lunes, 25 de agosto de 2014

Cinismo.



Sin dejo alguno de pudor. Diferentes actores de la sociedad a nivel mundial se manejan entre la contradicción y la falta de vergüenza.

Armando Enríquez Vázquez

Nada más sorprendente en los últimos días que la similitud que el sionismo encabezado por el gobierno de Israel guarda con el estado alemán que encabezó Adolfo Hitler. O la contradicción entre manifesarse en contra del racismo dirigido a los negros en Estados Unidos y declarase a favor del racismo contra los grupos de latinoámericanos en ese mismo país, al mismo tiempo.Curioso como para un presidente negro, hijo de un migrante ilegal nada hay nada más molesto que el color de la piel de otros migrantes ilegales. Nada más desalentador para las aspiraciones democráticas de México, que escuchar la perorata de los grupos parlamentarios de oposición en contra de las reformas estructurales del gobierno de Enrique Peña Nieto, mientras al mismo tiempo, han dejado en el aire la duda sobre la existencia de los recursos que disfrazados de legales y oficiales y que parecen haber sido bonos con los que se ha maiceado a los diputados y senadores de los diferentes partidos para aprobar sin chistar las reformas del gobierno federal.

Tengo la impresión de que una de las constantes del mundo contemporáneo es el cinismo. Parece muy fácil esgrimir el argumento que se quiera para actuar de una manera totalmente opuesta. Mentir y contradecirse se han convertido en una de las prácticas más comunes, no sólo entre los politicos, sino en la sociedad contemporánea, que por un lado predica la tolerancia, practicando todo tipo de discriminación y prejuiciando a aquellos que no piensan o actuán como ellos, Baste como ejemplo cualquiera de los grupos minoritarios como los homosexuales, los veganos o los amantes de los animales que sin remordimiento alguno son capaces de condenar a la hoguera de su inquisición a aquellos que disienten de sus opiniones y para los cuales son incapaces de mostrar el respeto y la toleancia que exigen para ellos.

Durante las últimas semanas este cinismo se ha manifestado de una manera cada vez más preocupante, y lo más preocupante de todo es que nos vamos acostmbrando a él y cada vez nos sorprende menos.

Durante décadas la comunidad judía en el mundo nos ha recordado el genocidio que la Alemania Nazi infringió a sus miembros. Año tras año Hollywood y el capital judío que lo respalda llena las pantallas de los cines en todo el mundo con las imagenes de Polonia, Francia, o algunos de los ignominiosos campos de concentración del Tercer Reich, con historias cada vez más cursis, y año tras año desde que tengo memoria el estado de Israel infringe la misma política de exterminio en contra del pueblo palestino.

La violencia genera violencia y el genocidio que el Estado israelí ha cometido de manera sistemática contra el pueblo palestino, es una de las principales causas del surgimiento de grupos extremistas musulmanes dentro de su territorio y en las cercanias de sus fronteras. Claro con la anuencia siempre de Estados Unidos, otro país que gusta de ver la paja en el ojo ajeno e ignorar las varias vigas en el propio. ¿Qué opinan las diferentes comunidades judías del mundo al ver que un estado que se presenta con la misma religión no tiene el menor remordimiento para aniquilar a un pueblo, simplemente por pensar y ser diferente al Estado de Israel?

Barack Obama, por su parte, quién prometió acabar con la presencia militar de su país en Irak y Afganistán, sin al parecer duda alguna ha ordenado bombardear a los musulmanes iraquíes y de esta manera crear un frente de guerra de nuevo.

También en nuestro país los, cada vez menos púdicos, diputados abusan sin tapujos, carentes de un sentido de responsabilidad que debería ir junto con su cargo, de ese fuero que ellos se han otorgado desde siempre, para burlarse de la ciudadanía y erigirse como mexicanos de primera o en condición de excepción se gastan los recursos publicos en fiestas con teiboleras, en compañía de narcotraficantes, sin ningún detrimento a su abusiva condición.

Sin que las consecuencias vayan más alla de un llamdo de atención más cercano a la complicidad que al castigo.

Legisladore que se burlan de nosotros haciendonos entrever que reciben dinero disfrado de partidas normales para votar y sólo una parte de la izquierda es capaz de pronunciarse en el tema y además regresar el monto de esta partida. Para los demás el tema no entra en la agenda o  las cosas de incumbencia de los ciudadanos.

Un cinismo flagrante que ha llevado a funcionarios del gobierno federal, a líderes charros de sindicatos siempre vendidos al poder como Agustín Rodríguez o Francisco Hernández Juárez, y a los mezquinos líderes de los empresarios a manifestarse en contra del aumento al salario mínimo que propuso el Jefe de Gobierno del Distrito Federal.


¿Acaso no es cinismo utilizar los argumentos que el secretario Navarrete Prida utilizó para oponerse a considerar siquiera dicho aumento, cuando si algo nos queda claro a todos es la forma en que se despachan en cuestión de salarios y prestaciones estos tristes personajes de nuestra vida política y social?

Publicado en blureport.com.mx el 20 de Agosto de 2014
imagen: desamotivaciones.es

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