lunes, 16 de noviembre de 2020

Lorena la de los pies ligeros, estrella nacional.


Lorena vive inmersa en la soledad y majestuosidad de la Sierra Tarahumara, en su natal Ciénega de Norogachi en Guachochi un municipio de Chihuahua y corre ultramaratones por el mundo.

Armando Enríquez Vázquez

Buscando entre la enorme y la gran mayoría de ocasiones poco atractiva oferta de las plataformas con contenidos de entretenimiento me tope con verdadero diamante producido por Netflix y dirigido por el documentalista mexicano Juan Carlos Rulfo, que se estrenó en noviembre del año pasado. En una época en que nos perdemos en contenidos deportivos muy engañosos y sesgados como las biografías de las grandes estrellas del deporte internacional y que a veces pecan abusar en el chisme y el escándalo, más que centrarse en los logros y características técnicas y físicas que hicieron a estas figuras lo que son. Sus consejos de crear estrategias y métodos personales, métodos que los disciplinaron para ser quienes son dentro de su deporte o en el imaginario popular y que además pretenden ser etiquetados como documentales son obviados por contenidos más frívolos, ante esa oferta el trabajo de Rulfo resalta por mil y un razones.

La primera de ellas es porque retrata de una manera veraz y muy sencilla una deportista poco convencional, una mujer de una ingenuidad, soledad, fuerza y sobre todo disciplina férrea que ya quisieran todos los mediocres futbolistas de este, nuestro país de pan y circo. La segunda por la fuerza narrativa con las que Juan Carlos Rulfo nos deja penetrar en la medida de lo posible en el universo particular y cerrado de Lorena, la protagonista, la cámara en close up que con su silencio nos dice más sobre la mujer, que cualquier narración o respuesta que pudiera tener el documental. Lorena es una muy joven mujer raramuri (tarahumara) dedicada a correr ultramaratones al interior de la imponente Sierra Madre Occidental en su parte del estado de Chihuahua, que da título al documental de Rulfo: Lorena la de los pies ligeros.

Lorena de 22 años, en el momento de la filmación, hoy de 25, vive inmersa en la soledad y majestuosidad de la Sierra Tarahumara, en su natal Ciénega de Norogachi en Guachochi un municipio al suroeste del estado. El nucleó social de Lorena se reduce a su familia cercana, padre, madre y hermanos pues como el padre dice los vecinos más cercanos están muy lejos. Lorena corre y corre lo que se llaman ultramaratones, corre distancias mayores a los 42.5 Km de una maratón en una sola carrera y por lo general y de acuerdo con sus tradiciones corre con falda y siempre con sus zapatos de diario. Una especie de sandalias y zapato muy sencillo.

Ha corrido la maratón de la Ciudad de México, pero ha participado en estas largas carreras también en España y Japón. Lorena es reconocida a nivel internacional y desconocida, como siempre, en nuestro país.

Los paisajes con los que inicia el documental contrastan con los cuatro meses de confinamiento y nos recuerda en una reflexión alterna la grandeza y belleza de México que todos los gobiernos desde hace treinta años han ido cediendo a los grupos del crimen organizado, mientras que las secretarias turismo, economía y los gobiernos de los estados han olvidado hacer su trabajo. Pero las reflexiones realmente importantes de un trabajo como el Juan Carlos Rulfo son como siempre la manera en que discriminamos a los pueblos originarios de nuestro país, a sus representantes, sobre todo a sus mujeres y como los organismos y federaciones deportivas que son verdaderos elefantes blancos que le cuestan al país y no promueven no forman deportistas, junto con la grandeza de espíritu y alma que nada tienen que ver con el dinero o el poder o esa estupidez tan humana a la que se hadado por llamar raza.

Reflexión aparte es también que cuando los reflectores van a una mujer como Yalitzia, las redes se polarizan, pero los whitexicans no pueden opacar ni sus triunfos, ni su valía y no quiero parecer parte de estos, pero Yalitzia tuvo los reflectores desde que Cuarón la seleccionó, sin embargo, nadie reparó en la portada y el reportaje que Vogue le dio a Lorena el pasado mes de noviembre y la trascendencia de esta atleta de alto rendimiento de nuestro país que tiene como se ve en el documental un pequeño cuarto lleno de sus preseas, algunas de las cuales desde su humildad de espíritu ni siquiera recuerda donde las ganó.

Una de las grandes secuencias del documental de Juan Carlos Rulfo es cuando le regalan a Lorena unos tenis Nike para correr, ella abre la caja con una sonrisa y después reflexiona acerca de cómo nunca los va a usar porque la gente contra la que compite usa ese tipo de calzado y no le pueden ganar.

En otro momento Lorena cuenta con esa voz que es un hilo de timidez, su hermano la compara en una secuencia con un venado, como hoy todos quieren tomarse fotos con ella, concluyendo con: Yo sé que un día nadie querrá tomarse una foto conmigo, y no lo dice con dolor, ni tristeza lo hace con esa certeza de que la vida y todos sus eventos son efímeros, con una sabiduría y convicción de la que carecemos la mayoría de los seres humanos.

Lorena la de los pies ligeros, es un diamante de muchos kilates entre la producción nacional e internacional, es un documental concreto que celebra, antes que nada, en el tiempo necesario, la corta vida de esta mujer raramuri con la que nadie se querrá tomar una foto en unos años, pero de la que Juan Carlos Rulfo ha dejado el testimonio de su grandeza.  

publicado en roastbrief.com.mx el19 de julio de 2020

imagen Netflix.

jueves, 5 de noviembre de 2020

Un juego de caballeros que conquistó el mundo.

 


La más reciente producción de Julian Fellowes vuelve a contar una historia de aristócratas y proletarios, Un juego de caballeros, cuenta la historia del nacimiento del futbol profesional.

Armando Enríquez Vázquez

El nombre de Julian Fellowes está asociado a algunas de los mejores melodramas de cine y serie de este siglo acerca de la Inglaterra socialmente rígida y de los dos mundos que se movían en esa sociedad inglesa que era tan marcada y clasista a finales del siglo XIX y principios del XX.

Gosford Park la cinta de 2001 dirigida por Robert Altman sobre un fin de semana en una enorme casa inglesa donde se comete un crimen en la tradición de los Whodonit, La reina joven, sobre la reina Victoria, son dos ejemplos de exitosas películas en las que Fellowes participó como guionista y en materia de las series de televisión Fellowes es el creador de Downton Abbey , sin duda una de las más exitosas series de la década.

En una de sus más recientes producciones Fellowes vuelve a contar una historia de aristócratas y proletarios, en la serie de Netflix Un juego de caballeros, The English Game en inglés, pero esta vez para contar la historia del nacimiento del futbol profesional.

Un juego de caballeros cuenta como el futbol cambio de manos. De ser el juego de un grupo de universitarios privilegiados de Inglaterra a pasar a ser un deporte popular capaz de encender pasiones entre los aficionados y generar dinero. Es la historia de cómo un divertimento snob, juvenil y privado comenzó a cambiar, inició convirtiéndose en algo importante para las clases trabajadores. Es la historia de la vulgarización del deporte, sin que esto sea peyorativo, si no volverse en algo público, un negocio, es una serie que habla de la evolución y profesionalización del deporte. Aquellos que se sentían arrogantemente dueños y fundadores del juego, fueron desplazados por ambiciosos y pragmáticos empresarios. El honor desplazado por el valor de la taquilla. El espectáculo antes que la competencia sana.

La historia esta construida a partir de dos personajes clave en la historia del deporte: Arthur Kinnaird (Edward Holcroft) y Fergus Suter (Kevin Guthrie). El primero un banquero, graduado en Eaton apasionado por el deporte que se jugaba de manera correcta y noble en las universidades de Inglaterra, campeón y miembro del equipo Old Etonians el equipo de la Universidad de Eton y de acuerdo con los historiadores del futbol la primera superestrella del deporte. Old Etonians fue el último campeón con jugadores amateurs en el futbol inglés. Suter por su parte, fue un albañil escocés, aunque en la serie su profesión es un obrero textil. Suter fue uno de los primeros, para algunos historiadores el primer jugador profesional del futbol inglés y jugó por una paga para diferentes equipos; Patrick, Darwen y Blackburn en la serie. La rivalidad entre ambos personajes es el enfrentamiento entre un mundo de tradiciones y reglas idealistas que muere y aquel que esta por nacer como consecuencia de la revolución industrial.

Como un buen melodrama la historia se desenvuelve con un grupo de pillos aristócratas que son el resto de los miembros de los Old Etonians y al mismo tiempo son quienes dirigen la asociación del futbol inglés y uno buenos tan buenos que hasta obreros son.

Paralelo a la trama del surgimiento del futbol como el deporte del pueblo inglés y la profesionalización y especialización de empresarios del deporte y deportistas, cada personaje tiene un drama personal, una familia con lidiar. Así Arthur Kinnaird tiene que luchar la desaprobación de su padre por el futbol y de su misma esposa, mientras que Suter esconde un secreto de su vida familiar que prefiere dejar en Glasgow junto con pasado del que prefiere guardar silencio. Aun así ese pasado habrá de regresar para obligarlo a enfrentarse a él.

Si bien la mujer de Kinnaird, Alma (Charlotte Hope) vive apesadumbrada por el aborto de su primer hijo, la mujer a la que pretende Suter; Martha Almond (Niamh Walsh) es una mujer soltera que está marcada socialmente por ser una madre soltera. Ambas mujeres de espíritus fuerte son la contraparte de sus hombres, pero no por eso débiles o apocadas.

La amistad en Un juego de caballeros tiene ese tinte de melodrama de Ismael Rodríguez; por un lado, el precio de la terquedad y ambición de Suter la paga su amigo inseparable Jimmy Love (James Harkness), cuando en un encuentro le rompen la pierna de una patada lo que le imposibilita volver a jugar. Entre Love y Suter la amistad está por encima de todo como en todo el pueblo. Mientras que, por el otro, los amigos de Arthur Francis encabezados por Francis Marindin (Daniel Ings) y Alfred Lyttelton (Henry Lloyd-Hughes) prefieren darle la espalda a Arthur y proteger sus privilegios de clase y de supuestos dueños del juego.

 Un juego de caballeros es más que un simple pretexto para reflexionar en la evolución de muchos deportes populares en la actualidad que iniciaron como un divertimento, también nos habla de aquellos que vieron diferentes negocios alrededor del deporte, los que construyeron los estadios y las tribunas, como también con el personaje de Ted Stokes (Joncie Elmore) el visionario emprendedor que comienza a diseñar y crear los jerseys de los equipos.

Basada en la historia y sus personajes Un juego de caballeros es una serie interesante, muy bien escrita la serie nos pinta desde un punto de vista dramático el nacimiento del deporte más popular actualmente en el mundo. 

publicado en roastbrief.com.mx el 13 de julio de 2020

imagen Netflix