martes, 26 de febrero de 2019

Lilian Bland el cielo como inicio.




Fue la primera mujer en diseñar, construir y volar un aeroplano, entre otras muchas cosas.

Armando Enríquez Vázquez

En la vida se puede cambiar de caballo cuantas veces quieras, decía un jefe mío que había nacido en la Palestina ocupada por los británicos y había terminado en la Ciudad de México. Lilian Bland es un claro ejemplo de lo anterior. Vivió una vida plena y llena de vocaciones diferentes, entre ellas, al parecer, es la primera mujer en haber diseñado, construido y piloteado un aeroplano.
Lilian Bland nació en Kent, Inglaterra el 22 de septiembre de 1878. En 1900 tras la muerte de su madre, la familia se instaló al norte de la ciudad de Belfast en Irlanda, donde el padre de Lilian había decidido vivir con una hermana viuda. Lilian era el vivo ejemplo de la mujer moderna en contraste con lo que se consideraba femenino en aquellos días; fumaba puro y bebía alcohol en público, vestía pantalones, cabalgaba a la manera de los hombres en lugar de montar sentada de lado como las damas de la época, era cazadora, practicaba también la pesca y las artes marciales, incursionó en los campos de la fotografía deportiva y del periodismo. Tanto fotos como textos de su autoría fueron publicados en diferentes periódicos y revistas de Londres.
Lilian además era afecta a trabajar con motores, con su traslado a Irlanda comenzó a tomar fotografías de aves y viajó a islas cercanas para documentar a los pájaros de la región. Ella afirmaba que la primera impresión fotográfica de un ave a color la hizo ella. De acuerdo con una entrevista que se reproduce en el sitio homenaje www.LilianBland.ie y que se publicó originalmente en 1966 en el diario Western Union News, su trabajo con las aves y una postal que le envió un tío desde Francia y en la que se reproducía el avión monoplano construido por Louis Bleriot en 1908, conocido como Bleriot XI, con sus medidas reales llevó a Lillian a intentar diseñar un aeroplano.
Lo primero que hizo fue diseñar un modelo a escala, que era sólo un planeador. El prototipo funcionó, lo que la animó a llevar su diseño al siguiente nivel que era construirlo con medidas para poder ser piloteado por un ser humano. El modelo del biplano al que llamó Mayfly, nombre que se refiere a un insecto volador conocido en español como efímera, aunque existe también la versión de que el nombre era una ironía y juego de palabras (May fly quiere decir en inglés “Quizá vuele”). El biplano lo construyó a partir de pino, bambú, tela, alambre, una vez terminado el modelos Bland lo probó: El planeador funcionó. El siguiente paso era saber sí la estructura podría soportar el peso de un motor de gasolina que le ayudará a volar. Para ello Lilian Bland ideó una prueba que puso en marcha gracias a la ayuda de cuatro miembros del cuerpo de policía y un joven que trabajaba como jardinero de su padre, quienes se aferraron a las esquinas del Mayflay y la nave mantuvo su vuelo, esto aseguró a la joven que podía incluir un motor, así como un pequeño tanque para la gasolina. Por lo que impaciente decidió viajar para comprarlo a la ciudad de Manchester, pues no estaba dispuesta a esperar a que se lo llevaran. En 1910 los motores de gasolina no eran algo común. Para desgracia de Lilian el motor disponible como el que ella quería de 20 caballos de fuerza existía, pero no había llegado en el momento que ella se encontraba en Manchester los tanques de gasolina que los acompañaban. Sin desalentarse, Lilian Bland compró el motor y de regreso en Irlanda adaptó una botella de whisky y partes del aparato de la sordera de una tía para hacer la función del tanque.
Lilia Bland consiguió que un aristócrata, Lord O’Neill, que era un entusiasta admirador de los trabajos de Bland, le prestara un terreno lo suficientemente grande como pista de despegue, el único inconveniente era un toro que vivía en el terreno y que de acuerdo con Bland en la citada entrevista se convirtió en otro de los obstáculos que obligó al Mayfly a volar.
La fecha de la prueba de vuelo se retrasó 5 semanas por el mal tiempo y la primera hélice que Bland le puso al aeroplano se rompió en pedazos. Pero nada la amedrentó en su deseo de volar y el 31 de agosto de 1910 lo logró. El Mayfly se elevó alrededor de 10 metros por una distancia de más de 400 metros.
“Después de cada vuelo, me bajaba del avión y revisaba donde desaparecían las huellas de las llantas del avión para asegurarme de que había volado y no se trataba de un sueño” declaró Bland en diferentes ocasiones y entrevistas posteriores.
Su padre preocupado por las aventuras de su hija en la aviación, le ofreció comprarle un automóvil con tal de que dejara al Mayfly y todo lo relacionado con la aviación. Bland, quien para sorpresa suya era consultada por diferentes personas para que les enseñara a volar o diseñar aeroplanos, algo para lo que Lilian no se sentía capacitada, aceptó a la oferta de su padre. El auto la llevaría más lejos en sus viajes para fotografiar aves.
Con el tiempo Lilian Bland se convirtió en la primera mujer en abrir una agencia de automóviles Ford en Irlanda. Después migró a Canadá donde se casó y vivió una temporada en Vancouver donde aprendió a arreglar embarcaciones, tuvo una hija que murió en un accidente y Lilian Bland regresó a Kent en 1935 para vivir con su hermano, en la década de los años 50 se mudó a Cornwall.
Se retiró a una propiedad alejada de la mayor parte de la sociedad en la que se dedicó a la jardinería. Lilian Bland murió el 11 de mayo de 1971.
Lilian Bland además de la aviación, la fotografía y el periodismo realizó pinturas y dibujos con diferentes temas, básicamente paisajes y flores. Un parque en la región de Glengormley en Irlanda del Norte lleva el nombre de la aviadora y tiene una estatua replicando al famoso Mayfly.



publicado en mamaejecutiva.net el 18 de febrero de 2019
imagen: belfasttelegraph,co.uk

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