viernes, 24 de febrero de 2012

Unicornios Marino

Armando Enríquez Vázquez

Nunca nadie vio un unicornio. Todos, sin embargo, sabemos que es. En su descripción más conocida, esa de las películas y las figuritas, el unicornio es un caballo con un cuerno en la frente. Un animal magnifico que sólo puede ser atrapado por una doncella virgen, si no lo es, se dice que el animal mata a la muchacha a cornadas. Supuestamente lo poderes del cuerno son tales que neutralizan cualquier veneno, por lo que eran muy codiciados por reyes y poderosos afligidos por la paranoia resultado de sus propios actos y faltas. Los antiguos mercaderes siempre en busca de una moneda ofrecían cuernos de rinoceronte y de otros animales exóticos como si fueran los de la bestia. Nunca nadie vio un unicornio y sin embargo existen.

No son caballos, asnos o ciervos con un sólo cuerno, ni siquiera liebres, es más los unicornios a diferencia de todo lo que de ellos creemos saber no son criaturas terrestres. Los unicornios son, eso sí, bestias magnificas que habitan en las heladas aguas del océano ártico. Se les conoce como narvales, y son ballenas que llegan a medir hasta seis metros y medio de longitud, sin contar el cuerno que llega a medir hasta tres metros. El cuerno es una particularidad de los machos de la especie, aunque se han visto que en ocasiones algunas hembras llegan a desarrollarlo. Algunos machos incluso llegan a desarrollar dos cuernos al mismo tiempo. El cuerno es realidad un incisivo y por lo general el único diente de estos cetáceos. La función del mismo no es clara, pero se ha visto que con les sirve para luchar. Su alimentación consiste en camarones y peces locales como el bacalao, lenguado, cabrilla. Se sabe que la dieta de machos y hembras es la misma y que el cuerno no tiene injerencia alguna en la dieta o forma de alimentarse.

Los narvales carecen de aleta dorsal y el único depredador, además del hombre, que se les conoce son las orcas, al igual que las ballenas asesinas, los narvales viajan en grupos de hasta 25 individuos. Los Inuit, a los que conocemos como esquimales, aun los cazan por su carne y grasa.

Cuando pensamos en el cuerno mítico de un unicornio, pensamos en una estructura recta y con líneas en espiral, esto porque durante muchos años los vikingos se dedicaron a engañar a los demás europeos vendiéndoles el cuerno del narval como cuerno de unicornio. Manteniendo el secreto de su origen verdadero hasta el tiempo de las grandes exploraciones en busca del “Pasaje del Norte”, que conectara los Océanos Atlántico y Pacífico sin tener que cruzar América. De hecho en algunos museos de Europa se encuentran todavía algunos de estos cuernos tallados que los navegantes nórdicos hacían pasar por cuernos de unicornio, gracias a estudios de DNA de los mismos es como se ha establecido que pertenecieron a narvales.

Los narvales, aunque raros, no son una especie considerada en peligro de extinción y se calcula que existen entre quince y cuarenta mil individuos en las árticas aguas. Viven entre 30 y 40 años.

Publicado en la revista ATM del mes de Enero de 2012

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