miércoles, 2 de mayo de 2012

Louis Renault. Pasión por la ingeniería

Junto con sus hermanos, Marcel y Ferdinand, fundador de la empresa gala más afamada en la construcción de autos, fue también un hombre que murió acusado de haber colaborado con los nazis y sin recordarle sus meritos en la primera guerra mundial.
 Armando Enríquez Vázquez
En 1938 el famoso industrial francés, Louis Renault conoció a Adolf Hitler durante el salón de automóvil en la ciudad de Berlín. Nadie se imaginaría entonces lo que esa reunión ocasionaría al hombre y a su empresa. Un año después, Renault era el principal proveedor del ejército francés y tras la invasión alemana de Francia surtió motores a la Wehrmacht. Al final de la guerra Renault fue visto como colaboracionista y miembro fiel del gobierno de Vichy, el telón estaba por caer.
En 1877, nace el cuarto hijo de Alfred y Berthe Renault, una familia burguesa parisina que se dedica a los textiles. A Louis siempre le llamó la atención la ingeniería y el armado de motores, a los 21años, tras haber contratado a un par de ayudantes Louis construyó su primer automóvil. Tenía una caja de tres velocidades y reversa y la tercera que entraba de manera directa. La que patento al año siguiente. Renault llamó a su automóvil Voiturette,  en diciembre de ese año Louis tenía ya 13 automóviles pedidos y pagados, fue entonces cuando invitó a dos de sus hermanos mayores; Fernand y Marcel, que tenían experiencia administrativa, aprendida en los negocios del padre, a fundar una empresa que un principio se llamó Renault Frères, sea Hermanos Renault.  
Desde el principio los hermanos encontraron en las carreras de automóviles, la publicidad que la compañía necesitaba. Tanto Louis como Marcel competían en diferentes carreras, de una ciudad a otra principalmente entre ciudades francesas y suizas.

Marcel murió en un accidente automovilístico en el rally Madrid-Paris de 1903 y Fernand se retiró del negocio en 1908 por cuestiones de salud, muriendo en 1909. Tras la muerte de Marcel, Louis nunca más volvió a participar en una carrera. Aunque Renault ha permanecido en los circuitos de carreras y en diferentes categorías hasta la fecha.
Para 1909 Louis era el único dueño de la empresa.
Al llegar la I Guerra Mundial, Renault propuso al gobierno francés, ante la falta de abastecimiento de armas y municiones, producir morteros para la artillería en su fábrica de automóviles, el gobierno aceptó y aunque no eran el armamento ideal, sirvió para luchar contra el desabasto al que se enfrentaba el gobierno francés y enfrentar al enemigo. Así mismo, en las plantas de Renault se fabricó el tanque FT-17. Al finalizar la guerra Louis Renault fue condecorado por el gobierno de su país con la medalla de la Legión de Honor. Después de la I Guerra Mundial el mercado de Renault creció. Implementos agrícolas e industriales comenzaron a ser manufacturados con gran éxito por la compañía. Los autos eran la mayor producción y la competencia en el mercado con los modelos más económicos era muy fuerte. El principal competidor de Louis y sus autos era André Citroën. Sin embargo para 1928, Renault había expandido su mercado a Inglaterra.
Renault era un hombre de derechas que veía con malos ojos a los sindicatos y la organización obrera, así como al naciente comunismo, un poco paranoico de las libertades, vivía encerrado en su casa diseñando mejoras para sus carros, algunas de las cuales aun son parte de los automóviles.
Llegó entonces la II Guerra Mundial. Francia capituló en 1940, en ese momento Renault se encontraba en Estados Unidos enviado por el gobierno francés para solicitar el apoyo norteamericano y tanques para la milicia francesa.  A su regreso, encontró sus fabricas ocupadas por los alemanes.  Se enfrentó con la disyuntiva de ayudar a los alemanes a producir tanques para el ejército Nazi, cosa que se rehusó a hacer, o ver sus plantas desmanteladas.  Renault eligió ayudar en la producción de camiones de transporte para soldados. Renault argüía que de no haber hecho esto sus plantas hubieran sido desmanteladas y trasladadas a territorio alemán, además cientos de obreros hubieran sido llevados a campos de prisioneros: “Démosle la mantequilla a los alemanes, porque s no se llevaran a la vaca.” Opinó el empresario.
Los aliados conscientes del papel de la fábrica la bombardearon en varias ocasiones y Renault la reconstruyó a la brevedad en por lo menos dos ocasiones. Con cada bombardeo sobre su fábrica la salud de Renault disminuía, hasta llegar al grado de sufrir una afasia y verse también incapacitado para escribir. Al terminar la Guerra, antes de ser arrestado Louis se entregó bajo la condición de no ser llevado a la cárcel hasta después del juicio. Renault tenía muchos enemigos entre la resistencia, se le acusaba de haberse enriquecido con la guerra y haber hablado con Hitler y Göring en 1938. El gobierno no respetó ningún acuerdo y después de ser encarcelado su salud empeoró por lo que se le llevó a un hospital psiquiátrico y después a una clínica privada, por petición de su familia, en la que murió el 24 de octubre de 1944.
A principios de 1945 el gobierno expropio la compañía y nunca más fue de la familia Renault aunque conserva el nombre y en más de una ocasión los descendientes de Louis Renault han pedido por lo menos la compensación de ley ante el acto del gobierno francés.
Se ha especulado acerca de la causa real de la muerte de Louis Renault. A su cuerpo nunca se le hizo una autopsia y se dijo que había muerto de insuficiencia renal. Su esposa siempre dijo que a Louis lo habían torturado y asesinado. Las radiografías de su cadáver exhumado muestran una vértebra cervical fracturada. El gobierno francés nunca ha cambiado su versión y por lo visto no lo hará pronto. 

Publicado en thepoint.com.mx 1 de mayo 2012 
Fotografía cortesía de http://www.renaultoloog.nl

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