martes, 24 de enero de 2012

Antikythera: Una computadora analógica con más de dos mil años de antigüedad.


En 1902, estudiando los restos de un antiguo naufragio en el Museo Nacional de Arqueología de Atenas, se descubrió uno de los mecanismos que más ha intrigado a científicos y esotéricos del mundo.

Armando Enríquez Vázquez

Inicia el siglo XX que llenará de maravillas al mundo. Es Octubre y una embarcación con pescadores de esponjas se ve obligada debido al mal tiempo a atracar en la pequeña isla griega de Antikythera. Su capitán para no perder el tiempo manda a los buzos al fondo a recolectar más esponjas. De pronto uno de los buzos a pesar d la escafandra y el pesado traje de lona subió a la superficie, estaba pálido, el miedo se reflejaba en sus ojos, hablaba incoherencias acerca de haber visto cuerpos de hombres y caballos en descomposición en el fondo del mar. El Capitán, un hombre llamado Dimitrios Kontos, creyó que su buzo sufría de alucinaciones debido al bióxido de carbono. Un accidente común en aquellos tiempos. Pero ante la insistencia del trabajador, el mismo Kontos decidió bajar a averiguar, para su sorpresa lo que había visto el buzo no eran cuerpos en descomposición sino estatuas de bronce de un antiguo naufragio cuyo cargamento al parecer era un botín de alguna guerra y se cree que el barco se dirigía a Roma cargado de trofeos para celebrar la victoria. Un equipo de buzos y arqueólogos se dieron a la tarea de recuperar los restos del barco hundido.

Dos años después, en 1902, el arqueólogo Valerio Stais, en el Museo Nacional de Arqueología de Atenas, observando los objetos rescatados del naufragio, al que se databa ya entonces con dos mil años de antigüedad, hizo un descubrimiento fascinante y que a la postre resultó ser el más importante de todos. Un piedra que tenía incrustadas unas ruedas dentadas, como parte de un mecanismo. En un principio Stais pensó que se trataba de algún tipo de reloj astronómico, pero la idea fue descartada por la mayoría de los científicos de la época, por considerar que era un aparato de ese tipo era muy complejo para haber sido construido a principios del milenio. Los primeros relojes astronómicos datan del Medioevo. Con los años el interés por el mecanismo de Antikythera fue decayendo y la pieza se mantuvo simplemente como una curiosidad en el Museo.

En 1951, el físico inglés Derek J. de la Solla Price retomó el estudio del artefacto. En los siguientes veinte años publicó diferentes ensayos acerca del mecanismo, pensando en un principio en “Mecanismos de relojería anteriores a los relojes”, en 1959 publicó a instancias de Arthur C. Clarke, un ensayo llamado “Una antigua computadora griega” en el Scientific American. En el ensayo Price dio a conocer la teoría de que el mecanismo de Antikythera era una computadora análoga que calculaba los movimientos de planetas y estrellas. Hasta ese momento aunque se suponía que el mecanismo tenía relación con la astronomía, se pensaba que podía ser una especie de astrolabio, la realidad era que se desconocía su verdadera función.

En los años setenta Price creyó haber descubierto el funcionamiento del mecanismo y lo catalogó como un mecanismo capaz de medir las diferentes posiciones del Sol y la Luna a través del Zodiaco en oposición al calendario egipcio. Un mecanismo sumamente complejo que describe diferentes ciclos estelares y es capaz de sumar o restar las velocidades angulares de la luna que disminuye en su apogeo y acelera en el perigeo como lo sugería la teoría de Hiparco de la época y más tarde Keppler en su segunda ley de la velocidad angular.

Basado en rayos X, Price llego a sus conclusiones, sin embargo, unos par de décadas después en 1997, Allan George Bromley, un científico australiano, y Michael Wright, curador de las exhibiciones de ingeniería mecánica del Museo Londinense de Ciencia, utilizando tomografías, presentaron nuevas conclusiones sobre el mecanismo diciendo que se trataba de un planetario en el que se representaba el movimiento del Sol, la Luna, Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno. Uno de los descubrimientos que hicieron estos investigadores fue que en lugar de los 27 engranajes, de los que hablaba Price, ellos habían descubierto 31.

En 2006 el Proyecto de investigación del mecanismo de Antikythera dio a conocer en un artículo publicado por la revista Nature que la idea inicial de Price era cierta, el mecanismo era la más antigua computadora análoga de la que se tenía conocimiento. La complejidad y exactitud de sus cálculos quedó demostrada cuando en 2010 Andrew Carol, un ingeniero de software de Apple con una replica del mecanismo construida con mil quinientas piezas de Lego, pudo predecir con exactitud un eclipse de Sol que sucederá en 2024.

Junto con los engranajes otra cosa que se podía ver desde el descubrimiento del mecanismo eran diferentes caracteres griegos. Hoy se sabe que son parte de un manual de uso del mecanismo y gracias a técnicas de análisis modernas se han podido traducir y descifrar más de dos mil quinientos de estos caracteres, aunque existen muchos más perdidos en fragmentos no recuperados del mecanismo. Se sabe también que el mecanismo marcaba, también los antiguos juegos olímpicos de Grecia, que se celebraban cada cuatro años. Se han podido identificar al menos 37 engranajes diferentes que contiene el mecanismo.

La investigación continúa y se cree que el antiguo mecanismo tiene aún muchas cosas que contar.

Obviamente el mecanismo de Antikythera ha despertado muchas inquietudes. Hay quienes afirman que es una muestra de la existencia del viaje en el tiempo. ¿Por qué no se han descubierto más artefactos como este?

La respuesta la da el mismo Proyecto de investigación del mecanismo de Antikythera al explicar que el mecanismo hecho en bronce se pudo conservar por se parte de un naufragio que se encontraba a más de sesenta metros de profundidad y al que no era fácil accesar, mientras que otras piezas de cobre de la antigüedad se perdieron porque fueron fundidas por el valor y la utilidad que siempre ha tenido el cobre. La respuesta puede no satisfacer a todos, pero al parecer es tan válida como cualquiera otra.

Se dice que Cicerón en el dialogo de la República, que data del primer siglo antes de Cristo describe al menos dos maquinas que se consideran planetarios. Capaces de predecir los movimientos del Sol, la Luna y los cinco planetas conocidos en esa época. Aunque no se sabe bien a bien donde fue construido, se cree que el mecanismo descubierto en Antikythera pudo haber sido construido en Rodas. Incluso hay quienes atribuyen el mecanismo al genio de Arquímedes. Otros dicen que es parte de una tecnología extraterrestre dejada en la tierra.

Lo único que es cierto es que el mecanismo se puede observar en el Museo Nacional de Arqueología de Atenas.

Fotografiacortesía de www.antikythera-mechanism.com

Publicado en thepoint.com.mx el 24 de Enero de 2012

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