martes, 26 de enero de 2016

Concha Michel la dualidad del ser humano.




Una de las primeras comunistas en nuestro país fue una mujer excepcional olvidada por la historia oficial de nuestro país.
Armando Enríquez Vázquez.
A lo largo de su vida Concha Michel, fue una revolucionaria que promovió y comprendió que más allá del género los seres humanos estamos completos solamente en nuestra dualidad de hombres y mujeres. Que las capacidades, habilidades y actitudes son indiferentes al género y se encuentran en la voluntad de los individuos.
Escritora, dramaturga, compositora, amiga de Tina Modotti, Guadalupe Marín, Aurora Reyes, Consuelo Uranga; Concepción Michel nació el 24 de mayo de 1899, en Villa Purificación en el estado de Jalisco. Su abuelo fue un terrateniente de la región, reaccionario que se había unido a la causa de los franceses durante la intervención, y su padre, un comerciante que se dedicó a negociar con barcos cargueros en el puerto de Salina Cruz en Oaxaca. Sin quedar claro el motivo, Concha Michel quedó huérfana a temprana edad y su hermana Albina quince años mayor que la niña se hizo cargo de la educación de la misma. En un principio Concha fue internada en un convento en Ajutla, Jalisco. Concha tenía siete años de edad. Gracias a su rebeldía fue expulsada del convento de Ignacio de Loyola, que había sido fundado por su abuelo, por haber prendido fuego al altar del sagrado corazón con la esperanza de acabar con esa horrible escultura que le molestaba y con todo el convento, como contó a lo largo de los años en diferentes entrevistas.
Fue en ese mismo convento, donde Concha aprendió a cantar y tocar la guitarra. Su voz era extraordinaria y estudio en Guadalajara, donde desarrolló su tono de contralto y al mismo tiempo se enamoró de un estudiante de leyes y de esta relación tuvo una hija a los dieciséis años. Ante la negativa del joven de casarse con Concha, la joven se mudó a la ciudad de México y comenzó a trabajar. La niña, de nombre Yolia, murió un poco antes de cumplir un año y medio de edad.
Destrozada por la muerte de su hija, Michel intentó viajar a Estados Unidos para trabajar pero fue deportada, de regreso a México conoció y se casó con un empresario austríaco-alemán veinte años mayor que ella con el que tuvo un hijo al que llamó Godofredo. Michel no soportó el ambiente del matrimonio y poco después del nacimiento de su hijo se divorció.
No se sabe exactamente cuándo, debido a la clandestinidad del Partido Comunista Mexicano, pero de acuerdo con la misma Concha Michel, alrededor de 1918 o 1919, la joven se convirtió en una de las primeras miembros del Partido y una de las primeras comunistas declaradas en nuestro país. También sostuvo una relación sentimental con el líder del Partido Comunista Hernán Laborde.   
Concha viajó a Nueva York 1932, donde se dice que cantó en la fiesta de cumpleaños de John D. Rockefeller y gano un concurso de canto en el museo de arte moderno que le permitió viajar a la Unión Soviética. Durante los siguientes dos años Concha Michel viajo en la Unión Sovietica y mantuvo una relación con destacadas mujeres comunistas como la viuda de Vladimir Lenin, Nadezhda Krupskaya que fungía como ministra de educación, Alejandra Kollontai y la legendaria comunista alemana Clara Zetkin, que ya se había exiliado en la Unión soviética huyendo del régimen de terror de Hitler. A su regreso a México Michel rompió con el Partido Comunista por su falta de postura en la cuestión de la mujer. El Partido anunció que había expulsado a Michel por su intolerable indisciplina con el movimiento comunista internacional. Concha respondió con un panfleto titulado Marxistas y “marxistas”. En el que puso de manifiesto cómo tanto la Revolución mexicana, como la rusa habían traicionado al pueblo y se habían distanciado de su historia y cultura. Comulgó con las ideas de Juana Belén Gutiérrez de Mendoza, de quién fue gran admiradora.
Concha Michel escribió corridos desde su adolescencia. Las letras de los mismos muestran su postura ideológica de izquierda. No sobreviven muchos de ellos, el historiador de la música mexicana Vicente T. Mendoza menciona en uno de sus estudios dos canciones compuestas e interpretadas por Concha Michel; La güera Chabela y La delgadina. De otro llamado Lo que digo lo sostengo es este fragmento que nos muestra que poco han cambiado las cosas en cien años:
¡Qué desgraciados serán
esos que entran al Gobierno
nomás a robar dinero
que tanto le cuesta al pueblo!
Otra de las composiciones importantes de Concha Michel es Sol Redondo y Colorado que se convirtió por un tiempo en el himno del Partido Comunista Mexicano:
Sol que tú eres tan parejo
para repartir tu luz,
habías de enseñarle al rico
a hacer lo mismo que tú.
Dice en una de sus estrofas. Concha Michel trabajó con diferentes ministros de educación y bajo la presidencia del General Lázaro Cárdenas se dedicó a viajar con el presidente y recopilar los cantos de las diversas culturas de nuestro país. Concha Michel logró recolectar más de cinco mil canciones en lenguas indígenas que jamás fueron publicadas.
Concha Michel fue poeta, compositora, dramaturga y ensayista.
Concha Michel publicó varios libros explicando la visión que compartía con algunos de los pueblos nativos de México, acerca de una dualidad que es el prinicipio de nuestra condición humana.

Hacía la pareja voy
pues de la pareja vengo;
mi Patria es el Universo,
mi Matria el amor eterno.
Jerarquía de jerarquías
es el origen supremo;
fuente de luz y energía
es el Principio del Tiempo.
Escribió en su libro Dios-Principio es la pareja.


Concha Michel murió el 27 de diciembre de 1990 en Morelia Michoacán.

publicado en mamaejcutiva.net el 18 de enero de 2016
imagen wikipedia.org

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