miércoles, 7 de marzo de 2012

Otros pactos, Otros músicos, el mismo Diablo.

Existen al menos otros dos casos que se dice hicieron un pacto con el diablo. Entre mitos, leyendas y el paso del tiempo, la idea de haber trabado un convenio con el mismísimo Lucifer quedó en la historia de estos dos hombres, como parte de su historia negra.
 
 Armando Enríquez Vázquez
“Por favor permítanme presentarme, soy un hombre adinerado y con buen gusto”, Así inicia la clásica canción de los Rolling Stones “Simpatía por el Diablo”, pero más allá de cierto aire satanista en el nombre de sus discos, algunas letras, muchos de los grupos de rock mantienen una actitud satánica como respuesta al cristianismo castrante que padecieron en su infancia.
Pero aquella noche a principios de la década de 30 del siglo pasado cuando Robert Johnson se encontró en la encrucijada no sólo del camino, si no de su vida, se topó con ese hombre del que hablan los Rolling Stones. Sin embargo, no era la primera vez que un músico entraba en la leyenda de haber hecho un pacto con el diablo para lograr el virtuosismo. Estos son dos casos más de músicos a los que su historia se adereza con la leyenda de haber hecho un pacto con el Diablo.
Ambos músicos a diferencia de Johnson vivieron largas vidas llenas de reconocimientos. El primero se llamó Giuseppe Tartini, nació en la entonces República de Venecia en 1692 y murió en 1770, Tartini fue un compositor, teórico de la música y violinista. Compuso más de 130 conciertos para violín, 170 sonatas, también, para violín, y al menos dos conciertos para flauta y otros dos para Cello  y algunas piezas corales sacras. Además escribió varios tratados sobre música que ayudaron al desarrollo y técnica en los instrumentos de cuerdas. La leyenda la inició el mismo Tartini cuando en una carta a su amigo el astrónomo francés Jérôme Lalande, le contaba acerca de un extraño sueño.
 “Una noche en 1713, soñé que hacía un pacto con el Diablo acerca de la posesión de mi alma. Todo sucedió como lo esperaba y mi nuevo sirviente parecía anticiparse a mis deseos. Entre otras cosas le di mi violín para ver si podía tocar. Cuál no sería mi sorpresa l escuchar la más maravillosa y bella sonata, interpretada con arte e inteligencia, algo que jamás hubiera imaginado ni en mis más osadas fantasías. Me sentí envuelto, transportado, encantado, me faltaba la respiración ante tal prodigio y desperté. Inmediatamente tomé mi violín para poder reproducir la música de mi sueño pero fue imposible. Lo que compuse en aquel momento es sin lugar a dudas mi mejor composición, y la llamo “El Trino del Diablo”, pero la diferencia entre esta y la que escuché en mi sueño, es tan grande que preferiría haber destruido mi violín y abandonado la música si me fuera posible vivir sin el placer que me produjo.
La composición de Tartini es conocida aun como “El trino del Diablo.
Habrían de pasar 12 años para que naciera otro músico al que se acercara el Diablo. En Octubre de 1782 nació Nicolo Paganini, otro virtuoso del violín. intérprete y compositor. Niño prodigio, Paganini, a los cinco años ya tocaba la mandolina y a los siete el violín, su destreza para tocar el instrumento lo llevaron a los mejores maestros de la época, a pesar de los problemas financieros de su familia. El padre de Paganini estaba decidido a ver a su hijo triunfar y fue así como con grandes esfuerzos lo fue llevando de maestro en maestro por Italia. A los 18 años se le había nombrado primer violín dela Repúblicade Lucca. Ya entonces había quienes decían que la madre de Paganini había hecho un pacto con el diablo cuando el músico tenía 6 años de edad para convertirlo en el más grande violinista.
El éxito de Paganini, siempre estuvo rodeado de extraños rumores, se llegó a decir incluso que era el hijo del Diablo y que durante todos sus conciertos se podía ver a un doble de él, con los ojos de fuego sentado entre los espectadores. No sólo su virtuosismo como violinista, sino el hecho de que fuera mujeriego, parrandero y jugador, lo hacía un hombre al cual las envidias y malas lenguas llenaron de leyendas perversas. Se decía, por ejemplo, que Paganini había asesinado a una mujer y encerrado su alma dentro de uno de sus violines y guardado los intestinos de la misma mujer para hacer las cuerdas para su instrumento. Más allá, se llegó a decir que durante los conciertos de Paganini se escuchaban los gritos del alma encerrada.
Lo cierto es que su virtuosismo le llevó a adquirir violines de las maneras más inusuales, Alguna vez  un hombre de negocios le prestó un Guarnieri para un concierto. Tras el concierto el hombre se negó a recibir el violín de nuevo. Se lo regaló a Paganini, el hombre decía que asombrado por la maestría del músico. Algunos a sus espaldas murmuraron que era debido a la presencia maléfica que acompañaba a Paganini.
Lo cierto es que la leyenda acompañó a Paganini toda su vida, había personas que se persignaban ante él, como protección. Incluso se llegó a forzarlo a publicar una carta de su madre para probar que sus padres eran humanos y católicos. Una semana antes de su muerte, el Obispo de Niza envió a un párroco local para dar los santos sacramentos a Paganini, la tuberculosis y los remedios contra la sífilis habían hecho estragos en la salud del músico, pero éste se negó argumentando que no se encontraba tan grave y envió al clérigo de regreso. Al morir Paganini unos días después sin haber aceptado los últimos sacramentos el rumor de su pacto con el Diablo creció a tal grado que habrían de pasar más de cinco años antes que con un consentimiento papal el cuerpo de Nicolo Paganini pudiera ser enterrado. En el transcurso de esos años su cuerpo permaneció en un sótano.
Dice Baudelaire que la mejor de las tretas del Diablo es hacernos creer que no existe. Lo que me queda claro de estas historias es que lo que le gusta de la música son las cuerdas. Bach que escribía para Dios lo hacía en órganos y clavicordios.

Publicado en thepoint.com.mx el 7 de Marzo de 2012
Imagen cortesía de Cinagate.net

1 comentario:

  1. El clavicordio es un instrumento de cuerdas percutidas, igual que el clavecín y el piano.
    Saludos.

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