se mantuvieron estables.  Al finalizar la guerra la producción se reanudó de manera muy rápida con excepción de la fábrica de Dinamarca que fue destruida en uno de los bombardeos finales en 1945.

En 1946 Olav Kavli publicó su autobiografía, en 1952 fue nombrado caballero de la orden real de San Olaf. Olav murió el 22 de septiembre de 1958, la empresa que fundó era ya al momento de su muerte un exitoso gigante internacional. Aunque su hijo Knut se hizo cargo de la empresa, Olav había creado desde 1890 una fundación que es la dueña de la empresa. La Fundación apoya diferentes proyectos para mejorar la vida de los ciudadanos de diferentes naciones, principalmente Noruega, Suecia, Finlandia y el Reino Unido.  Así como proyectos culturales principalmente en el campo de la música.



En 1965 murió Knut. La empresa ha continuado creciendo y adquiriendo marcas en diferentes regiones de Europa, como la popular HaPa que es un untable de caramelo favorito de los consumidores noruegos y que había caído en manos de Nestlé que no supo manejar la marca. Kavli produce además de sus quesos y HaPa; yogurt y kéfir a través de la empresa Q-Meieriene que adquirió en 2000.  Kavli continúa produciendo caviar y además vinagretas, diferentes aderezos para hamburguesas, galletas y pan plano.

El logo de Kavli es muy sencillo y es el nombre de la empresa en una tipografía que parece manuscrita dentro de un ovalo rojo, enmarcado por otro ovalo rojo también.


publicado originalmente en thepoint.com.mx el 2 de mayo de 2022

Imagenes kavli.no

miércoles, 4 de mayo de 2022

La fuerza del norte en un muro

 


En el estado de Chihuahua nació una empresa importante en la fabricación de cemento que se extiende a Estados Unidos y Canadá.

Armando Enríquez Vázquez

A lo largo de la historia de la humanidad se han utilizado diferentes materiales para unir piedras y ladrillos en la construcción y de esta manera formar muros; lodo, mortero, estuco. El cemento como lo conocemos se inventó a finales del siglo XVIII cuando un párroco inglés de nombre James Parker comenzó a quemar la piedra Caliza para obtener su cemento al que llamó cemento romano, pues él creía que ese era el cemento utilizado por los conquistadores romanos, para construir en la isla. Parker obtuvo varias patentes para ese y otros tipos cementos y en 1897 se trasladó a Estados Unidos. El otro nombre importante para la industria del cemento moderno es el de Joseph Aspdin quien desarrolló y patentó lo que se conoce como Cemento Portland.

En México la fabricación de cemento inicio a mediados del siglo XIX en el estado de Hidalgo y fueron un grupo de empresarios ingleses los que iniciaron su fabricación. En México la mayor parte de los estados del norte son ricos en piedra caliza por eso además Hidalgo, se abrieron fabricas a principios del siglo XX en Nuevo León, de hecho, de esas primeras empresas surgieron las grandes cementeras mexicanas con presencia mundial, CEMEX y Cruz Azul de las que escribiré en otra ocasión.

Hoy voy a hablar de la cementera que nació en 1941 en el estado de Chihuahua cuando un par de socios conformado por un ingeniero norteamericano Edwin J. Ryan y Carlos Guízar crearon Cementos de Chihuahua. Aunque el primer intento por hacer cemento en Chihuahua estuvo encabezado por Federico Terrazas Falomir, a principios del siglo XX, aprovechando la riqueza en piedra caliza y otras materias primas necesarias para la fabricación del cemento se unió con el mítico Juan F. Brittingham. La empresa a pesar de estar fundada en papel necesitaba un capital importante para desarrollarla por lo que Ryan y Guízar, para ello los socios acudieron a uno de los empresarios más importantes del siglo XX en el Estado de Chihuahua y de relevancia a nivel nacional; Eloy Vallina quien reúne a un grupo de empresarios chihuahuenses para solidificar la empresa, entre ellos se encuentra Federico Terrazas Falomir.

En 1944 consolidada la empresa, se invita a una empresa cementera estadounidense para ocuparse de la parte técnica de Cementos de Chihuahua, Marquette Cement Manufacturing Company es la que acepta esta convocatoria y cuya participación terminó en 1950.



A partir de 1946 la empresa comienza a crecer de manera muy importante al interior de Chihuahua, y el contrato para surtir la construcción de la presa Las Vírgenes en el sur del estado norteño es la que provoca el inicio de este crecimiento.

En 1960 murió Eloy Vallina y su puesto como presidente del consejo lo ocupó Miguel Márquez Terrazas. En 1972 se inauguró una nueva planta cercana a Ciudad Juárez, con la idea de poder exportar a Estados Unidos aprovechando la calidad de los yacimientos de caliza cercanos a la ciudad fronteriza.

De 1970 a 1976 la presidencia de Cementos de Chihuahua fue ocupada por Víctor Cruz Márquez y después de el Federico Terrazas Torres, hijo de Terrazas Falomir, se hizo cargo de la presidencia de la empresa.

En 1984, la empresa agobiada por la crisis aceptó vender una pequeña porción de la empresa a CEMEX. Esta participación minoritaria de la principal cementera mexicana se mantiene hasta el día de hoy.

En 1991, la empresa se transformó en GCC (Grupo Cementos de Chihuahua). En 1992 la empresa comenzó a cotizar en la Bolsa Mexicana de Valores y ese mismo año compró una planta cercana a la ciudad de Alburquerque, Nuevo México. Estableció centros de distribución en Alburquerque y la fronteriza ciudad texana de El Paso.

En 2001 GCC compró una cementera en Dakota del Sur, Estados Unidos, que llamaba Dacotah Cement Inc. Entre 2007 y 2008 GCC construyó una nueva planta en Estados Unidos, en Pueblo, Colorado. En 2013 el hijo de Federico Terrazas Torres, Federico Terrazas Becerra, tras el retiro de su padre asumió la presidencia del grupo convirtiéndose en la tercera generación de los Terrazas en participar en ella.

La empresa ha continuado en su expansión sobre todo en el mercado estadounidense con inversiones creciendo su planta en Dakota del sur, así como con la compra de una planta cementera en Odessa, Texas en 2016.

En 2018, murió Federico Terrazas Torres, ese mismo año GCC adquirió una empresa cementera llamada Trident en Montana.

GCC sólo representa alrededor del 4% del mercado nacional, pero su actividad no es menor y su trabajo en Estados Unidos es relevante. GCC tiene 8 plantas productoras de cemento y 95 productoras de concreto y ha creado un corredor de producción y distribución que va de Chihuahua a Minnesota, Dakota del Norte y Montana lo que le permite también atender al mercado canadiense. GCC también se dedica a la producción de prefabricados que son estructuras de concreto para diferentes obras de ingeniería, como puentes, edificios y otros. Así como concreto, mortero y otros productos especiales.

GCC cumplió en 2021, ochenta años de existencia.

publicado originalmente en thepoint.com.mx el 25 de abril de 2022

imagenes gcc.com