martes, 26 de enero de 2021

Benotto de Italia a México pedaleando

 


Esta icónica empresa de ciclismo nacida en Italia hizo de nuestro país su hogar y la podemos llamar hoy una empresa mexicana.

Armando Enriquez Vázquez.

Durante mi infancia y adolescencia recuerdo que en la calle Pensilvania, en la colonia Nápoles de la Ciudad de México, en la acera opuesta a la heladería Chiandoni, otro negocio muy mexicano fundado por un italiano, se encontraba la tienda de Benotto. Había siempre, no sé si era la misma, una bicicleta y la bandera italiana, la fachada del local estaba pintada de azul. Benotto estaba ahí como una parte más del paisaje citadino.

En aquellos años era difícil para mi distinguir entre los diferentes tipos de bicicletas y para mi la mejor bicicleta era la mía, en la que podía recorrer las calles de la colonia y competir con mis vecinos y hermanos a ver quién daba más vueltas a la manzana o quién lograba hacer esa misma ruta en menos tiempo.

Con el tiempo aprendí lo mínimo acerca de bicicletas para empezar a entender la importancia y valor de una bicicleta de carreras y también a saber distinguir la tecnología que hay detrás de ella, como aprendí del valor de los que llegan a una tierra extraña para vivir en ella y convertirla en propia.

Así es la historia de Giacinto Benotto el hombre que fundó la marca de bicicletas.  El ciclista y empresario nació en Turín, Italia el 24 de febrero de 1907. Su carrera como ciclista se desarrolló entre 1927 y 1930, de acuerdo con el sitio de web, Benotto como una marca armadora de bicicletas fue fundada en 1931. Con el paso de los años Benotto llegó a fabricar 500 bicicletas diarias y a posicionar la marca a nivel nacional e internacional. La historia dice que en 1953 decidió migrar a México para refundar en nuestro país su empresa ciclista. La idea de abandonar su patria sin duda tiene que ver como sucedió con muchos otros europeos en empezar en otro lado pues Europa se encontraba destrozada después de la II Guerra Mundial y los países que conocemos como miembros del Eje y fueron derrotados, tenían economías raquíticas en esos años, todo a pesar de que la marca estaba muy bien posicionada en el circuito profesional del ciclismo, tan solo en 1951 el italiano Antonio Bevilacqua había ganado la carrera de Paris-Roubaix en una Benotto. Cuando Giacinto y su familia llegaron a Guadalajara apenas siete años habían pasado desde el fin de la guerra.

Un año después, en 1953, Giacinto se estableció de manera definitiva en la Ciudad de México. Desde la capital del país retomó la aventura de Benotto. La historia cuenta que unos años antes la hermana de Giacinto, Ernesta, en 1948 al enterarse de que Venezuela gracias a sus reservas petroleras estaba por experimentar una abundancia anhelada en ese momento en Italia, decidió ir a la nación sudamericana para vender bicicletas. La idea resultó muy buena, así que cuando el negocio comenzó a crecer invitó a sus hermanos menores Felice y Luigi a unirse con ella en Venezuela. En otras narrativas se menciona que fue Felice quién viajó primero a Venezuela, lo que se sabe es que fue uno de sus hermanos quién en un viaje a nuestro país reconoció el potencial que había en él y le sugirió a Giacinto que se estableciera en México.   

La producción principal de las bicicletas permaneció en Italia a pesar de establecer fabricas en México y Venezuela. Fue hasta la década de 1980 cuando Giacinto decidió terminar la producción en Italia y Venezuela para centralizarla en México.

Una de las estrategias de la empresa ha sido desde tiempos de la marca en Europa el apoyar a ciclistas profesionales entre los que destaca Eddie Mercx, pero están otros legendarios campeones del deporte como el mexicano Raúl Alcalá, Greg Lemond, Ole Ritter rompió el récord de la hora en 1968 montando una Benotto.

Benotto tiene presencia en Estados Unidos, Chile, Nicaragua, Bolivia, Perú y Colombia.

publicado en thepoint.com.mx el 18 de enero de 2021

imagen: benotto

martes, 19 de enero de 2021

Dos alemanas

Estas son dos series de jóvenes buscando respuestas y actuando desde la inconformidad y de la idea lugar común de que los jóvenes quieren cambiar al mundo.

Armando Enríquez Vázquez

Netflix estrenó en 2020 la serie alemana Biohackers, la historia de Mia (Luna Wedler) una joven que decide estudiar medicina en la universidad de Friburgo, Mia es inteligente,al parecer ambiciosa y conocedora de sus materias, demasiado centrada sobre todo en la clase de genética, desde la primera clase intenta ganar la atención de la maestra, una renombrada genetista y empresaria; La doctora Tania Lorenz (Jessica Schwarz), y para ello ante la indiferencia inicial de la profesora Mia decide seducir a su asistente el joven estudiante Jasper (Andrew Julius Tillmann),para llegar a la doctora. Jasper, cómo descubre Mia, además de trabajar como asistente de la profesora en la universidad, lleva a cabo una serie de estudios de ingeniería genética en los laboratorios de Lorenz, lo que le permite además dedicarse a los proyectos propios con los recursos de los laboratorios de Lorenz.

Mia comparte un apartamento con otros tres estudiantes; dos de ellos excéntricos jóvenes estudiantes de medicina. Uno frívolo, Ole (Sebastian Jakob Doppelbauer), preocupado por convertirse en influencer y tener millones de seguidores, por lo que hace cosas estúpidas y exageradas relacionadas con sus conocimientos médicos. La otra una nerd Chen Lu (Jing Xiang) obsesionada con crear sabores y colores en organismos vivos. La tercera roomie de Mia es una heredera de la aristocracia alemana dedica al reventón; Lotta (Caro Cult). Por su parte Jasper tiene un fiel amigo Niklas (Thomas Prenn) que se siente atraído por Mia y ella por él, a pesar de su relación con Jasper. Niklas, sin embargo, está seguro que, Mia oculta un secreto y trata de desenmascararla y descubrir su interés desmedido por el trabajo de Lenz y demostrar que usa a Jasper como un medio para llegar a su objetivo. Claro que independientemente de la obsesión por la joven, Niklas tiene razón. Mía tiene un pasado oscuro y otro nombre, Emma Engels, por eso Lenz no la relaciona con el pasado. Mia tuvo un hermano gemelo que murió durante su infancia de manera misteriosa con la participación de Lenz, además Lenz fue la responsable directa de la muerte de los padres de Mia. Lenz tiene la agenda de crear seres humanos con resistencia a ciertos tóxicos. Mia quiere conseguir los datos y archivos necesarios para poder desenmascarar a esta ambiciosa y poca ética científica y para lograrlo ha contactado a un periodista dispuesto a publicar lo que Mia encuentre. La serie tiene un buen ritmo y no se pierde en historia alternas que no le importan a nadie, todo pasa lógicamente por una razón, lo que sucede al final es una vuelta de tuerca no del todo sorpresiva pero lo suficientemente fuerte para crear el cliffhanger necesario para la segunda temporada la cual ya fue confirmada por Netflix.

Por otro lado, en noviembre de 2019 la misma Netflix estrenó la serie Somos la Ola, una historia de preparatorianos que descubren su malestar con el mundo en el que viven dominado por marcas, corporativos, corrupción y sus mayores. Mientras la clásica historia norteamericana haría que esta inconformidad fuera canalizada a través del baile, el canto o alguna otra tontería como racismo inverso. Los productores alemanes de la serie llevan a los jóvenes encabezados por Lea Herst (Louise Befort) una joven millonaria, que juega tenis, con el novio perfecto a descubrir su capacidad para retar al sistema y crear las estrategias que lo hagan de manera exitosa. La llegada de Tristan (Ludwig Simon) a la escuela cambia de manera radical al forma en que Lea concibe la vida de lujos y la arroja al activismo político, llevándola a realizar actos de resistencia civil, primero violentos e irrasionales, después pensados y con una finalidad clara.

Tristan es un joven contestario, inadaptado que inmediatamente atrae a Lea de manera intelectual y sexual. Tristan es de alguna manera lo opuesto a Lea aunque ella termine descubriendo que son lo mismo. Tristan toma rápido el papel de defensor de los indefensos y segregados del salón; un musulmán; Rahim Hadad (Mohamed Issa) acosado por los neonazis. Zazie (Michelle Barthel), una joven introvertida buleada por la clásica chica popular del salón y Hagen (Daniel Friedl) hijo de unos granjeros que perdieron todo por la contaminación de una fábrica papelera, quien además de ser menospreciado por este hecho, lo es por ser gordo. En este grupo de desadaptados y discriminados Tristan siembra la idea de la revolución, pero como en el caso de Mia en Biohackers, Tristan hijo de un diplomático y de una activista tiene un pasado oscuro y una agenda que cumplir para vengar a sus muertos. Tristan es un inconforme y rebelde que al iniciar la serie vive en un reclusorio para jóvenes criminales, del cual se le permite salir durante el día para acudir a la escuela.

La ingenuidad inicial de Lea, así como el repentino descubrimiento y conciencia de su empoderamiento la llevan a cometer a cometer errores que la pondrán sobre al borde de la cárcel primero, y después de la muerte. En la historia, a diferencia de Biohackers, las acciones de Tristan tienen consecuencias directas sobre la vida y la forma de pensar de sus amigos. Al final estas van más allá de la venganza personal para convertirse en la toma de conciencia de Lea, Hagen, Rahim, Zazie y otros que los rodean de lo que es el mundo y cada uno de ellos tomara decisiones personales que los marcaran para enfrentarlo el resto de sus vidas. La explotación que producen los sistemas de producción, la necesidad de los políticos por dividir a la gente y llenarla de odio entre diferentes sectores de la población, la policía que ejerce la fuerza, no en busca de actos de justicia y mucho menos por crear un orden armónico en la sociedad, si no como los simples gorilas que blandiendo una placa resguardan a la oligarquía violentando a los inconformes de la sociedad civil.

Biohackers, es un thriller científico, bien construido, entretenido, que por extensión nos obliga a pensar en la posible existencia de científicos patrocinados por gobiernos o empresas privadas para desarrollar seres humanos con capacidades realmente diferentes y diferenciadores que como siempre se deja ver en este tipo de narrativas son una macabra posibilidad irresponsable y azarosa de provocar que la especie humana evolucione o mute de una manera poco natural y darwiniana, como sucede ya en el mundo real con los cultivos transgénicos, sin cuestionarnos en  este momento si se trata de una evolución correcta o una manipulación maquiavélica. Somos la Ola es una serie subversiva y underground de gran fuerza con personajes que crecen a lo largo de la serie para bien o para mal. Lea a Zazie, del nacimiento del líder a la realización de una vida condenada a ser un cordero de la sociedad. La transformación de quien descubre el mundo y no lo acepta, que pasa del confort, a la ira a la acción.

Ambas series tratan de jóvenes buscando respuestas y actuando desde la inconformidad y la tan cacareada idea de que los jóvenes quieren cambiar al mundo. Y que muchos idealizan a partir de los movimientos de la década de los sesenta cuando muchos jóvenes alrededor del mundo occidental demostraron tanto en las llamadas democracias y como en los gobiernos totalitarios. Lejos del conformismo y verdades de Perogrullo, aunque construidas con esquemas clásicos del melodrama que tanto nos gusta y sin ser Dark o El perfume ambas series bien valen la pena.

Publicado en roastbrief.com.mx el 15 de septiembre de 2020

imágenes Netflix

lunes, 18 de enero de 2021

Montecarlo, juegos de mesa sin ser un casino.



En el mundo de las marcas de juegos de mesa nacionales una de las más populares es sin duda Montecarlo.

Armando Enríquez Vázquez

Todos en algún momento de nuestra infancia tuvimos un Turista Mundial y pasamos las lluviosas tardes del verano chilango jugando con él. El Turista Mundial es la versión mexicana del Monopoly y es fabricado por diferentes empresas en el país, una de ellas era y sigue siendo Montecarlo.

En tiempos de la pandemia y el encierro en casa de manera imprevista la venta de juegos de mesa se disparó en más del 170% en 2020 con respecto a 2019 en México y lo mismo ha sucedido en muchas regiones del mundo occidental. Los juegos de mesa han sido una forma importante de reunir y promover la socialización en familias agotadas y agobiadas por cuatro paredes y que en las condiciones normales de 2019 continuarían cada uno en su computadora, tableta o teléfono.

En el top 10 de los juegos vendidos en México, se encuentra el turista mundial.

Montecarlo es un referente en juegos de mesa en México y durante muchos años fue la competencia directa de otra empresa similar y tal vez más popular, que al parecer ya no existe y tenía por nombre Birjan.

Montecarlo fue fundada en 1963 por Carmen Mercado y sus cuatro hijos; Fernando, Alberto, Antonio y Eduardo Ceniceros Mercado. De acuerdo con el sitio web de la marca primero se fabricaron juguetes de plástico como aviones y automóviles.

El primer juego de mesa producido por la empresa fue un dominó, que a diferencia de los que había en el mercado en ese entonces era muy económico. El éxito de este dominó llevo a los Ceniceros Mercado a incursionar en el mercado de los juegos de mesa. Con juegos sin derechos y muy populares en nuestro país como los Palitos Chinos y las Damas Chinas.

Después vino el Turista Mundial y otros juegos de mesa y memoria que la empresa ha podido patentar o al menos sacar los derechos en específico del Memorama y El Lince dos juegos de memoria que tienen hoy en día diferentes versiones.

La empresa ha adquirido licencias para sus juegos de otras marcas o personalidades como la Ouija de Dross que utiliza el nombre del Influencer o el Turista Cinemex. Otros juegos producidos por Montecarlo son viejos y tradicionales como la Lotería o versiones que parecen basadas en clásicos juegos como el parkase, y otros más son juegos de cartas con dinámicas variadas.

El logo de la empresa ha variado a lo largo de los años. En su inició en 1963 se limitaba a la palabra Montecarlo en mayúsculas con la M en un tamaño mayor encerrada en un marco amarillo que recuerda una llave y se encuentra coronado por dos banderas cruzadas una que parece la de Inglaterra pues es una cruz roja sobre un fondo blanco y la otra es la bandera a cuadros que marca el final de una carrera de automóviles y de manera muy referencial de la F1. En 1968 se integró al logotipo el rostro de un conejo caricaturizado, sonriente y con corbata de moño que es imagen de la marca desde entonces. Dos años después desaparecieron las banderas el marco creció para incluir al conejo sobre fondo amarillo y la palabra Montecarlo, encerrada en esa misma llave, pero ahora con fondo negro para contrastar con el amarillo y las letras en blanco. En 1975, el conejo se estilizo con trazos más sencillos y la letra cambio de tipografía y se le dio mayor presencia a la M. En 1995, se creó un logo comercial para la empresa en el que el conejo esta encerrado en un medallón amarillo con un marco negro con la leyenda Novedades Montecarlo. En 2015 se dio la más reciente modificación de la imagen de la empresa con el conejo sobre un rombo triple difuminado en diferentes tonos de amarillo y las palabras Montecarlo entretenimiento al pie de la imagen de conejo, con la M en rojo, así como las letras t, r y e de entretenimiento en azul, rojo y verde y el resto de las letras en negro.

Montecarlo es una empresa totalmente mexicana.

publicado en thepoint.com.mx el 11 de enero de 2021

imagen montecarlo.com.mx

miércoles, 13 de enero de 2021

Del Alzheimer y criminales al borde del olvido.



Buenas primeras temporadas con personajes en condiciones terminales que los productores no supieron resolver en su segunda temporada.

Armando Enríquez Vázquez

En 2011 la cadena de televisión estadounidense Starz estrenó la primera temporada de una serie que pocos recuerdan llamada Boss en la que el mafioso alcalde de Chicago Tom Kane, interpretado por Kelsey Grammer, es dictaminado en la secuencia inicial de la primera temporada con un tipo de demencia que es degenerativa DLC. A partir de ese momento la vida consciente de Kane comienza una carrera contra el reloj buscando dejar todo como el quiere, sin que vayan a inculparlo y sobre todo tratando de ganar tiempo para que llegue la cura milagrosa que no existe en contra de su padecimiento.

La primera temporada de Boss es extraordinaria. La serie una reflexión sobre el poder corrupto en el gobierno de Estados Unidos antecede a House of Cards y la fuerza de la interpretación de Grammer es comparable y a veces superior a la de Kevin Spacey en la serie de Netflix. Entonces ¿Por qué nadie recuerda o conoce esta joya? Porque la segunda temporada es tan mala que hundió toda la idea y concepto de la serie en dos capítulos.

Acabo de descubrir en Netflix una serie española cuya primera temporada data de 2018 producida para la plataforma por la compañía productora española Mediaset llamada Vivir sin permiso. En el primer capítulo el empresario y capo de la cocaína en las rías de Galicia, Nemo Bandeira, interpretado por José Coronado, es diagnosticado con Alzheimer. Como en el caso de Kane, Bandeira tiene que dejar al corriente muchos asuntos antes de que la enfermedad se apodere de él.

Las series dependen de las actuaciones y personalidades tanto de Grammer como de Coronado, todos los demás actores deben estar a la altura de las actuaciones de estos dos intérpretes. Los personajes son muy sólidos y están escritos con mucha fuerza, su circunstancia trágica, a pesar de tratarse de melodramas, marca un tono muy especial en la línea argumental de ambas primeras temporadas, mismo que se pierde en tonterías en las segundas temporadas.

Una cosa de llamar la atención en la primera temporada de la serie española es que a pesar de un formato de telenovela mexicana de chica pobre que se vuelve rica, en este caso la hija bastarda de Nemo, todos los personajes de este melodrama son despreciables y contienen un grado de maldad que supera y por mucho a su bondad con excepción de Lara, la hija ilegítima de Nemo y Malcolm, a pesar de mentir a lo largo de toda la temporada y resultar un impostor. Un joven que trabaja en la empresa pantalla de Nemo, pero en realidad es un agente de la inteligencia española que esta tratando de encontrar los delitos fiscales de Nemo.

Kane tiene que ocultar sus temblores y alucinaciones, Bandeira su pérdida de la memoria reciente, sus hombres de confianza son los encargados de ayudarlos a esconder su enfermedad. Ambas series tienen muchas similitudes, aunque hay que decir que la principal de ellas es una segunda temporada patética donde parece que los enfermos son los productores, los creadores y guionistas de las series que olvidan lo más importante en la premisa de su serie: Un hombre poderoso padece una enfermedad neurológica degenerativa. En ambas series el personaje es mucho más entero mentalmente en la segunda temporada que, algo que resulta imposible de creer, en la primera. Incluso en Vivir sin permiso en una de las vueltas de tuerca más interesante es cuando Nemo Bandeira sufre un ataque que en teoría lo incapacita en su totalidad, después descubrimos la tontería argumental más absurda en la trama de la segunda temporada; se trata de un plan de Nemo, para deshacerse de sus enemigos.



De la misma manera que el personaje principal es ridiculizado con el tratamiento que le dan el creador y los guionistas en la segunda temporada, los argumentistas olvidan el amor de Yocasta que la esposa de Nemo, Chon, (Pilar Castro) siente por su hijo Carlos (Alex Monner) y al que al final de la temporada uno de los personajes más abyectos y mejor interpretados de la serie Mario Mendoza, (Alex González), el ahijado de Nemo, su protegido e hijo putativo, quien se siente traicionado cuando Nemo decide que la empresa debe ser dirigida por uno de sus hijos, obliga a drogarse con un coctail de drogas que para dolor de Chon deja a Carlos en estado vegetativo. Durante la segunda temporada Chon ha olvidado a Carlosy su ambición se ha transformado en una frivolidad que la llevan a buscar un amante. De Carlos Bandeira no volvemos a saber nada, salvo una escena cursi en la que Nemo tiene una alucinación con él. Mientras que el Mario Mendoza se ha convertido en un corderito de Dios que busca redimir sus pecados.

Otro personaje que se transforma y olvida su línea de personaje despiadado y sin escrúpulos es el policía Adolfo Monterroso (Xabier Deiver) quien se convierte en un rebelde y travieso policía.

El mejor personaje de toda la serie es guardaespalda personal y viejo amigo de Bandeira; Ferro (Luis Zahera) además por que la actuación de Zahera está a la altura de la de Coronado. La segunda temporada introduce a nuevos personajes salidos de un esperpento de Ramón del Valle Inclán, mafiosos mexicanos listos para comerse el negocio de Nemo y hacerse dueños del narcotráfico en Galicia, la puerta europea de la cocaína; Germán Arteaga (Rubén Zamora) y su hijo Daniel (Patrick Criado). Así como la hermana de Chon, Bertha (Leonor Waitling) una ninfómana trepadora que lleva a los mexicanos a España. Así como la llegada de una jueza, hija un alcalde afectado por la corrupción de Nemo, un recurso tan antiguo como todos los otros lugares comunes de los que esta llena la segunda temporada.

Sólo cuatro personajes permanecen en dibujo de su perfil, más o menos son Ferro, un sicario colombiano llamado Freddy (Edgar Vittorino), Nina Bandeira (Giulia Charm) la hija de Nemo y Lara Baladarés (Claudia Traisac) la hija bastarda de Nemo.

La primera temporada, como sucede con Boss es muy recomendable y como en el caso de la serie norteamericana mi consejo es vean la primera temporada únicamente, disfruten de la actuación de Coronado y se hagan a la idea de que se trata de una miniserie.


publicado el 7 de septiembre de 2020 en roastbrief.com.mx

imagenes: Starz

                 Netflix

martes, 12 de enero de 2021

Jacquesson una champaña que gustaba a Napoleón.

 


Entre las marcas de champaña, se dice que esta era una de las marcas favoritas del emperador francés y desde la década de los setenta del siglo XX su gloria fue reestablecida.

Armando Enríquez Vázquez

Cerrar el año, es cerrar un ciclo de 365 esperando que el ciclo a iniciar sea mejor que el que termina. Como todo festejo acostumbramos llenarlo de comida, risas y bebida y junto a las tradicionales uvas que se comen al ritmo que marcan las primeras campanadas de las iglesias, es común brindar con champaña o cidra en el mejor de los casos.

La champaña es un vino espumoso con denominación de origen en la región francesa de Champaña. Estos vinos de adquirieron fama y se distinguieron entre otros vinos espumoso como los españoles o los italianos.

Hay muchas marcas distinguidas en la champaña, pero una de las más antiguas es sin duda Jacquesson, con sede en la región de Dizy en Champaña Jacquesson fue fundada en 1798 por Memmie Jacquesson, la champaña fabricada por Jacquesson fue honrada con una medalla que le otorgó el emperador Napoleón, con lo que la marca alcanzó fama y vista dentro del imperio. Con la llegada de la segunda generación de Jacquesson, Adolphe, heredero de los viñedos fue asesorado por el afamado Dr. Jules Guyot que implantó la costumbre de sembrar las vides en líneas rectas y con una separación que permite a las plantas un mayor follaje y por ende más espacio para las uvas.

Adolphe patentó en 1844 el famoso morrión que es el sistema que sostiene el corcho en su lugar en las botellas de champaña y que está hecho con alambre y una tapa de estaño en la parte superior del corcho. Con el morrión también llamado muselet se evita a filtración del gas y la expulsión espontanea del corcho. En 1867 la empresa logró por primera vez una venta anual de un millón de botellas. Adolphe murió en 1876. Tras la muerte de Adolphe y la temprana muerte de los hijos de Adolphe, Jacquesson fue vendida. La empresa comenzó un declive, pero no desapareció del mercado, aunque de manera internacional perdió la notoriedad de otras champañas.  Jacquesson cambió de dueños en diferentes ocasiones hasta que en 1974 es comprada por la familia Chiquet.

En la actualidad son los hermanos Jean-Herve y Laurent Chiquet son los timoneles de la empresa que produce alrededor de 250,000 botellas al año y el producto de sus viñedos tiene reconocimiento mundial.

De acuerdo con el sitio de internet de Jacquesson el prensado de las uvas se lleva a cabo de una manera tradicional en una prensa vertical que permite que los jugos de las uvas rojas no se contaminen de color y de taninos, quedando en los colores necesarios para esos tonos dorados de la champaña. Son sólo los jugos de esta primera prensa los que son utilizados para la elaboración del vino espumoso, mientras que los obtenidos en una segunda prensa se venden a otras empresas.

La primera fermentación se lleva a cabo en barricas antiguas de roble y no en nuevas para que el jugo no se contamine con el sabor de la madera nueva.

Los Chiquet clasifican sus vinos bajo la nomenclatura cuvée, seleccionando el número 700 de manera al parecer aleatoria, pero me imagino que tiene que ver con el siglo en que fue fundada Jacquesson. La primera cuvée celebró el centenario de la empresa y a partir de la llegada de los hermanos a la dirección de la empresa se utilizó el número 28, añadiendo un numero a cada cosecha anualmente actualmente se habla del Cuvee 728.

Una de las características importantes de Jacquesson es la casi nula intervención en la fermentación, lo que elimina la posibilidad de unidad en la producción de Jacquesson creando un sabor particular cada año a la champaña.

Jacquessons es la fabricante de Champaña independiente más antigua del mundo. Levanto una copa de Jacquesson literaria y con este texto deseo un extraordinario 2021 a todos los lectores.


publicado en thepoint.com.mx el 4 de enero de 2021

imagen: champagnejacquesson.com

viernes, 8 de enero de 2021

Kidrobot, el juguete como arte

 


Esta empresa fundada en 2002 llevó a Estados Unidos un nuevo tipo de juguetes que son al mismo tiempo arte desde su misma concepción.

Armando Enríquez Vázquez

Andy Warhol convirtió a los objetos del consumo popular y de la producción en masa en modelos de la obra de arte como lo demuestra su serie de cuadros sobre la lata de sopa Campbell y así como otros productos de consumo masivo entre ellos actrices y músicos. A principio del siglo XXI Paul Budnitz exportó la idea oriental de hacer arte a partir de juguetes de plástico, abriendo así en Estados Unidos el nicho de los juguetes de arte.

A diferencia de los codiciados juguetes que buscan los coleccionistas que le dan valor al juguete por no haber sido abierto y una serie de condiciones que casi eliminan el valor de juego del juguete, las creaciones de Kidrobot no se devalúan pues en sí son obras de arte. Diseñados por artistas los juguetes de Kidrobot tienen un valor como obras de arte superior a su valor de juego por extraño que parezca.

Paul Budnitz nació el 14 de septiembre de 1967 en Berkeley, California. Hijo, de acuerdo a la ficha biográfica de su sitio de Internet, de un físico nuclear y de una trabajadora social. Es un hombre talentoso y visionario que ya de adolescente se dedicaba a crear códigos para juegos de computadora, así como sistemas de análisis de seguridad para plantas nucleares. Sin embargo, sus estudios profesionales en Yale se centraron en la fotografía y el cine. Fundó a lo largo de su adolescencia y años en la universidad diferentes empresas tecnológicas y en dos mil uno en un viaje a Japón descubrió la naciente y creciente industria de los juguetes de arte para jóvenes adultos que apelaban a los gustos de su infancia.

Budnitz fundó Kidrobot en 2002 y en los siguientes años surgieron los principales modelos de muñecos que han sido intervenidos por decenas de artistas que han creado diferentes versiones de los mismos y como son ediciones limitadas pueden variar en precio de uno a otro.

Primero están los Dunny una figura inspirada en el lenguaje callejero de Estados Unidos Devil Bunny que hace referencia a los adolescentes que se sienten atraídos por el satanismo, la figura de vinil semeja un conejo de pie con largas orejas que pueden ser interpretados como cuernos. Esta figura fue creada por Budnitz en colaboración con Tristan Eaton un destacado artista gráfico que hasta la fecha continúa colaborando con Kidrobot.

Luego llegaron los Munny basados en la figura de un simio. Las principales características de los Munny es que están hechos con un vinil muy suave, con partes movibles y sobre todo que no están decorados de ninguna manera dejando al comprador la tarea de crear su propio Munny ya sea con lápices, plumones o el tipo de pintura que el decida, en ese sentido se puede decir que el Munny es un juguete que invita al comprador a desarrollar su imaginación.

Además de los juguetes Kidrobot vende ropa y accesorios de diferentes tipos como llaveros y pins con diseños exclusivos.

 


El éxito de Kidrobot fue casi inmediato y del Internet pasó a tener tiendas en Nueva York, San Francisco y Miami, Los Ángeles y Londres. De pronto los adultos jóvenes querían comprar estos juguetes piezas de arte que apelan directo a su nostalgia, sin dejar de tener un aire que los sitúa en su condición actual de adultos. El mismo Budnitz alguna vez definió la personalidad de la empresa como algo que mezcla la ternura con la maldad. El logo de la empresa es un robot en el que claramente se nota el homenaje al Ultraman de la televisión japonesa de los años sesenta y que revivió en una versión australiana en la década de los noventa del siglo pasado. Budnitz ve en la mirada de este robot una ingenua felicidad en una primera vista, pero si analiza más a fondo se puede ver que también se puede interpretar como un personaje con una sonrisa siniestra.

Muchos artistas gráficos, diseñadores, estudiantes de arte presentaron proyectos a Budnitz de juguetes

La empresa pronto comenzó a licenciar personajes y además colaboró en la creación de los personajes de la banda de música Gorillaz y poco a poco el mundo de las licencias atrajo inversionistas a la empresa, en especial la empresa de entretenimiento WildBrain Entertainment que se convirtió en dueña de un porcentaje de Kidrobot. A principio de 2012 Budnitz abandonó Kidrobot decepcionado del manejo corporativo de la marca, que se había posicionado como él propio Budnitz describió a lo largo de los años como una incubadora de artistas. Los ejecutivos de WildBrain cambiaron la visión original de la empresa y se dedicaron por dos años a crear únicamente productos de licencia, lo que resultó un golpe para la credibilidad y gusto del consumidor por la originalidad de la marca que se vio obligada a cerrar la gran mayoría de sus tiendas y perdió su negocio, hasta que en 2014 Kidrobot fue comprada por el gigante de figuras coleccionables y juguetes para los aficionados al comic NECA, en ese momento el destino de Kidrobot volvió a cambiar para bien, desde ese año el director creativo de la empresa es Frank Kozik uno de los pioneros en este tipo de objetos de arte en Estados Unidos y quien colaboró con Kidrobot desde el inicio de la compañía. Su más conocida creación es anterior a Kidrobot pero se ha convertido en otro de los juguetes de arte de la empresa es: Labbit un conejo fumador que debe su nombre a un error de la empresa japonesa que en un principio los produjo y en lugar de poner en la caja Smoking Rabbit escribió Smorkig Labbit y de ahí se le quedó el nombre.

Desde la llegada de Kozik, Kidrobot ha recobrado su camino, si bien también tienen licencias como Los Simpsons, o Hello Kitty. Los juguetes arte de Kidrobot son el producto principal de la empresa y tienen un rango de precios que va de los 5 dólares hasta precios superiores a los cinco mil dólares y la lista de artistas colaboradores es muy extensa.

Paul Budnitz al abandonar la empresa fundó una empresa dedicada a crear bicicletas de lujo y alto diseño llamada Budnitz Bicycles, en 2014 formó parte de los creadores de la red social para creadores Ello y en 2019 creó Superplastic una nueva empresa y agencias de talentos creativos que también tiene sus propios juguetes arte y ropa.

Desde 2010 11 Dunnys y 3 Munnys forman parte de la colección del Museo de Arte Moderno de Nueva York.


publicado en thepoint.com.mx el 21 de diciembre de 2020

imagnes: kidrobot

jueves, 7 de enero de 2021

Wizards la entrega final de los Relatos de Arcadia




 Llega a su final la serie de historias infantiles de animación producidas por Netflix y surgidas de la mente de nuestro gran creador de historias fantásticas; Guillermo del Toro. Aunque aun falta el epílogo.

Armando Enríquez Vázquez

Netflix estrenó la tercera parte de Los Relatos de Arcadia la serie animada creada por Guillermo del Toro.  A diferencia de Trollhunters y De los 3 de abajo, Wizards es una miniserie y no tendrá una segunda temporada, como las tuvieron las dos anteriores, aunque al final de los 10 capítulos que la componen quedan temas abiertos, Wizards es la antesala para el gran final de los Relatos de Arcadia.

Como los otros dos relatos Wizards se sitúa en el poblado de Arcadia en el Este de Estados Unidos, los personajes en gran parte son ya conocidos para quienes han seguido la historia, pero como en el caso de las otras dos también tiene una serie de personajes independientes y que protagonizan gran parte de la historia.

A lo largo de la trilogía, los personajes de las diferentes historias conviven en el tiempo y espacio de la narrativa: Jim Lake, Clare Núñez y Tobi Domzalski vuelven a estar presentes a lo largo de esta nueva entrega, también aparece uno de los protagonistas de Los 3 de Abajo; Krel. Pero la historia central retoma la lucha entre Merlín y Morgana, nos cuenta el origen de ella. Es también la historia, basada en la clásica historia de iniciación y crecimiento, de Hesedriux o Douxie como es conocido en la época contemporánea. El joven de 900 años es el segundo aprendiz de Merlín, la primera es Morgana. Douxie, después de siglos, sigue esperando el regreso del mago y mientras tanto vigila uno de los lugares de poder de Merlín; una biblioteca camuflajeada de cafetería ubicada en Arcadia. Durante esa espera el aprendiz de mago continúa con su instrucción acompañado de un dragón capaz de transformarse en gato de nombre Archie. Cuando finalmente Merlín aparece Jim Lake el cazador de troles ha sido herido de muerte y es perseguido por un misterioso caballero verde, que es un títere de la Orden Arcana, encargada del balance del mundo, compuesta por tres miembros; Skrael, Bellroc y Nari. Nari se ha ido a refugiar con Merlín tras descubrir el plan de los otros dos miembros de la Orden, quienes necesitan a Nari para acabar con el mundo, por lo que cazan y atacan al viejo hechicero.

A ser atacado el castillo volador de Camelot es dañado y Hesedriux, Archie, Clare, Jim y Steve pasan a través de un portal del tiempo y son enviados a la corte del mítico rey Arturo. Conocen a la famosa Dama del Lago que es en realidad un monstruo, a Excalibur la espada del rey, a Lancelot que es un doppelgänger de Steve y este último se vuelve escudero del caballero. La reina Ginebra ha muerto y Arturo vive entre la tristeza y un deprecio contra el mundo no humano que lo hace volverse un tirano en contra de troles, duendes y demás criaturas mágicas. Arturo debe delibrar una batalla decisiva en contra de Gunmar. Somos entonces testigos del nacimiento del primer Cazador de Troles. La historia se vuelve circular y nos lleva en a la esencia de la primera temporada y la base de la trama de los primeros capítulos de Trollhunters; Gunmar y su tiránica relación con los troles, así como a la juventud de Blinky, el nacimiento de su amistad con Arghhh y la necesidad de Merlín por crear el amuleto que designa al Cazador de Troles.

Wizards es el menos atractivo de los Relatos de Arcadia y sin embargo es pieza clave en la narrativa de la historia en general, pero al tener como base la sabiduría de Guillermo del Toro para narrar historias que atrapan al espectador y de crear personajes entrañables, así como villanos despreciables, que pueden en su momento al redimirse cambiar nuestros sentimientos hacía él, como sucede en Wizards con Morgana.

Si has visto las dos primeras entregas de la historia creada por el gran Guillermo del Toro, sin duda verás Wizards. Si no lo has hecho te invito a ver estos Relatos de Arcadia en orden y a pensar que en tiempos de tanto Noirdic y tantas historias que pretenden ser 100% reales y monstruosas, vale mucho la pena dejarse llevar por la magia y la narrativa que del Toro tiene y con las que nos encanta una y otra vez.

Hace unos días Netflix anunció que se encuentra en producción la película Trollhunters Rise of the Titans para dar cierre a la historia de Los Relatos de Arcadia en 2021.

publicado en roastbrief.com.mx el 25 de agosto de 2020

imagen: Netflix