miércoles, 21 de julio de 2021

Infiltrados.




En tiempos del lugar común donde todas las cintas se proclaman basadas en historias reales, Netflix ofrece documentales falsos de gran calidad. 

Armando Enríquez Vázquez

¿Dónde termina la realidad en un documental? ¿Dónde la ficción irrumpe en la veta de lo verídico? Dos historias que se encuentran en Netflix nos dejan un gusto de que la ficción ha sido manipulada o de que la realidad se ha vuelto lo suficientemente vulgar para parecer escenificada.

En tiempos del lugar común donde todas las cintas se proclaman basadas en historias reales, en épocas que lo mundano intenta sobreponerse a la poética de la ficción y a la metáfora con la que escribe su trama, el catálogo de Netflix se enriquece con Rolling Thunder Revue de Martin Scorsese y El agente topo de Maite Alberdi ambas cintas tienen esta ambigüedad que puestas al servicio de la trama las transforma en piezas potentes, con un certero discurso; uno sobre lo atemporal y eterno del arte y la popularidad, el otro sobre la contundente soledad de la vejez.

Uno desde la visión creativa de un viejo sabio; Martin Scorsese. El otro desde la indignada mirada de una joven Maite Alberdi.

En 1975 el compositor, músico y ganador del Premio Nobel de Literatura en 2016, Bob Dylan, creó de la nada una gira a la que llamó Rolling Thunder Revue a partir de reunir a todo tipo de músicos y artistas para recorrer Estados Unidos tocando en lugares donde era poco común que llegaran los músicos de vanguardia. El documental de más de dos horas es una serie de licencias creativas alrededor del evento que fue la gira. Aunque la gira fue real y muchos de los músicos mencionados y filmados en el documental existen y formaron parte de ella, otras historias y personajes son inventos del cineasta. Su vena y gusto por la ficción y la necesidad narrativa por crear diferentes puntos de tensión lo llevan a bordar de manera muy fina dentro de esa realidad, así de manera genial, el material fílmico de la gira que aparece a lo largo del documental se le atribuye a un documentalista holandés que conoció a Dylan en San Francisco y se unió a la gira para documentarla; Stefan Van Dorp quien incluso hace comentarios acerca de la razón que lo llevó a documentar la gira. En realidad, se trata del actor Martin von Hasselberg, dedicado al performance y que tomó el papel del supuesto documentalista. Por su parte el reconocido dramaturgo, escritor y actor Sam Shepard miente sobre su verdadera participación en el tour. DE guionista para una cinta que le interesaba crear a Dylan a ayudante de Van Dorp. Y luego está la invención de que Sharon Stone de 17 años en ese momento cautivó a Dylan que la invitó a unirse a la gira y la actriz participó cuidando el guardarropa de los músicos y planchando la ropa de Joan Baez. El testimonio de la actriz valida la historia nacida en la imaginación siempre narrativa de Scorsese, lo que me recordó de inmediato, otra historia de otro neoyorquino creador de uno de los mejores fake documentales del cine; Woody Allen y su película Zelig (1983) sobre la vida de Leonard Zelig, un personaje inventado por Allen y que es capaz de transformarse en su interlocutor para no sentirse rechazado, Allen cuenta la historia de la primera parte del siglo XX.

Scorsese construye al revés de Allen a partir de un hecho y de una serie de personajes reales, para celebrar el milagro de la música y de la unión del arte en sus diferentes manifestaciones. En el tour la participación del poeta Allen Ginsberg, su lectura de los inmortales primeros versos de El Aullido, así como la secuencia de Ginsberg y Dylan en la tumba de Jack Kerouac son muestras de eso. Dylan y su música han sido una constante desde The Last Waltz que es la última gira de The Band uno de los grupos con los que Dylan tocó en sus inicios, en 2005 No Direction Home para la serie American Masters, sobre la vida del compositor y cantante y su importancia en la cultura estadounidense.

Rolling Thunder Revue es un imperdible para los amantes de los documentales de Scorsese y de la música de Bob Dylan, Joan Baez o Joni Mitchel. Los interesados en parte de la contracultura de los años sesenta y setenta en sus últimas bocanadas.





El formato de la cinta chilena El agente topo parece surgir de una posición opuesta, a partir de contar una historia que parece ficción y debe en muchos de sus aspectos serlo, lo que la cineasta Maite Alberdi es pintar en un documental la historia del abandono en un asilo. El agente topo no se centra en las condiciones de las instalaciones o el trato de los enfermeros sea terrible e inhumana, va más al fondo; ¿Por qué los seres humanos nos olvidamos de nuestros viejos? Los inquilinos del asilo de Alberdi han sido en su mayoría olvidados por sus seres queridos. Un viudo de ochenta y tantos años, Sergio Chamy, decide tomar el trabajo de infiltrado en el asilo en la provincia chilena que le ofrece una agencia de detectives privados, para averiguar si una de las internas en especifico esta siendo maltratada por el personal del asilo.

La cinta que es un documental con actuación con duración de poco menos de hora y media es en extremo emotivo, la empatía que Sergio tiene y muestra en todas las secuencias con las mujeres del asilo, la poeta, la mujer con Alzheimer a la que Sergio le consigue fotos de las hijas y nietas que la han abandonado en el asilo y al parecer nunca nadie visita. La secuencia final de la despedida de Sergio con las dos amigas que hace en el asilo, la fantasía adolescente de una las internas por Sergio dan a la cinta su estatura humana correcta.

El agente topo es una cálida y emotiva cinta acerca de una de la fría y contundente realidad que enfrentan millones de seres humanos en el mundo en la etapa final de su vida; vivir solos rodeados de desconocidos en el mejor de los casos, pero en el peor de ellos enfermos y llenos de miedos. Encerrados con su ansiedad e incomprensión de que hacen ahí y ¿dónde están aquellos a los que en algún momento quisieron o con los que convivieron?

Sergio al inició lo único que quiere es huir de la realidad y soledad de su reciente viudez, quiere entretenerse y olvidar la rutina cotidiana que lo pone al borde de la depresión, pero al final de los tres meses de su misión en el asilo, lo que quiere es escapar de la posibilidad de la locura colectiva para regresar a la normalidad de sus hijos que lo quieren y lo cuidan como pueden.

La cinta chilena sin estridencia alguna, ni siquiera cuando una de las internas muere, es un ensayo sobre la visión en el mundo moderno de los viejos, de la forma en que, para muchos inspirados en un mundo materialista, aquellos viejos que cumplieron con su “misión”; crianza, manutención y educación de la siguiente generación, pueden ser arrumbados en cualquier sitio. El reporte final de Sergio es claro, nadie maltrata a la anciana a la que va investigar y la investigación en sí misma es únicamente la justificación de la hija de su propio abandono de su madre.

Publicado originalmente en roastbrief.com.mx en febrero de 2021

imágenes Netflix. 

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