viernes, 5 de junio de 2020

Fanny Rabel la muralista que llegó del este





Llegó a México huyendo del fantasma de la II Guerra Mundial, reforzó su vocación en tierras mexicanas y se convirtió en representante olvidada del movimiento muralista.

Armando Enríquez Vázquez

Sin duda que uno de los lugares comunes al hablar de la pintura en México es el movimiento muralista y sus tres grandes representantes; Diego Rivera, David Alfaro Siqueiros y José Clemente Orozco. Después por lo general en un segundo plano, incluso de promoción y conocimiento se encuentran O’Higgins y O’Gorman, Chavez Morado, Tamayo, incluso del Dr. Atl, pero lo que poco han hecho aquellos llamados historiadores del arte y charlatanes que creen que en el panorama pictórico del siglo XX en México en materia de mujeres sólo existe la figura de Frida Kahlo, desconocen y obvian la importancia del papel que diferentes artistas gráficas jugaron dentro del muralismo, algo que Kahlo no realizó dentro de su labor artística.
Entre esas figuras femeninas que trabajaron en enormes paredes resaltan nombres como el de Aurora Reyes, Olga Costa, María Izquierdo, cuyas semblanzas ya he escrito y otras que están en la lista como las hermanas Greenwood y Rina Lazo.
Entre estas artistas que trabajaron en gran escala con mensajes sociales y críticas al sistema contadas como historias con sus pínceles se encuentra Fanny Rabel. Quien hablaba de la importancia del muralismo como un arte público al que todo mundo tiene acceso a diferencia de la pintura de caballete de que una vez terminada y vendida se pierde en el mundo.
La artista gráfica nació en Lublin, Polonia el 27 de agosto de 1922 con el nombre de Fanny Rabinovich, sus padres eran un par de actores judíos que a finales de la década de los años veinte se habían establecido ya en Paris, la infancia de Fanny Rabel transcurrió en la pobreza y viajando constantemente en trenes de un lugar a otro, en un video en que su hija, la actriz Paloma Woolrich habla sobre la artista, cuenta que su madre dibujaba desde niña y en esa infancia de carencia Fanny Rabel dibujaba las muñecas que no tenía. Diez años después migraron a México. Una vez establecidos en la Ciudad de México Fanny comenzó a estudiar en la Escuela Nocturna para Trabajadores uno de los verdaderos logros de la Revolución Mexicana, es ahí al realizar cursos de dibujo y grabado que la joven confirmó su vocación y en 1942 se inscribió a La Esmeralda donde tomó cursos con Chávez Morado, Frida Kahlo y Feliciano Peña.
Fanny se casó con el médico Jaime Woolrich y tuvo dos hijos que se dedicaron como sus abuelos a la actuación; Paloma y Abel.
Su primera exposición se llevó a cabo en 1945 en la Liga Popular Israelita, el texto introductorio a la exposición lo escribió Frida Kahlo: No es pintura personalista sino social. Le preocupan fundamentalmente los problemas de clase, y ha observado con una madurez excepcional, el carácter y el estilo de sus modelos, dándole siempre una viva emoción. Todo esto sin pretensiones, y llena de feminidad y finura que la hacen tan completa. (1)
Como discípula de Frida Kahlo, Fanny Rabel formó parte del grupo llamado Los Fridos y es la única mujer del grupo de cuatro artistas que incluye a Arturo Estrada, Arturo García Bustos y Guillermo Monroy. Fanny Rabel fue asistente de Diego Rivera en los murales de Palacio Nacional y aprendiz en el equipo del coronelazo David Alfaro Siqueiros. Pero ella desarrolló no sólo su visión propia en su obra de caballete, sus murales tienen también la personalidad de esta mujer judía, que se sentía orgullosamente mexicana y observaba la injusticia en los indefensos niños del país. Una de sus pinturas más conocidas se llama Luces y muestra a un niño indigente en medio de la modernidad de la ciudad de México. De la misma manera el crecimiento salvaje de la capital del país llamaba la atención de la artista y en diferentes pinturas que realizó en la década de los años setenta plasmó el caótico tráfico de autos y personas de la ciudad, así como la deshumanización de la urbe. La crítica social es otro de los recurrentes en la obra de Rabel y su cuadro El Lambiscón muestra a un abyecto y deforme personaje gris en cuclillas del que sólo el gorro verde envidia resalta.
Uno de los murales más conocidos e importantes de Fanny Rabel se encuentra en el Museo de Antropología e Historia y es titulado Ronda de tiempo, en el se aprecia a una serie de niños jugando, agarrados de las manos a lo largo de la historia desde la época prehispánica hasta el México contemporáneo.  
Otra obra importante de Rabel es el mural que se encuentra en el Centro Deportivo Israelí llamado Sobrevivencia de un pueblo que cuenta la historia del pueblo judío, el mismo Deportivo celebrando sus 70 años de fundación subió a Youtube un breve video entrevista con la artista hablando sobre el mural y el pueblo judío. (2)
En el Hospital Infantil de México Federico Gómez de la Ciudad de México se encuentra otro de sus murales llamado Hacía la salud.
En el video citado arriba la artista dice: “Yo lo único que sé, es que tengo que pintar.” Esa fue su gran pasión en la vida y su arte así lo demuestra. Fanny Rabel murió el 25 de noviembre de 2008 en la Ciudad de México, tenía 86 años.




imagen twitter.

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