lunes, 6 de diciembre de 2010

La Primera década del siglo. México


Armando Enríquez Vázquez


Con el mes termina la primera década del siglo; de Fox, el Chapo Guzmán, Elba Esther, el artificio de boda, más pobres pero pamboleros felices ¿Cómo, sobrevivimos? y ¿Hacia dónde vamos en México? ¿Importa?


Enero de 2001. Iniciamos el siglo y la década con esperanza, al tener un nuevo partido político en los Pinos. Un presidente sin primera dama. Con primera hija de la nación en cambio. Un gabinete de hombres capaces. La aristocracia mexicana, o eso nos hicieron creer los head hunters.


El cambio a la vuelta de la esquina, se tornó en la misma línea recta del eterno desencanto. La alternancia demostró ser la tolerancia a los crímenes y el desfalco del pasado y del presente. Tan sólo en Diciembre de 2000, los mexicanos pensamos que algo iba a cambiar, que las venturosas estampas del siglo XXI y el bienestar estaban por iniciar. Los meses pasaron y ni cuentas a los que saquearon el país, ni arrestos a los pederastas provincianos del nuevo siglo. Conforme pasó el tiempo vimos a aquellos críticos del priísmo, “la oposición inteligente”, hacerse tontos jugando a las escondidillas detrás de las estatuas de arcilla de los guerreros chinos. Finalmente tuvimos primera dama, ¡Y qué primera dama! La combinación de aquella María Esther Zuno de Echeverría, claro que con peor gusto, y Carmen Romano de López-Portillo, con un dejo mayor de dictadorzuela guanajuatense. Nuestra propia Nancy Reagan región 4. De las ideas de innovadoras y el cambio pasamos sin darnos cuenta al Prozac y los berrinches. El sexenio de Carlos de Salinas dio paso al hombre más rico de México y uno de los más ricos del mundo; Carlos Slim. El de Fox dio a luz a otro; “El Chapo” Guzmán. El mayor logro del sexenio de Salinas, en materia de narcotráfico, la captura del “Chapo” Guzmán se desvaneció cuando este se fugó en Enero de 2001 y después de casi diez años sigue vivito, libre y traficando.


Nada. El gobierno de Fox pasó de noche en materias de reformas y cambio. Nadie ha desaprovechado más su popularidad que él. Nadie acabó de manera tan eficiente con su capital político. Hoy sólo parece el loco de la colina que sale a decir una tontería tras otra. Como si sugobierno hubiera sido ejemplar y México fuera diferente al que recibió de manos del PRI.


La prensa, por su lado, amordazada por 70 años de PRIctadura, al ver caer las ataduras del bozal, tiró dentelladas a diestra y siniestra, sin ton, ni son, en la mayoría de los casos, durante esos primeros seis años de la década. A veces los periodistas pensaron que con corbata y tono de locutor de noticiero de cine habían ganado a la audiencia mexicana, pero la década fue dominadapor un payaso lumpen que balconeó a la izquierda y a la derecha por igual. Una Izquierda más voraz que lo que nunca supimos de los gobiernos de la derecha. La Moderna izquierda mexicana del siglo XXI, que traicionó todos los principios de la izquierda de finales del siglo pasado. Hoy, en una de las pocas verdades que Fox dijo durante su mandato la prensa extraña la libertad de prensa del foxismo. Hoy, ya sea disfrazada de autocensura como en el ridículo caso de Televisa, o en la petición del gobierno de cantar las acción loables de la gesta contra el narcotráfico, la censura gubernamental está de vuelta en los medios. A nivel estatal ni se diga, es una vergüenza como los voceros oficiales y las secretarias de gobierno locales chayotean periodistas y amordazan medios, los más claros ejemplos Puebla, Oaxaca, el Estado de México y Veracruz.


Nuestra otrora ejemplar política exterior terminó en “un comes y te vas” mostrando al mundo lo simplicista que era para un neófito presidente es ser jefe de estado.


Todos hicimos y hemos hecho leña del árbol caído, pero es que era imposible evitarlo.Desde los patos del Secretario Cerisola, Borgues, el “sospechosismo”, las declaraciones a la prensa extranjera durante sus giras, la boda frente a Aznar, “Yo ya me voy”, etc…etc,


El problema no fue todo de Fox, muchas cosas ya estaban ahí; el abandono del campo, el SNTE y el CNTE, PEMEX y la corrupción desenfrenada que se sufre el país. Las policías inútiles. El problema fue qué cómo presidente se resistió a ver, denunciar y actuar contra los males, se negó a gobernar, se desentendió del clamor popular que lo llevó a la presidencia, lo peor es que gracias a la voracidad de Martha Sahagún y sus hijos la corrupción creció y fue mayor en los Pinos de Fox que en los de Zedillo y peor aún para las arcas del Distrito Federal.


En los comics todo héroe tiene a su archienemigo, En México durante seis años tuvimos dos antagonistas que al final eran madera del mismo palo, dos locos insensatos, promotores de la corrupción, ególatras. Uno azul, amarillo el otro. Los habitantes del DF sufrimos a ambos por igual.


En 2006 vinieron las elecciones presidenciales y el surgimiento del “Mesías tropical” y su círculo de Apóstoles corruptos que durante meses mantuvieron a la Ciudad de México rehén de sus caprichos y tonterías. Si Andrés Manuel López Obrador fuera congruente consigo mismo debería abstenerse de volver a buscar la Presidencia del País, según él es presidente legítimo y si es tan respetuoso de la leyes, bien sabe que “Sufragio efectivo, no reelección”.


La aparición cómo por arte de magia, encubierta y a pesar del PRD, Calderón en la cámara de diputados tomó protesta como Presidente electo del país ante el circo de los perredistas y la cortina de priístas que pasarían la factura al mandatario a lo largo del sexenio.


Legisladores y jueces que no saben leer, no quieren leer, pero si aprobar leyes al vapor, que lejos de fortalecer el desarrollo tecnológico del país prefieren seguir sintonizando el canal de las estrellas y ver la boda de Peña Nieto.


Policías y judiciales secuestradores. Ciudadanos metidos a investigadores y la falsa percepción de que la sociedad se está desintegrando.


El saldo de la década, desgraciadamente no es sólo esta serie de vergonzantes anécdotas, es también la suma de las deprimentes cifras que todos los días aparecen los saldos de la guerra vs el narco, la pobreza lacerante, el campo, la educación.


La marca del sexenio se volvió la guerra vs el narco. Para bien o para mal, los cárteles del crimen organizado y el gobierno se han enfrascado en una sangrienta lucha que ha dejado más muertos en el territorio nacional que las víctimas de Irak o Afganistán.


La educación convertida en película de terror, no sólo por los mexicanos condenados a seguir en el círculo de pobreza al no poder desarrollarse profesionalmente por la insuficiente, deplorable oferta educativa, si no por lo diversos personajes que manejan la educación en México, comenzando con una maestra que no sabe leer, pero sí, al parecer de ritos, los líderes del CNTE.


El petróleo se acaba, o al parecer no pero los combustibles derivados de él siguen aumentando mes con mes, aniquilando la economía de los habitantes del país.


Diez años después henos aquí. Todo cambió, para que todo siguiera igual. Aún con el PAN en la presidencia, pero con el PRI gobernando el país. De un gabinete de los mejores hombres y los head hunters al regreso de mis cuates al gobierno.


¿Y el pueblo, los habitantes que tenemos que decir? Durante los últimos años la gente pide que regrese el PRI, yo añadiría el lugar común, lo que se robo. Pero al parecer en nuestro México añorante que gusta de ver a Joaquín Pardavé en “Que tiempos aquellos, Señor Don Simón”, no hay mejor sucedáneo que el PRI “donde a todos nos dejaban ganar, aunque ellos robaran.”


Parecemos aquellos españoles del siglo XIX que gritaban: “Vivan las caenas” pues ni cadenas podían pronunciar.


Listos para aplaudir una primera dama actriz y un presidente de cartón y gel.


Listos para apoyar a la selección rumbo a Brasil 2014, Rusia 2018 y Qatar 2022 y perder siempre la oportunidad del quinto partido.


¿Podríamos estar peor? Sin duda. ¿Podríamos estar mejor? Difícilmente.
Publicado en blureport 6 de Diciembre 2010.

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