jueves, 16 de febrero de 2017

Seis semanas.



En seis semanas ha quedado manifiesta la fallida democracia nacional, que puede aceptar que un presidente haya sido elegido por la primera minoría electoral.

Armando Enríquez Vázquez

Llegamos a la segunda semana de febrero. Seis semanas del año y algunas ciudades del país las protestas en contra de las acciones del gobierno de Peña Nieto continúan a pesar de que muchos medios de comunicación por instrucciones del gobierno han minimizado o de plano nulificado estas acciones ciudadanas de sus mal llamados espacios informativos.
En Tijuana, la importancia de estas manifestaciones no ha disminuido, y al contrario la ciudadanía tijuanense ha logrado más cosas que nadie a lo ancho y largo del país. En la calle muchas personas dicen que solo sabemos quejarnos, pero no hacemos nada. Esa ecuación mediocre y medioclasera no entra en la ecuación de la gente del noroeste del país. He visto videos de ciudadanos en zonas de Chihuahua poniendo en contra de la pared a sus diputados que no se atreven a comprometerse con las causas ciudadanas. En menor o mayor grado personajes como Arne aus den Rutten y sus seguidores y su campaña de scracheo han puesto en evidencia la cobardía de personajes como el diputado César Camacho Quiroz, cabeza de la bancada priísta en la cámara baja que tras ser objetivo de los jitomates de aus den Rutten, se limitó como patético ser humano que es a decir que iba a denunciar al ex jefe delegacional de Miguel Hidalgo.
En seis semanas hemos visto, por momentos, a miles de ciudadanos protestar en la capital, y a muchos más en los estados, en contra del Presidente, contra sus reformas de sus decisiones y también hemos visto como indiferente a sus gobernados Enrique Peña Nieto permanece en s oficina, los mensajes que ha dado a los mexicanos, no solo han sido fallidos, sino que han demostrado su incompetencia y su desconocimiento de la realidad nacional y mundial, como sus foros con de apoyo con personajes que no importan dentro de la política nacional y es que la mayoría pasiva o activa está dispuesta a creerle a Peña Nieto acerca de sus triunfos en materia de reformas estructurales o de política internacional.  
Cuando un gobierno que se entera de los crímenes de lesa humanidad de los que se acusa a Fidel Herrera, Javier y César Duarte con el uso de medicamentos falsos, el gobierno federal no cree que esto se deba investigar y solo sale un órgano muy menor como es la COFEPRIS a anunciar que esto no es cierto.
En seis semanas la ingobernabilidad de México, se ha puesto una vez más de manifiesto, cuando los índices mundiales de corrupción nos señalan en los peores niveles, cuando se nos puede comparar con naciones tan corruptas como las peores naciones africanas.
Entonces en seis semanas también ha quedado manifiesta la fallida democracia nacional, que puede aceptar que un presidente haya sido elegido por la primera minoría electoral. Sin embargo, como hemos visto en los primeros días de labores del congreso, los partidos políticos no están dispuestos a trabajar en un nueva reforma electoral y política que tanto hacen falta en nuestro país.
Para diputados y senadores en seis semanas no ha pasado nada en México y a pesar de que existen propuestas para eliminar a los plurinominales y una mejor de los diputados independientes Pedro Kumamoto diputado local de Jalisco y Manuel Clouthier diputado independiente federal que pretende que el financiamiento de los partidos políticos este basado en los votos reales que reciben y no en las cuentas chinas que hacen para quedarse con miles de millones pesos, ya ha sido rechazada por los demás ladrones que desde curules y escaños representan los intereses de sus partidos y no de los mexicanos.
Hoy debemos aprovechar la inercia de estas seis semanas y exigir que antes de que termine el periodo de sesiones del legislativo iniciativas como estás últimas, más la de una segunda vuelta se han no solo consideradas, si no aprobadas. México no necesita y no puede mantener ya a 500 diputados y 64 senadores. No podemos mantener a partidos políticos que no tienen una propuesta propia y son solo satélites del PRI, por las prebendas que reciben de este, partidos como el Partido Verde, Nueva Alianza o Encuentro Social.
Hoy somos los ciudadanos saliendo a las calles, actuando desde redes sociales, escribiendo, scracheando, desde pódiums como lo están haciendo personas como Gael García o Cuauhtémoc Cárdenas, quien a los 86 años suena más coherente y centrado que Andrés Manuel o cualquiera de los cuarentones y cincuentones para quien es su mesías tropical, o como se nos ocurra, quienes debemos regresar a esta casta maldita de políticos a la realidad y expulsarlos de nuestras vidas y de nuestro país.
El poder ciudadano quedó manifiesto cuando la semana pasada Enrique Peña Nieto, en voz del Secretario de Hacienda, reculó en la decisión de aumentar la gasolina de nuevo el 4 de febrero, frente a las presiones de mexicanos bloqueando carreteras y manifestándose a diario. En pequeños, pero bien organizados e insistentes grupos. Demostrando que los llamados gasolinazos tienen un fondo ficticio y corrupto que alimenta las fortunas de políticos y partidos en contra del interés nacional.  
Debería ser un escándalo a nivel nacional y algo que los que se llaman periodistas deberían señalar a diario la forma en que los ex gobernadores han escapado con los botines que hicieron en los estados que debieron gobernar. Un escándalo como otros gobernadores, como Silvano Aureoles prefiere permanecer callado frente a la corrupción que se va descubriendo en Michoacán en aras de no caer de la gracia del gobierno federal. Un escándalo la manera en que la Secretaria de Desarrollo Urbano y Vivienda de la CDMX (Marca Registrada) abre la mano al dinero de constructores sin importarle el daño que hace a la capital del país con vivienda miserable e infrahumana pero carísima.
Seis semanas de un año que puede ser un año de la ciudadanía. Seis semanas que demuestran una vez más que los partidos y los políticos son acomodaticios y miedosos y que sí los ciudadanos sabemos exigir y presionar, sobre todo en este año electoral, habrán de recular una y mil veces porque no son políticos, ni gobernantes, sino simplemente unos cínicos que prefieren negarse a si mismo tres veces o de vender a su madre por dos monedas con tal lograr el voto que les permitirá seguir robando a México y a los mexicanos.

publicado en blureport.com.mx el 7 de febrero de 2017

No hay comentarios:

Publicar un comentario