lunes, 28 de mayo de 2012

Despertar en la irrealidad, un año después del 15M

Un año pasó ya desde que los españoles salieron con el grito de “¡Democracia Real Ya!”, que ha pasado y qué ha sido del movimiento que se conjura tras las horas laborales en la Plaza del Sol
Armando Enríquez Vázquez

En Plena manifestación de la Plaza del Sol una pancarta: “No es crisis, es farsa”, otra; “Mariano el Verano no pasa.” A partir del sábado 12 de Mayo pasado y hasta parte del día 16 los españoles se congregaron en las principales plazas ibéricas para celebrar el primer aniversario del 15M, el movimiento ciudadano más grande e importante del que el mundo tenga memoria, pues sus seguidores son millones alrededor del planeta y lo han demostrado creando movimientos similares como Occupy Wall Street, que se hermanó con los españoles esos días a través de las redes sociales. El sábado 12 de mayo, alrededor de 50 ciudades en el orbe celebraron con los Indignados esa nueva revolución mundial que proclaman los seguidores del movimiento. Lo cierto es que un año después pareciera que el movimiento está tan sano como entonces, su poder de convocatoria es claro y el temor de Rajoy y de la municipalidad de Madrid también fueron evidentes, no sólo al imponer una especie de toque de queda con el que se evitó las llamadas acampadas que pretendían hacerse en la Plaza del Sol y deteniendo a 18 indignados y otros civiles la primer noche en cuanto se pasaron los horarios fijados para la manifestación más un par de horas de tolerancia. Hartos, en teoría, de la farsa social, económica que se vive en todo el mundo hoy, en de cómo un uno por ciento de la población controle los recursos y el dinero, mientras que el otro 99% solo sería la bestia de carga del sistema. Se han creado organizaciones y opciones de empleo de defensa y se busca una democracia que acerque más a los ciudadanos al poder, que les de cara y poder de decisión, que nos olvidemos para siempre de esa simulación llamada representación y que la economía esté basada en la microeconomía, en soluciones reales como el trueque. Como el ayudarse unos a otros y quita r esta parte fría de un banco de pormedio o de un billete. El mundo visto como una comuna. Los movimientos políticos han estado presentes en las manifestaciones, a lado de las buenas voluntades, desde Democracia Real Ya, o Jóvenes sin futuro.  El movimiento vivito y coleando con cientos de demandas, con talleres, mesas de debate, y promesas de volverse a ver. Mucho ruido de cacerolas y pocas, muy pocas nueces. El aniversario del 15M recordó a España y al mundo que hoy esas crisis ficticias fundadas en la especulación financiera y en la idea abstracta llamada macroeconomía no pueden existir si no existe la mente febril del hombre. Pero curiosamente, justo hoy cuando el mensaje debió, desde mi punto de vista de ser uno, claro y fuerte, los indignados no lo parecen tanto y mejor se van temprano a la cama, como se los pidió el gobierno de Mariano Rajoy para poder regresar al día siguiente jugar a la “Democracia real ya”. El número de desempleados en España está marcando records tanto en la población en general, como en lo jóvenes en donde es mayor del 50%. La crisis bancaria es estruendosa y la caída de Bankia, así como su rescate por parte del gobierno no han hecho más que precipitar el desmoronamiento de otros bancos españoles a los ojos de las “calificadoras económicas”. Y sin embargo salvo algunas manifestaciones frente a la sede de Bankia, que se limitaron a llevar a parejas a retirar su dinero de la institución, el movimiento como dicen algunos tiene mucha emoción y poca razón. Según un diario español el perfil del indignado es el siguiente. El 52% de ellos cuentan con trabajo, el 66% tiene al menos estudios universitarios, el 70% consideran su situación económica como buena o muy buena, tienen un promedio de edad de 33 años y simpatizan con la izquierda.  Algo de esto debe ser cierto pues el streaming de la Plaza del Sol el fin de semana la mostraba abarrotada desde las primeras horas de la tarde a diferencia del lunes y martes cuando, era en la noche tras las horas de oficina cuando se veían las mayores concentraciones.  Pero si este es el perfil entonces, ¿de qué y por qué se encuentran indignados? ¿Es acaso una postura filosófica más que un ideología? ¿O es la necesaria revolución que se hace sin afectar nadie? ¿Una revolución de manifestaciones, redes sociales y cacerolas? ¿Es posible o tan irreal como esa ficción macroeconómica a la que pretenden atacar?



Despertar en la irrealidad, un año después del 15M
Publicado en blureport Mayo 28 de 2012

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