sábado, 28 de junio de 2014

Steagles y Card-Pitt, los años que los Steelers no pudieron armar un equipo propio.





Durante las temporadas de 1943 y 1944 los Acereros de Pittsburgh no lograban reunir los jugadores para formar un equipo entonces se unieron a otras franquicias con los mismos problemas.
Armando Enríquez Vázquez.
Durante los años de la II Guerra Mundial en los Estados Unidos se les pidió a los habitantes del país un gran número de sacrificios y existieron productos que se racionaron a la población o que incluso se dejaron de elaborar, por darle preferencia a productos bélicos que utilizaban la misma materia prima.
Muchas empresas y organizaciones se vieron limitadas y tuvieron que aprender a buscar alternativas para funcionar. Muchos jóvenes partieron con rumbo al frente y las ligas deportivas se vieron forzadas a sustituir a hombres por mujeres, así surgió en 1943 una liga profesional de beisbol femenil, pero en el caso del futbol americano esta sustitución no parecía posible.
1943, vio desaparecer al equipo de Cleveland llamado Rams por la incapacidad de reclutar jugadores. Otros equipos enfrentaban los mismos problemas. Entre ellos los Acereros de Pittsburgh, Art Rooney dueño de los Acereros, junto con Bert Bell uno de los dos propietarios de las Águilas presentaron a la Liga la petición para hacer una fusión entre ambas franquicias para la temporada de 1943. Se dice que Filadelfia tenía 12 jugadores, mientras que Pittsburgh tan sólo llegaba a 6. La Liga permitió que las dos franquicias se unieran formando una que mantuviera la integridad de ambos equipos. El resultado fue un equipo llamado Combinado de Filadelfia Pittsburgh Águilas Acereros, pero rápidamente un periodista de Pittsburgh bautizó al equipo como  Steagles.
Otro de los problemas que enfrentó la NFL durante ese periodo, fue que la mayoría de los jugadores eran jóvenes que por alguna razón había sido rechazados para servir en el ejército, ya fuera por cuestiones de tener una familia a la cual mantener o porque tenían algún tipo de problema físico que los inhabilitaba para el servicio militar. Por ejemplo la estrella del equipo y líder en la NFL ese año en promediar yardas ganadas por pase, con 419 yardas en 19 recepciones fue un hombre llamado Tony Bova que era ciego de un ojo y débil visual en el otro. Se dice que había jugadores con pie plano, sordos, incluso algunos que sufrían de ulceras sangrantes entre las franquicias de la NFL. De cualquier manera Bova jugó con los Acereros hasta 1947.
Ni Pittsburgh, ni Filadelfia eran en esos años franquicias ganadoras y la distancia entre ambas de ciudades, mayor a los 300 kilómetros, hacía casi imposible las sesiones de entrenamiento para el equipo. El equipo no parecía tener muchas oportunidades de hacer algo más allá del ridículo en la temporada.
Los entrenamientos se llevaban a cabo en un lote baldío lleno de cristales rotos y latas oxidadas de aceite, detrás de una gasolinera, y al parecer al primer entrenamiento no se presentaron los entrenadores del equipo. A pesar de todas las dificultades los Steagles lograron en temporada de 1943 un record de 5 ganados, 4 perdidos y un empate. Sólo un juego detrás de los Pieles Rojas de Washington y los Gigantes de Nueva York que terminaron en primero y segundo lugar de la conferencia este de la NFL. Lo que resulto ser también la primera temporada ganadora en la historia de las Águilas de Filadelfia y la segunda para los Acereros de Pittsburgh.
Otro acontecimiento memorable de la temporada 1943 de la NFL, fue que ese año se implementó finalmente el uso obligatorio de casco en todos los equipos de la Liga.
Al terminar la temporada las cosas parecieron volver a la normalidad, ya que el ejército de los Estados Unidos decidió no enlistar a mas hombres. Para 1944 los Rams de Cleveland se reagruparon y regresaron a la NFL. Además, se creó una nueva franquicia en Boston y al deshacerse la unión entre Filadelfia y Pittsburgh surgió un nuevo problema para la NFL al contar con 11 franquicias por lo que el comisionado de la liga Elmer Layden comenzó a sondear la posibilidad de invitar a dos equipos a unirse. Pittsburgh seguía en problemas para lograr una alineación así que en 1944, Art Rooney consiguió aliarse a otra franquicia para repetir la aventura del año anterior con Filadelfia.
La elección en 1944, tras muchos rumores, ofertas y contraofertas, fue la de unirse al equipo de los Cardenales de Chicago, en ese entonces la franquicia más antigua de la NFL aun no abandonaba la ciudad donde había sido creada, pero su trayectoria como equipo perdedor lo había llevado a no ganar un solo partido en 1943.
Esta franquicia fue bautizada con el nombre de Card-Pitts, que para triste fortuna del equipo pronto hizo que los fanáticos enojados en la ciudad de Pittsburgh los rebautizaran como carpets. El nombre recordaba por su sonido a la palabra alfombra o tapete que fue lo que este equipo resulto ser.
 El peor equipo de la historia de la NFL. Fue como lo calificó Art Rooney el legendario dueño de los Acereros de Pittsburgh.



Con un record de 0 ganados y 10 perdidos los Card-Pitts terminaron como el peor equipo de la temporada. Entre las marcas de la infamia que obtuvieron los Card-Pitts se encuentra que el promedio de yardas en sus patadas de despeje que fue de tan solo 32.7 yardas. El equipo a lo largo de la temporada sólo intento dos veces anotar goles de campo y en ambas ocasiones falló. El pateador Conway Baker falló 4 de sus 15 intentos por anotar un punto extra. 41 pases interceptados que aun mantiene un ignominioso tercer lugar en las estadísticas históricas de la NFL. A los Card-Pitts les anotaron 328 puntos contra sólo 108 que ellos anotaron, aun así, no son ni por mucho el equipo que menos puntos haya anotado en una temporada y hay otros renglones en las listas de la ignominia de la Liga en la cual no aparecen los Card-Pitts, lo cual contradice un poco a Rooney, quien tras el milagro de 1943 debió sentir que su parte de los Acereros volvía a ser el equipo perdedor de antaño, en parte por una pésima decisión de su parte.
La situación entre los jugadores y los entrenadores llegó a ser tan frustrante que antes del último partido de la temporada frente a los Osos de Chicago. John Grigas, el corredor del equipo abandonó el equipo dejando dos cartas una para su compañero de cuarto y la segunda dirigida a los entrenadores y administradores del equipo:
Estimados entrenadores y directivos:
La decisión que he tomado puede ser ni ética, ni correcta, piensen lo que quieran de ella, pero creo en lo más profundo de mí que es la mejor.
Siempre he tenido el deseo y el hambre que tanto mencionan en las sesiones de trabajo, pero ¿cuánto tiempo puede una persona mantener ese ánimo?, depende de lo que suceda en el terreno de juego. La mente humana es parte de nuestro espíritu, que a su vez está influido por el cuerpo. Cuando tu pensamiento es modificado por las constantes palizas que recibe semanalmente el cuerpo, el espíritu no puede ser el mismo…
…He jugado cada partido de principio a fin y nunca me he quejado, porque es obligación justificar un sueldo. El dinero no era la meta principal. La meta era jugar futbol y divertirme un poco teniendo una temporada ganadora…
…Para finalizar, sólo puedo decir que estoy muy apenado de mi decisión, pero estas cosas no son fáciles de explicar. Buena suerte y que ganen por lo menos este partido.
Atentamente
John Grigas.
La temporada terminó con otra derrota y también la historia de los Card-Pitts.
En 1945 la NFL volvió a la normalidad, Acereros y Cardenales tuvieron otra vez temporadas perdedoras, pero lograron ganar por lo menos un juego, mientras que las Águilas de Filadelfia consiguieron su tercera temporada ganadora en su historia.
Mientras que por un lado los Steagles han sido celebrados y recordados por aficionados y periodistas deportivos en más de una ocasión como un triunfo del espíritu, los Card Pitts, son un mal sueño que nadie quiere recordar.
Las tres franquicias que intervinieron en estas fusiones han sobrevivido en la NFL, los Cardenales peregrinando por diferentes sedes, pero manteniéndose como el equipo más antiguo de la Liga, mientras que tanto los Acereros, como las Águilas han dado muchas satisfacciones a sus seguidores tanto en Pittsburgh, como en Filadelfia.

Imagenes: www.nytimes.com
                 en.wikipedia.org

viernes, 27 de junio de 2014

Larisa, la cara desconocida de la revolución rusa.





Entre las mujeres que participaron en la revolución rusa destacó Larisa Reisner, que además haría muchas crónicas de la lucha y murió, como tanos otros olvidados por esa misma revolución.
Armando Enríquez Vázquez

La cara más siniestra de las revoluciones sociales de inicio del siglo XX, la protagonizaron la ambición y el poder de los más sanguinarios y corruptos lideres, y acabó con los ideales de la revolución y con muchos de sus mejores hombres y mujeres.
En México fueron lobos sonorenses los que destazaron a la revolución, asesinaron a muchos de sus compañeros de armas y relegaron a las mujeres de la revolución a simples soldaderas y cocineras de la tropa. En la Unión Soviética esa figura siniestra fue Iósif Stalin.
Entre las mujeres destacadas y olvidadas por la historia rusa destaca el nombre de una luchadora, guerrera y periodista: Larisa Reisner. La primera vez que leí sobre ella fue en el extraordinario libro de Paco Ignacio Taibo II  Arcángeles, doce historias de revolucionarios herejes del siglo XX, hace ya muchos años.
Larisa Mikhailovna Reiner nació en la ciudad de Lublin, hoy Polonia el 13 de mayo de 1995. Larisa fue la primogénita de   Ekaterina Aleksandrovna Pachnovoi y Mikhail Reisner. Reisner era un abogado y profesor miembro del partido socialdemócrata de los trabajadores rusos. La actividad política del padre llevó a la familia a exiliarse primero en Berlín y un año después en Paris. En 1906 los Reisner regresaron a San Petesburgo. Larisa fue inscrita en la escuela privada para mujeres, mientras su padre daba clases en la Universidad. A las mujeres en Rusia, como en muchas partes del mundo a principios del siglo XX, no se les permitía acudir a la Universidades. En 1913, Larisa terminó su educación formal al graduarse en el instituto Neurosicológico de San Petesburgo. Pero Larisa tenía un claro interés por la literatura. En 1909 escribió una obra de teatro titulada Atlantida y en 1910 publicó sus primeros poemas. Durante 1912 y 1913 se publicaron dos perfiles que hizo de sobre dos personajes de Shakespeare; Cleopatra y Ofelia.
Al estallar la I Guerra Mundial en 1914, su padre decidió imprimir un periódico socialista pacifista con sus propios medios y Larisa se convirtió en colaboradora del mismo. El diario de nombre Rudin consumió el capital de la familia. Después del diario familiar, Larisa comenzó a colaborar en el diario  Novaya Zhin, que era dirigido por Máximo Gorki. Su amistad con el escritor continuó hasta antes de la revolución de 1917 y colaboró también en la revista Létopis que a partir de 1915 dirigió Gorki.
Larisa fue abandonando la socialdemocracia y se fue uniendo a los bolcheviques. En 1918 se casó con un joven revolucionario de nombre Fiodor Raskolnikov. Junto con él luchó en el frente oriental y recuperaron las líneas ferroviarias que unían a Moscú con Siberia. Larisa narró la historia en su libro En el frente. Es en esa época, cuando Larisa Reisner conoció a Trotsky. Al que desde un principio admiró.
Lo reconoce como el líder que habrá de llevar las riendas de la Revolución  y escribe sobre él:
 Imposible que Trotsky fuera un cobarde, de ser así la fuerza de su extraordinario ejército lo hubiera aplastado y jamás le hubiera perdonado la sangre fraternal que se derramó durante su primera victoria.
Y Trotsky escribió sobre ella:
"Larisa Reisner ocupó un puesto importante en el V Ejército, como también en toda la revolución. Esta bella joven que había deslumbrado a tantos hom­bres, pasó como un meteoro refulgente sobre el fondo de los acontecimien­tos. A su aspecto de diosa del Olimpo, unía un espíritu finamente irónico y la valentía de un guerrero. Cuando Kazan fue ocupada por los blancos, se dirigió disfrazada de campesina al campo enemigo para espiar. Pero su presencia era demasiado extraordinaria. La detuvieron. Un oficial japonés del servicio de espionaje la interrogó. Pero durante una interrupción del interrogatorio, logró escabullirse por la puerta mal guardada y desapare­ció.
Junto con su marido luchó en la flota del Volga hasta el final de la guerra civil, entonces el matrimonio fue enviado a cumplir una misión diplomática a Afganistán, de su estancia y sus vivencias en Kabul, Larisa escribió  y publicó otro libro que tituló Afganistán. Durante estos tiempos de paz, la pareja se desmoronó entre rumores, traiciones de Larisa y los celos de Raskolnikov. Larisa entonces regresó a la Unión Soviética.
En 1923, Larisa le pide a Karl Rádek, quien era el Secretario del Comitern encargado de ver los asuntos referentes a Alemania, que la envié a ese país para poder ser parte del movimiento revolucionario que se estaba llevando a cabo en Hamburgo. Radek le consiguió la forma de ingresar de manera ilegal al país. De su estadía en Alemania, Larisa escribió el libro  Hamburgo en las barricadas. Lariza y Radek se enamoran y viven como pareja, ante las maledicencias de la burocracia comunista.
 A su regreso a la Unión Soviética Larisa trabajó con Trotsky en la comisión para el mejoramiento de los productos industriales. Regresó a Alemania y escribió un nuevo libro que tituló En el país de Hindenburg. Viajó al oriente medio y relató las condiciones de trabajo de la región. En 1926 contrajo tifus y murió el 9 de noviembre de ese mismo año en Moscú.
La dictadura de Stalin, que se encargó de borrar de la historia a tantos hombres y mujeres, intentó de hacer desaparecer a Larisa de la historia, purgó su obra y aplanó su personalidad.
Lo que sabemos de Larisa Reisner es sólo una pincelada de lo que debe haber sido una vida plena de aventuras e ideales. Desgraciadamente todos aquellos que la rodearon fueron víctimas del stalinismo como hace notar Taibo II en su texto sobre Larisa Reisner:
Trotsky asesinado en su exilio en México…Raskolnikov, el mismo año de la muerte de Larisa, fue separado de sus actividades dentro de la Internacional Comunista, aunque en la lucha se alinea con Stalin, en el 37 sus libros a la lista de prohibidos, estando en Francia no retorna a Rusia y envía una carta abierta a Stalin acusándolo de traición la revolución en España. Muere en Niza en el año 39, de una manera muy extraña…Rádek asesinado de los procesos del 37…  Lo mismo sucede con otros personajes que podrían haber contado la vida de la mujer que a los 30 años dejó la vida.
Se dice que Boris Pasternak se basó parcialmente en la gran escritora, periodista y revolucionaria rusa al crear al personaje de Larisa  de su inmortal novela el Doctor Zhivago.

publicado el 20 de junio de 2014 en the pinkpoint.com.mx
imagen:levoradikal.ru

jueves, 26 de junio de 2014

75 años de exilio español en México.





Este año se cumplen 75 años de uno de los exilios más enriquecedores para nuestra cultura, nuestra sociedad y mi visión de la vida. 

Armando Enríquez Vázquez

Cuando mis padres decidieron el modelo educativo que teníamos que seguir sus hijos, optaron por sistema laico, mixto y abierto a diferentes corrientes de pensamiento. Sin duda el fantasma socialista de mi abuelo materno recorría las habitaciones de la casa en esos momentos. Mi abuelo fue gobernador de Veracruz donde estableció la escuela socialista y más tarde se unió al gabinete de Lázaro Cárdenas para dirigir la SEP y fundar el IPN. Entonces nos exiliaron en un colegio que nada tenía que ver con nuestro entorno y nuestra historia familiar. Mis padres son mexicanos y lo mismo sucedía con mis abuelos tanto paternos como maternos. Pero de pronto al entrar a primero de Primaria y durante los siguientes cinco años de mi educación todos los lunes saludaba dos banderas y cantaba dos himnos. El mexicano, que pertenecía a mi patria y el de la República Española que era la patria añorada y etérea de muchos de mis maestros, de los padres y abuelos de mis compañeros. El 14 de abril se suspendían las clases porque era día de la República Española. Y mí siempre me pareció una fecha que mezclaba la independencia y el día de muertos en uno sólo. Celebración de un luto. Un país que sólo existía en el consciente colectivo de algunos miles de hombre y mujeres que trasterrados habitaban en algunos países del planeta formando una diáspora española.
La semana pasada se conmemoraron los 75 años de la llegada del barco, el Sinaia, cuyo nombre fue puesto por la reina María de Rumania en honor a la población donde se encontraba el Castillo de Peles que era la residencia oficial de los monarcas rumanos, al puerto de Veracruz, con lo primeros exiliados republicanos. El Sinaia fue el primero de muchos barcos que de 1939 a 1942 trajeron a nuestro país a más 25,000 españoles que huían de los horrores que un personaje siniestro como lo fue Francisco Franco impuso en su país tras la derrota de la Segunda República Española.
El Sinaia tocó puerto mexicano el 13 de junio de 1939. En él llegaron 1800 personas. Juan Rejano, escritor y periodista que viajaba a bordo del Sinaia decidió escribir un pequeño periódico narrando día a día la travesía de 18 días que hizo la embarcación para llegar a Veracruz.
 La gente toma el sol en cubierta. Este comienza a ser el sol de la libertad. La falta de alambradas hace que la imaginación crezca y cada uno forme planes sobre el porvenir. El sol distiende los músculos y concentra el pensamiento.
Fue uno de los primeros textos que Rejano escribió en ese panfleto al que llamó: Sinaia. Diario de la primera expedición de republicanos españoles a México.
El Sinaia, y después muchos otros, trajeron a nuestras tierras a miles de personas que de pronto habían despertado sin más patria que la que llevaban en la memoria y en el corazón. A México llegaron, escritores, poetas, filósofos, intelectuales, científicos, activistas de todos tamaños y matices políticos liberales,  que con el correr de los años y con la imposibilidad abrumadora de no poder regresar a su tierra natal, se volvieron mexicanos, vivieron y aprendieron como dice Moreno Villa; una nueva geografía, nuevas comidas y ante todo un nuevo idioma español.
Y llegaron también otros ciudadanos, que no por ser menos famosos, son menos valiosos. Hombres y mujeres e bien que se incorporaron al ir y venir de una tierra que les era extraña y sorprendente. Entre los hijos y los nietos de estos exiliados tuve mi educación formal. En ese sincretismo que permitía que en Mixcoac en las calles que acotaban las avenidas Revolución y Patriotismo, se conjugaran los verbos anteponiéndoles el vos, que para los mexicanos murió con la Independencia. Una isla donde hablar de ostias era hablar de golpes. Se ceceaba y se marcaban las J como quien quiere rasgar de mala manera al aire que lo rodea.
 Crecí y trataba de entender esa geografía que a Moreno Villa le costaba trabajo olvidar. Veía los  jirones de una utopía que en tres colores se paseaba frente a los niños que negaban y despreciaban la bandera roja y amarilla que el tirano había impuesto en su patria y aprendí de la generosidad verdadera de mi patria y no esa patrañería de los que ensordecidos por el tequila y apestando a mariachis nombran con autoritaria ignorancia y patético nacionalismo que somos grandes anfitriones, los mejores. Claro pensando en el modelo que los tlaxcaltecas usaron con Cortés.
Y llegar a principios de los años setenta a nuevos exiliados cuyas patrias se habían convertido en el sueño aterrador de alguien más. Llegaron chilenos, uruguayos, argentinos muchos de los cuales con el tiempo han podido regresar a sus tierras, y otros que hicieron de México su patria. Ellos no llegaron en barcos, llegaron en aviones y aquellos que treinta años antes habían desembarcado en Veracruz, abrieron las puertas del colegio con la misma generosidad con que ellos fueron recibidos, para aceptar a esa nueva oleada de hombres, mujeres y niños que llevaban la patria en la memoria.
Escuché y aprendí de esos horrores que sólo un ser humano puede cometer contra otro ser humano. Aprendí que la intransigencia se practica en todos los bandos ideológicos y de futbol, que nunca seremos capaces de respetar al otro, mucho menos intentar entenderlo.
Hace setenta y cinco años llegaron a nuestro país hombres, mujeres y niños, para mi muchos de ellos son entrañables a pesar de su versión totalitaria de la educación laica, Por ellos vi sin salir de mi ciudad grandes rebanadas del mundo. De un mundo lleno de hombres que tras haberlo perdido todo, tenían la pasión, la convicción y las ganas de volver a ganarlo todo y mucho más. Sin abandonar su identidad y sumándose a una nueva.
En su novela El Cortejo, Simón Otaola que nació en San Sebastián y murió en la Ciudad de México, describió en la primera viñeta de la historia llegada de Abilio Carroncho al funeral de un amigo suyo. Al asomarse dentro del féretro para ver al muerto, en voz alta, aquel que para republicanos, él; para jugarse la pella por los ideales, él; para despanzurrar a un traidor, él y para cantar joticas, me caguen sos, él; siempre él…  dice de una manea que solo ese hibrido del exiliado que ha pasado tal vez más años de su vida en tierras extranjeras que en la propia, alcanza a exclamar:
 - ¡En esta altiplanicie nos va a llevar a todos la chingada!
En 1975 murió finalmente Francisco Franco. Cuando el gobierno mexicano finalmente reconoció al nuevo gobierno español, se acabaron el 14 de abril, la bandera y el himno republicano. Aquello que no era sólo trapos, cantos y celebración se quedó marcado en mí por el resto de mis días y aún habría de acrecentarse en muchos aspectos. Siempre he bromeado, pero bien sabemos que entre broma y broma la verdad se asoma, que fui un exiliado dentro del exilio.

publicado en blureport.com.mx el 19 de junio de 2014 
Imagen:oem.com.mx

miércoles, 25 de junio de 2014

Raymond Savignac posters que dejan siempre una sonrisa.





Raymond Savignac creador autodidacta de posters para diferentes marcas y padre del niño de Bic.
Armando Enríquez Vázquez.
A lo largo de la segunda parte del siglo XX las obras de Savignac como es conocido se pudieron apreciar en las paredes de Francia, en los muros del metro parisino. Su primer gran éxito fue para la marca de jabón de leche en pastilla Monsavon, Savignac había dejado la juventud atrás cuando el éxito llegó:
Yo nací a la edad de 41 años de las tetas de la vaca Monsavon. Declaró en alguna ocasión.
De hecho el cartel fue controvertido por mostrar como de la ubre de la vaca salían los chorros de leche que se volvían la pastilla de jabón. Pero la marca aun reconoce no sólo el buen humor del poster, sino que el dibujo sintetiza de manera innegable las características de su jabón.



Raymond Savignac llegó al mundo el 6 de noviembre de 1907 en el seno de una familia pobre que se mudó a Paris en busca de mejorar. Sus padres pusieron un restaurante para obreros. Al parecer la vida escolar no era lo que más interesaba al joven Savignac que a los quince años abandonó la escuela en busca de convertirse en ciclista profesional, pero tenía que trabajar, y empezó coloreando y dibujando mapas de las rutas de autobús para la Compagnie des Transports Parisiens. Además de pasar el tiempo en el restaurante de sus padres.
Ahí aprendí a fumar, a jugar billar y muchas otras cosas inútiles pero que me enseñaron a apreciar ciertas frivolidades…
Después de los mapas, pasó a una empresa que se dedicaba a hacer comerciales de dibujos animados para los cines franceses. En 1933 sentía haber fracasado y que su trabajo no era apreciado, así que con una muestra de sus diseños decidió acudir a un experto y pedir una opinión sobre su trabajo. De esta forma, visitó al director de arte de la Alliance Graphique, un legendario diseñador conocido como Cassandre, quien recibió a Savignac y tras observar su trabajo le encargó un poster y un brochure. Savignac se convirtió en colaborador de Cassandre y de este aprendió muchas cosas. Los estilos no son parecidos pero Savignac decía que ambos diseños tenían como factor denominador el humor.



La puesta a punto de un gag gráfico es un ejercicio de gran rigor y de alto voltaje.
Savignac fue un apasionado de la comedia de slapstick, y admirador de Chaplin y otros cómicos de la época del cine silente. En 1938, Cassandre partió con rumbo a los Estados Unidos, mientras en Europa se avizoraba ya la II Guerra Mundial. Cuando el conflicto estalló, Savignac fue enrolado por el ejército francés y tras la derrota de los franceses, el artista regresó, sin trabajo a un Paris ocupado por los Nazis.
En 1942 Savignac se rencontró con un viejo conocido llamado Robert Guérin. Este hombre llevaba la publicidad y mercadotecnia de L’Oreal y Monsavon, así como una estrecha relación con el dueño de ambas marcas, Eugenio Schueller. El trabajo de Savignac impresionó a Guérin, por lo que pronto le consiguió un empleo en la agencia de publicidad del mismo Schueller. Guérin promocionó el trabajo de Savignac con muchas dificultades y reticencias por parte de los clientes hasta que finalmente Monsavon aceptó el cartel de la vaca.
A partir de ese momento el trabajo del diseñador empezó a tener una gran demanda por parte de las empresas. En los siguientes años acuñó la frase: El Cartel es un escándalo visual. Savignac trabajo a lo largo de su vida en publicidad para Cinzano, Dunlop, Life, Air France, Pirelli, Gitanes, Vespa, Maggi, Michelin, Perrier, Danone, entre muchas otras, siempre manteniendo como línea el humor.



 Un cartel no puede ser sólo la transposición gráfica de una idea promocional, antes que nada debe ser un mensaje de optimismo al público en general.
En 1961, se le encomendó un cartel publicitario para la marca de plumas BIC, Savignac dibujo originalmente a un estudiante con su uniforme, que tiene en la espalda un bolígrafo y la cabeza del chico era la nueva esfera de carburo de tungtesno de las plumas. El personaje tuvo mucho éxito y se convirtió en el logo de la marca. Savignac trabajó para Bic por más de 20 años, durante los cuales diseño diferentes carteles.
Además de los carteles de marcas Savignac comenzó a crear carteles para películas y espectáculos culturales. Savignac que de acuerdo con su propia crónica nació a los 41 años continuó trabajando hasta 1999.



Conforme fueron pasando los años Savignac vio como el dibujo iba siendo desplazado en los posters por la fotografía, en una entrevista se definió como: un viejo brontosaurio que hace un trabajo inexistente para una especie que también se encuentra en vías de extinción.
Raymond Savignac murió el 28 de octubre de 2002 a la edad de 94 años.
En una de sus últimas entrevistas comentó:
 La violencia provocativa del poster, trasciende los límites del mal gusto y de hecho le da cierto estilo. Es más, hay algo peor que el mal gusto; El buen gusto. Existen 900,000 parisinos rellenos de buen gusto.




Publicado en the point.com.mx el 18 de junio de 2014.
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