jueves, 11 de julio de 2019

Censura, dignidad y la policía ideológica de la 4 T.




Algo sucede en los medios de comunicación masiva del Estado que nunca serán, al menos no dentro de este sexenio, la BBC de por acá.

Armando Enríquez Vázquez

La política de odio del presidente llegó a los medios cuando se decidió hacer un programa de Canal Once para denostar a una institución de educación superior privada, el ITAM, y además se censuró de acuerdo con uno de los conductores, se censuró la parte donde un estudiante de esta universidad acepta haber votado por López Obrador, pero estar decepcionado de que no haya el cambio prometido, algo con lo que el co-conductor del programa Carlos Vallarta estuvo de acuerdo. Además acusó a la producción de mentir acerca de las condiciones de la grabación haciendo ver mal a una institución que les había permitido grabar en su interior. Ante esta conducta de la producción y de Canal Once, Carlos Vallarta renunció y a los pocos días lo hizo su compañero de programa Hernán Gómez dando por terminada la producción llamada La Maroma Estelar. Bien por estos dos hombres identificados con Andrés Manuel pero que prefirieron la dignidad antes que ser marionetas de un sistema corrupto.
Lo que está sucediendo en los medios de comunicación pública del país es preocupante y marca muy bien lo que se puede esperar en los próximos cinco años y medio, debido a los primeros fracasos, o tropiezos si se quiere ver así, de las políticas del presidente y las decisiones autoritarias que no veíamos desde tiempos del más jurásico PRI. Los medios del Estado han sido sesgados en sus notas para obviar lo que no conviene decir y exagerar lo poco que se puede presumir y se preparan con despidos y cierres de plazas para ser totalmente sumisos a las órdenes del gobierno.  
Hace un par de semanas el asunto detonó en el IMER donde los trabajadores no se dejaron despedir bajo las ilegales maniobras de los funcionarios del Instituto y de SPR, salieron a la calle y se colaron hasta la mañanera de Andrés Manuel para pedir no sólo su intervención, sino algo más importante su opinión al respecto porque alguna vez ya siendo presidente electo del país López Obrador prometió convertir al SPR en la BBC de por acá. Lo sorprendente desde mi punto de vista es que el presidente ante el cuestionamiento de los reporteros del IMER, pareció desconocer no sólo del tema de los recortes, si no lo que era el IMER, pues al principio habló de no aportar publicidad al medio. Más desconcertante fue la reacción horas después de otorgar diecinueve millones de pesos al IMER en su presupuesto, una cifra que parece muy reducida aun para la radio pública. Por un mes o dos la gente del IMER parece haberse salvado, no sucedió lo mismo con la gente de Notimex la agencia de noticias del Estado que desde la llegada de López Obrador se deshizo de los corresponsales por ganar estos salarios muy elevados y sin que el presidente ni la directora de Notimex la periodista Sanjuana Martínez muy cercana al presidente y que se encargó de despedir a 100 personas y cerrar áreas de la agencia por así convenir a los intereses del presidente, así como dar entrevistas tendenciosas en diferentes medios de comunicación.
Las acusaciones a los sexenios pasados, al abuso de los sindicatos que no simpatizan con Morena fueron los pretextos de la directora de Notimex, la corrupción que tanto cacarea el presidente y que no se atreven o no pueden demostrar. Sin contar la que ellos ejercen, porque violar la Constitución es un acto corrupto.
De acuerdo con una nota de El Universal, la funcionaria cerró su cuenta de twitter denunciando ataques de bots diariamente a su persona, denunciando a medios y periodistas críticos del presidente y la 4T, como lo hace el mismo presidente, quien dice defender la libertad de expresión, pero con su dicho de ejercer su derecho de réplica, lo único que sabe hacer es insultar, demeritar, denostar, sin realmente replicar nada. La periodista que en su momento denunciaba la censura de los gobiernos pasados y mostraba valor, se ha convertido en lo que tanto despreció en otros momentos; una funcionaria para quien es más fácil esconderse que dar la cara. Una represora de la libertad de expresión al cerrar la sección de economía de Notimex y una violadora de los derechos constitucionales de los trabajadores. La misma revista Proceso ha denunciado como muchos de los despidos orquestados en la oficina de Sanjuana Martínez han sido ilegales y llevados a cabo con violencia, de la misma manera que se han efectuado en otras aéreas de gobierno desde la llegada de López Obrador y que se denunciaron cuando los primeros despidos en el SAT en diciembre se llevaron a cabo.
Lo mismo ha sucedido en Canal Once donde trabajadores han sido despedidos violando sus derechos laborales.
Cada día que pasa y con este tipo de acciones los medios públicos se alejan tristemente de la BBC y se acercan más a medios públicos oficialistas y manipulados de los países comunistas como Cuba o Venezuela y que en realidad son simplemente dictaduras.
Lo grave no son los despidos, cada quien tiene derecho a decidir con quien trabaja, el problema es la violación de los derechos laborales constitucionales que el gobierno de la 4 T viene haciendo desde el inicio de su gestión. Pero además, sí como se rumora; el papel que van a jugar estos directores de los diferentes medios en especial Jenaro Villamil, director de todo el Sistema de Radiodifusión Pública del Estado Mexicano (SPR) y Sanjuana Martínez desde Notimex es ser las cabezas de una propaganda sesgada y a modo de los peores regímenes de la humanidad; de la Alemania Nazi, la Unión Soviética o la Cuba de Fidel Castro, triste favor le hacen estos funcionarios a sus prestigiosas carreras y a la democracia nacional.
Para agoreros y policías ideológicos el gobierno de López Obrador cuenta desde hace mucho con sus golpeadores personales; Epigmenio Ibarra, Tatiana Clouthier y Fernández Noroña. Que nunca han tenido pudor para demostrar su odio a los mexicanos.
México vive momentos que van a definir lo que siga en nuestra historia; otra PRIctadura , ahora en manos de un partido y un presidente que añoran los tiempos de Díaz Ordaz, Echeverría y López Portillo o la verdadera defensa de la democracia por parte de la sociedad civil que no podemos permitir tantas mentiras y canalladas de parte de unos soberbios y rencorosos.

imagen: DeathToStock.com

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