martes, 21 de agosto de 2012

Johnny U, el hombre que tuvo lo que quiso y mucho más.







Entre las leyendas del futbol americano, nadie más importante qué el que para muchos es y ha sido el mejor quarterback de todos los tiempos: Johnny Unitas. 
Armando Enríquez Vázquez
Aparte de las cifras, que hablan de la eficiencia de un jugador, existen otros factores que hablan de los grandes jugadores del pasado de la NFL, la capacidad de liderazgo, la fuerza, su carisma y sus triunfos. Su determinación. En la categoría de los grandes líderes de su equipo se encuentra Johnny Unitas.
John Constatine Unitas nació en Pittsburgh, Pensilvania el 7 de mayo de 1933. A los cuatro años quedó huérfano de padre y su madre se hizo cargo de la familia. Desde los primeros años de escuela Johnny leía y jugaba futbol americano. Durante la secundaria y la preparatoria Unitas jugó como corredor y quarterback, jugó en la Universidad de Louisville. En su primer juego lanzó 11 pases consecutivos tres de ellos para anotación y aunque Louisville perdió el encuentro con un gol de campo, los Cardenales habían encontrado a su quarterback titular. Sin embargo Unitas no resultó ser el quarterback que llevará a su alma mater a campeonatos, ni mucho menos, resultó un quarterback inconstante y durante el último año en la Universidad a pesar de ser el capitán del equipo no pudo jugar mucho debido a una lesión que le impidió jugar la mayor parte de la temporada. Una vez terminada la temporada Unitas fue seleccionado por los Acereros de Pittsburgh como novena selección colegial en 1955.
Antes de iniciar la temporada, el coach Walt Kiesling decidió cortar a Unitas, pues no veía en él el talento que requería un quarterback de la NFL. A pesar de que uno de los hijos de Art Rooney, dueño de los Acereros, escribió a su padre una larga  e inútil carta de por qué el equipo debía conservar a alguien como Unitas, al que ni siquiera se le daba la oportunidad en los entrenamientos, y sin embargo era a los ojos del hijo del dueño el mejor quarterback que tenía el equipo en ese momento. Los Browns de Cleveland, lo invitaron al campo de entrenamiento pero tampoco fue reclutado por el equipo, aunque prometieron invitarlo el año siguiente a su campo de entrenamiento. Unitas entonces se dedicó a trabajos de la construcción para mantener a su esposa y a su pequeño hijo. Pero el sueño de jugar futbol americano estaba muy lejos de haber desaparecido. Los fines de semana jugaba en una liga de semi profesional de Pittsburgh donde actuaba como pateador, safety y quarterback por seis dólares el partido. El equipo se llamaba los Carneros de Bloomfield.
Cuenta una anécdota que un día Unitas iba manejando, cuando se detuvo frente a un semáforo, a su lado quedó un carro en el que iban Art Rooney Sr.,  Art Rooney Jr.,  otro de los hermanos Rooney y el coach Kiesling. El Rooney que iba manejando se puso a platicar con Unitas. Después de arrancar el dueño de los Acereros preguntó a su hijo con quién platicaba y él le contestó que con Unitas, al saberlo pidió a su hijo que alcanzara el carro de Johnny. En el siguiente semáforo Art Rooney Sr. llamó a Unitas. Johnny saludó al dueño de los Acereros y el hombre le dijo:
- “Te deseo mucha suerte y ojala te conviertas el mejor jugador de futbol americano del mundo.”
Entonces según la historia volteó y miró de manera reprobatoria a Kiesling.
En 1956, el gerente general de los Potros de Baltimore, Don Kellett, llamó a Unitas para invitarlo al campo de entrenamiento de los Potros. ¿Cómo se habían enterados los Potros de Unitas? Es una historia que no está clara. Don Kellet decía que el nombre de Unitas surgió en una lista de prospectos y a él le recordó al jugador. El legendario entrenador de los Potros Weeb Ewbank, contaba que la carta de una fan del equipo de Bloomfield recomendando a Unitas, había llegado a las oficinas de Baltimore.
Contra el consejo de uno de sus tíos, que no quería ver a Unitas rechazado una vez más, Unitas y un compañero de los Carneros de Bloomfield, consiguieron dinero prestado para la gasolina y el alojamiento, y emprendieron el viaje a Baltimore. Ewbank vió en Johnny todo lo que le fue imposible Kiesling y contrató a Unitas.
Ese mismo año Unitas obtuvo la titularidad con los Potros, en un partido contra los Osos de Chicago el quarterback de los Potros George Shaw sufrió una fractura en la pierna. Unitas entró y según el mismo decía su primer pase en la NFL fue una intercepción de los Osos, que llevaron el ovoide hasta las diagonales de los Potros. A pesar del desaguisado, la primera temporada profesional de Unitas lo puso como el novato del año de la NFL con un 55.6% de pases completos el mejor de sus días.
En 1957, Unitas llevó a los Potros a su primera temporada con record ganador y fue nombrado el jugador más valioso de la NFL.
En 1958, los Potros comandados por Unitas ganaron su primer campeonato de la NFL en contra de los Gigantes de Nueva York, en lo que se conoce como el mejor juego de futbol americano que se haya jugado. En tiempo extra y muerte súbita los Potros ganaron ese día 23 a 17. Con una ofensiva que concluyó en la yarda uno de los Gigantes entonces Unitas le dio el balón a Alan Ameche. El partido fue uno de los primeros en ser transmitido en todos los Estados Unidos. El primero bajo las nuevas reglas de la NFL en llegar a tiempo extra y muerte súbita. Tras el juego la popularidad del futbol americano creció de manera muy importante.
En 1959 los Potros lograron su segundo campeonato, una vez más en contra de los Gigantes de Nueva York esta vez la victoria fue más sencilla y los Potros ganaron 31-16. 1960 trajo a los Potros lesiones y cambios. Ewbank fue despedido y en su lugar, el dueño contrató al que entonces sería el entrenador más joven de la NFL; Don Schula. Los Potros volvieron a un campeonato de la NFL hasta 1964, cuando Unitas, a pesar de tener uno de sus mejores años, perdió el juego contra los Browns de Cleveland.
En 1965 los Green Bay Packers de Vince Lombardi sacaron a los Potros del juego de campeonato. En 1967 Unitas tuvo otro año memorable aunque en la post temporada volvieron a ser eliminados, esta vez por los Carneros de Los Ángeles. Ese año Unitas ganó su cuarto título como jugador más valioso de la NFL.
El año del tercer Superbowl, Unitas estuvo lastimado casi toda la temporada y la titularidad como quarterback la tenía Earl Morrall, sin embargo Morrall no pudo hacer frente a la magia de Namath y los Jets. Unitas fue puesto como quarterback en el último cuarto del juego y le dio a los Potros su única anotación del partido. A pesar de jugar sólo el último cuarto Unitas terminó el encuentro con más yardas ganadas que Morrall.
El tiempo le haría justicia y le daría la segunda oportunidad que Johnny no desaprovechó, en el Superbowl V frente a los Vaqueros de Dallas. Los Potros ganaron 16-13.
En Septiembre de 1972 Unitas se enfrentó por última vez a Joe Namath en un juego histórico en el que Unitas lanzó 376 yardas y tres touchdowns que de nada sirvieron contra el neoyorquino que lanzó 496 yardas, seis anotaciones y la victoria de 44 -34 para los Jets.
En 1973 Unitas fue transferido a los Cargadores de San Diego y se retiró al año siguiente tras 17 años en la NFL, en su momento Unitas dejó muchas marcas en el futbol americano, una de las más impresionantes es su record de 47 juegos consecutivos anotando un touchdown.
Unitas regresó a Baltimore y se estableció en la ciudad, en 1984 cuando se dio la extraña mudanza de los Potros a medianoche vaciando el estadio. Unitas, molesto cortó toda relación con el equipo y su entonces dueño Robert Irsay. A pesar de ello el número 19 usado por Unitas sigue siendo uno de los números retirados por el equipo que ahora juega en Indianapolis. Unitas y otras glorias de los Potros lucharon por obtener una nueva franquicia para la ciudad de Baltimore y cuando en 1996 los Cuervos de Baltimore aparecieron en el escenario de la NFL, Unitas los reconoció como el verdadero heredero de los Potros de Baltimore y no a los de Indianapolis.
El 11 de septiembre de 2002 Johnny Unitas murió de un infarto. Tras su muerte los aficionados de los Cuervos pidieron a la ciudad poner su nombre al estadio de futbol americano, sin embargo la petición no fue concedida por no ser tan lucrativa como otras. Una estatua de Unitas fue develada a la entrada del estadio.  


Publicado en thepoint.com.mx el 21 de Agosto de 2012
Foto: unitaswestand.com

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